Día veintidós

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SeokJin salía del gran edificio donde ya no volvería a tomar cursos de ningún tipo, al menos por ese ciclo escolar...

Un poco de nostalgia lo recorrió, ¿Quién pensaría que ese primer día que rezongaba por tener que ir allí después de sus extenuantes clases, volvería a enamorarse?

Además del hecho de que no se fijaría en cualquier persona, sino su omega predestinado. Una chispa de energía le hizo escalofríos en el cuerpo al recordarlo.

Mi predestinado.

Su pareja predestinada había estado mucho tiempo a la vuelta de la esquina y no lo había notado, lo podías notar por las feromonas, pero, si en todas las escuelas eran obligatorios y necesarios los neutralizadores, no podías hacer mucho para encontrar a tu pareja.

Y a pesar de no saber que era su pareja, había caído enamorado por aquel omega de ojos felinos.

Suspiró soñador, sin advertir que estaba caminando hacia el área verde al lado del edificio, esta no era muy transitada, como el sitio donde alguna vez plantaron algunos árboles, puesto que se encontraba a orillas del campus y estaba lejos de los edificios principales y los puestos comerciales. No obstante, era bonito, a pesar de ser solitario.

Recordaba que por allí había una pequeña fuente rodeada de arbustos. Quiso ver si esta seguía igual, con el cemento pulido y agua cristalina borboteando por los tres niveles de la misma.

Al aproximarse donde creía que la encontraría, sonrió al ver la misma construcción que esa vez, solo que ahora tenía a un taciturno omega apoyando sus brazos en la base mientras jugueteaba con el líquido surgiendo y resurgiendo sin descanso.

Era YoonGi.

La sonrisa de SeokJin se extendió y tomó más velocidad hacia el omega, quien lucía muy absorto en el agua escurriendo entre sus dedos, ni siquiera notó cuando el alfa llegó a su lado.

—YoonGi. —Pronunció con una suave sonrisa el mayor.

Sin embargo, contrario a la respuesta esperada, el omega saltó en su lugar y se paró inmediatamente con un pronunciado sonrojo y una mirada nerviosa.

—Hola, SeokJin, que bueno verte, me gustaría hablar, pero tengo que irme. —El omega tomó su mochila descansando en el suelo y la colgó en su hombro, pensando en irse hasta que SeokJin tapó su camino con su cuerpo.

YoonGi alzó la vista, nervioso, no por el alfa, -bueno, tal vez si- pero no se sentía listo para hablar. El ceño de SeokJin estaba ligeramente fruncido, pero suavizó su semblante al ver al pálido omega siquiera intentar hablar.

—¿Estás bien? —Recibió un asentimiento de YoonGi. — ¿Entonces por qué quieres huir de mí?

—No estoy huyendo de ti. —Se excusó YoonGi, aunque su expresión inquieta no daba mucha veracidad a sus palabras.

—Lo estás haciendo, no mientas, ni siquiera me dejaste responderte el saludo. —Recriminó SeokJin con una expresión algo hastiada entonces YoonGi sintió el mismo sentimiento y frunció el ceño.

—Bueno si vienen cinco alfas corriendo hacia mi salón es normal que me sienta algo intimidado ¿No? —Reprochó con una mirada desafiante.

Entonces SeokJin alzó una ceja, confundido mirando al omega detenidamente hasta que su mente hizo clic.

Cortejo ∆ BTS→MYGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora