Clara se encontraba viendo la televisión, sus padres no vendrían hasta navidad y tendría que organizarse para comprar la comida y la decoración del lugar, comenzó a soñar su teléfono, era de esperarse que Emily la llamara para hablar sobre los proyectos que compartían a nivel académico, pero cuando respondió al teléfono solo logró escuchar ronquidos y una melodía suave proveniente del piano, llamó varias veces al nombre de su amiga pero no recibió respuesta alguna por lo que se vio obligada a ir a la casa de Emily y así averiguar que sucedía.
Cuando llego a la puerta y tomo un vistazo a la ventana pudo ver cómo su amiga dormitaba en el mueble con un libro en sus manos y unos cuantos apuntes hasta que, notó como una pequeña caja de madera se caía de encima del piano hasta sus pies, con rapidez llamó a la puerta despertando a la muchacha de larga cabellera, esta parecía estar semi drogada por el sueño y la confusión, aún así estaba consciente de que había estado soñando con el fantasma y que no era la primera vez que se movían cosas dentro de la casa.
—Milly, vives en una mala película de terror, todos los clichés de una película se aplican aquí
—Agh...supongo que si, lo único es que la casa a diferencia de las películas ha sido preservada y restaurada, además sabemos que Christopher es un fantasma, no un demonio o espectro raro como en las películas.
—Ouh, buen punto— agregó la pelirroja, Emily le hizo una seña para subir a la biblioteca 412, con la ayuda de Roger encontró manuscritos que serían parte de libros que Madison publicarían en fechas posteriores a su repentina muerte, tenían más o menos la misma esencia que el libro que aun no terminaba de leer, tenían más o menos la misma esencia que el libro que aun no terminaba de leer, aunque no sabían muy bien que era lo que intentaba demostrar en concreto, también encontraron en un baúl unos lentes con algo de polvo. Con cautela ambas leyeron cada línea de aquellos escritos de antaño, no encontraron algún tipo de información a la cual analizar mas a fondo, contaban con algo de confusión por lo que fueron a buscar algo para merendar, de lo que no se percataron es que dejaron aquellos polvorientos lentes al sol sobre las hojas, desvelando un mensaje escrito en tinta de limón, que al quemarse con los rayos del sol se formo una oración marcando lo siguiente: "Señor Matsi, ojalá su alma encuentre el perpetuo tormento en las pailas del infierno".
La pelirroja al notar esto llamó a su amiga, quien a su vez llamó a Bain para indagar sobre aquel extraño mensaje, en menos de quince minutos es escocés de piel blanca toco en la puerta y junto al par de chicas comenzaron a teorizar el origen de tan fuerte y profundo deseo. Estuvieron pensando y pensando cuando Milly empezó a respirar con brío, rápidamente Roger y Clara le acariciaron el hombro para calmarla, notaron que se quedó mirando hacia la puerta del lugar así que voltearon, lo que no sabían qué es que se encontrarías cara a cara con el espectro que rondaba la casa, Madison los miró fijamente uno a uno, cuando le devolvió la mirada a la pelinegra de mirada intensa susurro como si no existiera aire para hacerse notar.
"Cuidado, puede volver".
Aterrorizados por la presencia sobrenatural que presenciaban cerraron sus ojos, con una débil vibración los volvieron a abrir para darse cuenta que todo seguía normal, miraron el reloj, las agujas marcaban las 1:24 de la tarde, solo transcurrió un minuto desde que comenzaron a charlar acerca del manuscrito, algo alterados fueron por un vaso de agua, Milly por otra parte estaba siendo observada por Clara, no comprendía si era de verdad aquello que decía suceder y lo que habían presenciado junto a ella en sí, la conocía desde pequeña y nunca había notado comportamientos tan raros en su persona, desde aquel día en else caótico cumpleaños todo había cambiado para cada uno de los invitados, con inseguridad buscaba respuestas a sus preguntas y no encontraba ni una pizca de sentido en ellas.
