CAPÍTULO 26

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La tensión en el estadio era palpable, cada espectador retenía la respiración mientras la batalla entre Menma y Gaara se intensificaba. La furia de Menma era evidente; la inmovilidad de Gaara durante la pelea lo había frustrado profundamente. A pesar de sus esfuerzos y los del otonin, ninguno había logrado infligir un daño significativo al pelirrojo de Suna.

El chico de las vendas, Dosu, había sufrido más que Menma, aunque los ataques de Gaara habían sido escasos, cada golpe de su arena era mortal. Menma maldijo en silencio a Dosu por interferir en lo que él consideraba sus golpes decisivos contra Gaara.

Con el ceño fruncido, Menma observó cómo Dosu se lanzaba nuevamente hacia Gaara, quien, imperturbable, bloqueó el ataque sonoro y forzó a Dosu a retroceder para evitar ser capturado por la arena. Menma suspiró y se concentró en canalizar el chakra del Kyubi. A diferencia de su hermana gemela, a él le resultaba más difícil utilizar el chakra del biju.

Una capa tenue de chakra rojizo envolvió a Menma, transformando sus rasgos en algo más salvaje y captando la atención de Gaara. Un segundo Menma apareció al lado del original, extendiendo su mano mientras el clon comenzaba a mover rápidamente las manos alrededor de la del original.

El estadio entero observó con asombro cómo el hijo del Cuarto Hokage se preparaba para utilizar la técnica insignia de su padre. Una vez que la esfera azul del Rasengan se materializó, Menma se lanzó contra el jinchuriki de Shukaku. El Rasengan, infundido con el chakra del Kyubi, impactó contra la arena, que cedió después de unos segundos, golpeando al sorprendido Gaara en el estómago y enviándolo a volar varios metros. La hazaña dejó asombrados a todos, especialmente a los de Sunagakure, que observaban incrédulos cómo su arena era superada.

Menma observó a Gaara caído, con su calabaza rota y liberando toda la arena que contenía. Dosu, por su parte, quedó asombrado ante la proeza de Menma antes de que un sutil destello en su ojo lo distrajera. El destello lo molestó nuevamente, y Dosu comprendió que era la señal para iniciar la invasión.

Se posicionó rápidamente detrás de Menma y del árbitro del encuentro, y con sus armas de sonido al máximo, atacó a los dos ninjas de Konoha, sorprendiendo a todos los presentes en los exámenes de ascenso a chunin. Casi al mismo tiempo, una gran explosión resonó en todo el estadio, causando alarma entre los espectadores que vieron cómo el palco de los Kages se cubría con una espesa nube de humo, de la cual emergieron solo dos figuras.

Dosu observó cómo la chica Uchiha se levantaba de nuevo y cómo los infiltrados comenzaban a atacar. Se lanzó contra Itami, detonando sus armas sonoras a corta distancia, haciendo que Itami se arrodillara e intentara cubrir sus oídos sangrantes.

Menma, mareado, intentó levantarse pero cayó al ser atacado nuevamente por el ninja del sonido. Dosu frunció el ceño al ver que la chica Uchiha se levantaba una vez más, aunque desorientada y con sangre saliendo de sus oídos. Intentó atacar de nuevo, pero se detuvo al ver los ojos de la chica, que ahora eran rojos con un patrón de tomoes negros.

Las dos figuras que escaparon de la exposición en el palco de los kages calleron en la arena cubiertos de humo.

Jiraiya y Minato se revelaron en el humo, ambos estaban cubiertos de quemaduras, ellos no esperaron que los guardias del kazekage estuvieran cubiertos de papel bomba, y tampoco ninguno se dio cuenta de que el sandaime y Orochimaru ya no estaban con ellos.

Jiraiya, el cual había sido el primero en reincorporarse solo frunció el seño al notar una ligera arena dorada en el suelo de la arena de combate, tomó de la copa a Minato y lo jalo, saltando para evitar que ambos fueran empalados por la arena dorada del kazekage que saltó de las gradas vistiendo el traje anbú de Konoha.

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⏰ Última actualización: Jul 25 ⏰

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