I WISH TO LOVE YOU [Kookmin]

Trabajo

—¡¿Cómo puedes decir algo como eso?!—gritó desesperado el más bajo de todos—¡¿Por qué eres tan inconsciente?! ¡Nos hemos preocupado tanto por ti, no te importa tu vida! ¡Ya no puedo dormir pensando en lo que puedas hacer!—lagrimas amargas bajaron por sus coloradas mejillas.—¡Es tan injusto que quieras acabar con tu vida, es tan egoísta que quieras abandonarnos! ¿Crees que tu padre estaría orgulloso?

Taehyung tomó de los hombros a su amigo intentando calmarlo.

—Yoon, basta.

—No les he pedido que se queden conmigo, si es tan difícil seguir aquí, pueden irse.—contestó Jimin con la voz débil.

—Sé que te duele la muerte de tu padre. Sé que no puedes superarlo y tal vez nunca lo hagas, pero nosotros también estamos sufriendo por ti. Estamos viendo a la persona que amamos, destruirse y no podemos hacer nada más que ser espectadores.—suspiró cansado.—Jamás vamos a dejarte solo y si nos toca impedir que vuelvas hacer algo como esto, lo haremos porque sabemos que tu padre sería feliz si vuelves a ser el Jimin de antes.

El rubio se dio la vuelta en la camilla, dándoles la espalda.

—Quiero descansar.

—Sabes que después de esto, estás obligado a pasar por terapia psicológica o bueno, psiquiátrica, porque el psicólogo no te ha servido de nada.

—Lo sé, solo déjenme dormir.

El descanso no duró demasiado, el médico psiquiatra tendría que volver a trabajar y por primera vez, realmente no quería hacerlo.

Deseaba solo, quedarse a dormir un poco más, pero su responsabilidad pudo más.

—Vaya, fresco como una lechuga.—bromeó el doctor Kim SeokJin y jefe de Jungkook.

—Me gustó muchísimo tu visita en el hospital.—respondió el pelinegro con sarcasmo.

—Llamé a tu padre para saber cómo estabas, lamento no haber ido, pero sin tí, tengo más trabajo.

—Lo entiendo, pero ahora deberás devolverme a mis pacientes.

—Están bien conmigo. Adivina qué—sacó un expediente de su portafolios y se lo entregó—Park Jimin, intento de suicidio y por lo que sé, desea volver a hacerlo hasta lograrlo. Caso común, ya sabes que hacer.

Se dio la media vuelta dejándolo solo en el pasillo.

—Trabajo y más trabajo.

El camino de regreso a su oficina fue bastante incómodo, sentía que si entraba, no volvería a salir y así solo perdería el poco tiempo que le habia dado el gran barbudo.