—No es posible que hayamos visto lo que-.
—Si, ¿nunca lo vieron antes?—la interrumpió
—Yo no, solo escuché cosas que venían.
—De la chimenea y el techo de esta biblioteca, ya lo sé Roy— también fue interrumpido el escocés, sin embargo esta se quedó pensado por unos instantes, las palabras del muchacho de repetían en bucle dentro de si y como las burbujas dentro de un refresco una idea empezó a burbujear en su cabeza. Roy ¿puedes buscar la escalera de la cocina?— le dijo al chico mientras que le mostraba a su amiga una rajadura en el techo a la cual quería acercarse e investigar que habría adentro.
Con algo de nervios dejó que el chico de larga cabellera subiera al techo poco a poco, al llegar extendió su mano la cual encajaba perfectamente en la grieta, por unos segundos parecía sólo ser una grieta involuntaria del viejo tejado, pero al meter más y más el brazo logró encontrar una caja de madera con números tallados que daban a entender que se trataban de versículos bíblicos. Los tres se sentaron en ronda y con un pequeño golpe hacia arriba lograron destapar el pequeño cofre.
Habían seis papeles, todos doblados de distintas maneras pero con el mismo símbolo, una especie de cruz doble con el signo infinito en su base*
Todos se cuestionaban si estaban siendo parte de un sueño colectivo en el que el ocultismo los perseguía constantemente, no tardaron en abrir las notas y leerlas para si mismos, como si el sonido dejara de hacer su función sus ojos se encargaban de digerir el contenido de los manuscritos.
—¿Saben algo? Mejor me voy, es muy incómodo el ambiente aquí.
—Con tal que regreses viva a casa me da igual
—¿Roger que te pasa?— respondió mirándolo fijo.
—Bromeo Clary, lo sabes
Unos minutos después de que Clara la pelirroja se retirara de la casa ya el sol perecía esconderse entre la inmensidad, Roger Bain vio como su chica se recostaba en la cama de su habitación sin una expresión en el rostro, por lo que se le acerco para preguntar si algo ocurría.
Ella cerró sus ojos y comenzó a decirle lo mal que se sentía, "Estoy atrapada en una mala película repetitiva de terror", repetía la chica mientras que Roy tomaba sus cansadas manos, "Quiero acabar con esto, estrella..." susurró en su oído hasta que se quedó dormida. Acurrucada en su ropa de ropa de dormir junto a Bain, este se encargó de darle el calor que necesitaba, primero rezó por ella con su toque gaélico:
Ar n-Athair a tha air nèamh, coisrigte d 'ainm, thig do Rìoghachd, thèid do thoil a dhèanamh air an talamh mar a tha e air neamh, thoir dhuinn ar n-aran làitheil an-diugh, thoir maitheanas dhuinn airson ar ciont, na leig leinn tuiteam gu buaireadh, ach saor sinn bho olc*. Luego rato de despertarla levemente susurrando para no despertarla del todo.
—"Lily, escucha yo...creo que eso es lo que quieres, yo creo que eso es lo que tu estás buscando, yo creo que eso es lo que tu buscabas desde el principio, me iré pronto, debes enfrentar a Madison, tu puedes, mi rosa..."—.
Fue así que cuando a la mañana siguiente Emily Gray despertó divisó un nuevo papel sobre su tocador, este tenía sobre si una nota con la letra del escocés: "Que idiotas que fuimos, 412, 412, 412. El enigma esta casi resuelto, tenemos 3 días para la fecha, ánimo. rosa...".
Aclaraciones:
*: Cruz Descrita, derivada del símbolo del azufre
*: Padre Nuestro recitado en Gaélico Escocés
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Quiero Que Regreses
Genç KurguEmily se muda junto a sus padres a una casa antigua de mediados del siglo XIX en el pueblo de Ulfstead, todo marcha con normalidad, hasta que de un día para el otro misteriosas cosas empiezan a ocurrir, es ahí donde Emily comienza a ver y escuchar c...