Capítulo 5

1.8K 196 5
                                    

—ya lo he dicho, un juego de niños, una travesura.

El oficial que me interrogada me miraba sin creer lo que le decía.

—Es extraño porque varios testigos te vieron abriendo la parte trasera del autobús.— El tono del policía era serio pero eso no me inmutaba ni un poco.

—¿ah si? Yo no lo recuerdo— lo mire levantando mis hombros con una pequeña sonrisa de inocencia.

El oficial Goode se dio por vencido dejándome ir. Camine con la mirada en la ambulancia que llevaba a Sam al hospital, soy incapaz de negar que estoy preocupada.

—¡mi auto está desecho!—Peter interrumpe mis pasos tomándome fuertemente por las muñecas.

—¡papi Puede comprarte uno nuevo!— me solté rápidamente de su agarre.
Pero el chico no paró ahí, miró por encima de mi hombro con una sonrisa falsa y me tomó fuertemente en sus brazos.
—basura de mierda side, todos ustedes ¡están muertos!.

____________________________________

Había pasado casi un día entero desde el accidente en la carretera.
Sam estaba internada en el hospital y no tenía ningún contacto con ella, eso estaba volviéndome loca.
Dormía muy cómodamente en mi habitación cuando de pronto un Josh muy enojado interrumpe mi placentera siesta.

—Voy a asesinarte— dije totalmente furiosa y frustrada mirando a mi pequeño hermano.

—¿ah si? Pues espero que lo hagas antes de que llegue papá, porque va a matarte— ¡oh demonios lo que me faltaba!— La policía habló a su trabajo por un "accidente".

—sal de mi cuarto por favor— puse mi dedo índice y pulgar en el puente de la nariz con señal de cansancio.

—tú sal de tu cuarto, no has salido en todo el día— mi hermano contraataco ganándose un golpe de mi parte con la almohada.

Salió de mi cuarto dejándome completamente sola, recién levantada y de mal humor. No hay mucho que decir de mi habitación, póster de mis bandas preferidas, paredes blancas, un total desorden, lo normal.

Me distraje mirando a la nada hasta que lo noto. Una mancha roja en mi tenis blanco. Sam, bueno sangre de Sam, en mi zapato.

¡Sam!

Salí corriendo con prisa de mi habitación mientras me colocaba una sudadera, Deena quién recogía unas cuantas cosas de la sala me miraba extraño pues parecía loca corriendo rápidamente hacia teléfono como si este fuera escaparse de mi.

Un tono, dos tonos...

—¿hola?— Una voz conocida para mi se escucha atreves de la línea del teléfono.

— Señorita Fraser— me golpeó mentalmente por ponerme tan nerviosa, solo es la mamá de Sam quien por cierto me odia, pero no es la gran cosa— Señora Fraser, yo quería, ¿se encuentra Sam ahí?

—¿Asteria?

—sip, hola, yo... Estoy preocupada por ella.

—no te detendrás hasta arruinarle la vida por completo ¿cierto?— Esa señora era intimidante, lo admito—ella esta bien, ¡no vuelvas a llamar!— y sin mas la señora Fraser colgó el teléfono dejándome con recuerdos horribles, heridas sin sanar, heridas que Sam intento curar un millón de veces, sin éxito por supuesto.

—¡Asteria!— El grito de mi hermana funcionó como la perfecta distracción de mis pensamientos— ¿podrías abrir la puerta? Por favor, estoy un poco ocupada.

Asentí ante la orden de Deena y caminé hasta la puerta de la entrada. Giré la perilla y abro la puerta, no tiene mucha ciencia, pero lo extraño fue que no había nadie detrás de esta. Asomé mi cabeza girando a ambos lados, nada, no había nadie.
Dejándome llevar por mi curiosidad decido salir al exterior con la esperanza de encontrar a quien tocó la puerta de mi casa. La calle estaba en penumbra y solo es iluminada por los destellos de luces hogareñas. Examine con la mirada el vecindario, oscuro y húmedo, nada en especial hasta que lo vi.

—¡ah! ¡Hola Peter!— el idiota realmente se había tomado el tiempo de comprar el traje entero, totalmente patético.

—¿Quién era? — preguntó mi hermana con un pedazo de pizza en su mano.

—el idiota de Peter— respondí sin importancia.

—¿Quién es Peter?

—oh, ¿no sabes quien es Peter?— Ella me miro confundida por el tono de sarcasmo en mi voz— ¿Sam, no te lo contó? Que raro, parece que ustedes dos hablan mucho.

—Lo hice por tu bien— dijo tomando tomando el teléfono de la cocina.

— ¿a quién llamas?— cuestioné mirando por la pequeña ventana de arriba del lavabo.

— a Kate— asentí aún mirando por la ventana. Note una extraña sombra moverse por la patio trasero, me acerque más casi pegando mi cara al vidrio mientras achicaba los ojos. Era el idiota de nuevo pero esta vez llevaba un cuchillo en su mano.
—imbécil de Sunnyvale— Tome un cuchillo de la cocina para salir por la puerta trasera.

— ¡no es cierto!— mi hermano miro la ventana totalmente sorprendido.

—¿A dónde vas? — preguntó Deena aún con el teléfono en la mano.

— quédense aquí — les ordene a ambos empuñando el cuchillo en mi mano derecha mientras salía por la puerta trasera de nuestra casa. La sorpresa que me lleve cuando al salir el idiota con su disfraz barato ya no estaba.

—¡Eres patético!

Extremadamente patético y odioso.

____________________________________

Luego les subo otro <3

No olviden votar :)

𝙰𝚜𝚝𝚛𝚘𝚗𝚘𝚖í𝚊- Sam Fraser Y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora