Pétalo

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Los dos permanecían sentados, uno a lado del otro mientras en la tv daba uno típicos programas estadounidenses en donde se conseguía el vestido perfecto para tu boda.

Bastante mala elección de programa justo en ese momento.

—¡Escucha!—exclamó el menor y Jungkook se tensó—Quiero ser sincero contigo, me gustas desde hace un tiempo. Yo no puedo dejar de pensar en ti. —confesó Jimin y el mayor se sintió mareado por la reciente información llegando a su cabeza para ser procesada.

Ya no podía obviar sus sentimientos, no podía fingir lo feliz que sentía y las ganas de volver a besarlo que se acumulaban en su ser.

No pudo tampoco evitar pensar que de alguna manera se había cumplido el trato, amarse ahora mismo era algo demasiado profundo para el tiempo que llevaban de conocerse, pero estaba seguro de que los dos se gustaban con una profunda devoción y muy pronto podrían llegar a amarse.

Tal vez eso sería suficiente para negociar su vida con el viejo barbón, aunque realmente ya no estaba seguro de nada gracias a su prolongado silencio.

—También me gustas, Jimin.—lo aceptó y alzó la mirada al techo para evitar morir en el intento de declararse.

—A mi me gusta mi ex, pero es un imbécil. Realmente es una larga historia, pero si quieren les cuento. Bueno, Jimin ya lo sabe, pero puede fingir que no.—Yoongi había llegado a sentarse en un sofá pequeño al costado de ellos.

Los dos se quedaron en silencio mientras observaban como el chico masticaba sonoramente unas papás.

—Si, ya sé que estoy siendo imprudente, pero en verdad no puedo verlos comer delante de un pobre que acaba de terminar con un desgraciado al que aún ama y eso significa que estaré en abstinencia hasta que cambie él o cambie yo, pero de pareja. ¿Si me entienden?—explicó con poca paciencia—Necesito un puente ahora.

Jimin suspiró y se levantó para ir a abrazar a su agobiado amigo.

—Ya, tranquilo. Dejemos de pensar en Tae y hablemos de lo que vamos a comer.

—No se preocupen por mí, Tae vendrá para llevarme a comer lo que se me antoje en un rato.—había olvidado completamente que hace unos segundos estaba quejándose de él.

Jungkook pensó que los dos amigos del chico necesitaban terapia, pero no lo dijo o terminaría dando consultas gratuitas.

—¿Te gustaría salir o tal vez quieres pedir algo de comer?—preguntó el mayor de los tres a Jimin, pero nuevamente su amigo entró en la conversación.

—¡Él quiere comer aquí!

Si, estaba acentuando el camino descaradamente para que su amigo pudiera tener la mejor bienvenida a su vida normal.

—El imbécil me traerá a casa a eso de las seis, pero si quieren más tiempo yo puedo venir al día siguiente, solo tienen que avisarme.

Jimin tomó rápidamente del brazo a su amigo y lo arrastró a el pasillo que llevaba a las habitaciones.

—¿Qué demonios estás haciendo?—preguntó con enojo—¿Cómo puedes insinuar ese tipo de cosas? Recién nos hemos acercado un poco.

Yoongi rodó los ojos.

—¿Qué te sucede a ti? Antes no eras tan lento, estás perdiendo el toque.—alzó el dedo índice—Además, el orden de los factores no altera el producto y para ser sincero, con ese hombre yo no pensaría mucho en el orden.

El rubio tapó su boca horrorizado y ruborizado.

—Mi orden, mis factores, mi producto.—susurró en voz baja señalando a Jungkook, quien se encontraba completamente perdido en sus pensamientos, recostado en el mueble.

I WISH TO LOVE YOU [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora