Salió con desgano de la bicicleta copiosa de libros, ya llevaba casi dos horas leyendo y resumiendo en su libreta y su cuerpo todavía no olvidaba la intensa carrera que habían concluido SeokJin y él cuando había tropezado con una deformación en el suelo. Apenas recordaba haber sentido, por debajo de la placa de hojas, una superficie dura y, para él, tortuosa en esos momentos.
Podía sentir aún la forma del objeto.
Caminó con pasos pausados hasta la salida del edificio. Halló una luz natural y calma, parecía que en unas horas llovería perentoriamente.
Avanzó nuevamente, sin interés en los estudiantes que algunas veces murmuraban cuando pasaban cerca de él. Tenía una vaga idea de porque hacían lo que hacían, y casi todas las veces procuraba ignorarlos, a veces le salía natural, no le interesaban, otras veces si requería algún esfuerzo para concentrarse en su camino.
Ahora, afortunadamente para él, se asemejaba más a la segunda opción, puesto que estaba cansado y no hallaba consuelo en seguir en la escuela más tiempo.
—Había escuchado que andaba con diez alfas, no lo creía hasta que lo vi.
Se elevó un tenso barullo y YoonGi permaneció quieto en su lugar, de repente sintiendo el cuerpo frío y, de igual forma, sintiendo probablemente cien miradas en la espalda.
Respiró hondo y continuó su camino, o... eso pretendía hasta que alguien volvió a usar su hueca cabeza.
—¿Lo ven? les dije que no lo negaría.
¡Vuelve, diles que se metan en su propia mierda! ¡No dejes que te insultes así!
Solo una faceta suya hablando, la otra opinaba algo como: Solo les darás el gusto de que te alteren, ni siquiera te escucharan.
Bien, primero tenía que calmarse, volver a meditar, al menos unos segundos, y asegurarse de tener la mente centrada y fría.
Con ligereza dio media vuelta y, contrario a lo que todos pensaban, en la faz de YoonGi se veía el mismo omega optimista y amable de siempre, incluso una sonrisa adornaba su bello rostro.
Se metió sin mucho cuidado en la medialuna y reconoció a la bocazas gracias a la mirada burlona y la postura altanera.
—¿Fuiste tú? —engreída, no se molestó en fingir y miró con una expresión sabihonda lo que él iba a hacer. Asintió. — Oh, perdón, no sabía de tu existencia hasta hoy, ya sabes, hay personas que si tenemos vida y productividad... Y, por si te preguntabas, si, estoy saliendo con no uno, ni dos, sino seis alfas, no lo olvides. De hecho, los has de conocer, aunque dudo que alguna vez alguno te haya mirado... —respiró hondo— Bueno, me voy, solo para que no te quedes con la duda, querida.
Con la misma agilidad, se fue de allí, como si hubiese recién hablado con cualquier persona para hablar del clima, no había visto las expresiones en los rostros de sus compañeros, y, para ser sinceros, no le interesaba, él había estado lo suficientemente satisfecho con el silencio producido y solo sus pasos escuchándose por el corredor, luego sus mismos pasos girando hacia la izquierda y luego su corazón latiente intensificándose al igual que con sus inseguridades.
¿Y si se lo decían a su padre?
Todo se fue por la borda en esos momentos, la seguridad antes reunida y hasta para vender y regalar se fue como el agua escapando por el agujero de una tubería, ese agujero tenía el título de su padre, y estaba terminando con toda su estabilidad y reemplazándolo por estrés.
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Cortejo ∆ BTS→MYG
FanfictionSe abren los cursos de Psicología en Adolescentes para ayudar a los mismos con problemas de dicha etapa. Min YoonGi, hijo de un Doctor en Psicología Humana, impartirá la clase de "Cortejo" como prueba de su preparación y conocimiento en el campo de...