Mientras los dos hombres tomaban un cuerpo cada uno, para llevárselo lejos de aquel lugar, Ranma Saotome, seguía llorando mientras su cuerpo lo tenia hecho como un ovillo.
-Todo esto es solo una pesadilla, todo esto es solo una pesadilla -susurraba, repitiéndolo como un mantra, mientras lagrimas resbalaban por su rostro, hasta que se quedo dormido de nuevo.
En otro lado, lo suficientemente lejos de la pelirroja, Pantimedias Taro terminaba de sepultar el cuerpo que le había tocado, su cabeza ya estaba mas fría sobre los pensamientos que le aquejaban antes, así que volteo a ver al otro joven que igual que él, ya estaba terminando con el sujeto que le había tocado enterrar.
-Y bueno, ¿Cómo terminaste en este bosque cerca de Nerima? -pregunto Taro para luego el mismo responder -Espera, no me digas, te perdiste como siempre, jejejejej -reía el ahijado del maestro Happosai.
Ryoga aun estaba divagando en si lo que había dicho la pelirroja tenia algún otro sentido, uno que su mente ya estaba procesando como que eran pareja, y el maldito de Ranma se aprovechaba de su cuerpo como mujer para engañar a la encantadora Akane, así que cuando escucho las risas del maldito amante de Ranma, su coraje creció.
-Porque demonios te ríes, acabo de matar a dos personas, que quizás se merecían eso, pero tu debiste estar ahí protegiendo a tu amante -hablo lleno de ira, sujetando el cuello de la ropa del chico minotauro.
-¿Mi que? -pregunto abriendo los ojos, para luego analizar las palabras implícitas -(Ohh, así que piensa que el afeminado y yo somos algo, jejeje, eso es algo estúpido, pero pareciera que esta celoso jejeje, debería divertirme con él, mmm) -pensó.
-Tu amante -repitió agarrando más fuerte la ropa del cuello.
-¿Porque te interesa si el afeminado y yo somos algo? -pregunto golpeando el brazo que lo sujetaba.
-¡Auch! -se quejo el chico cerdo tallando su brazo -Akane es su prometida, ella sufrirá si se entera que ustedes son amantes -hablo molesto, con un dolor en su corazón, pues al parecer el ahijado del maestro pervertido no negaba que tenían algo -(Porqué me duele mi corazón, el que Ranma este con otra persona es la mejor noticia para que por fin pueda estar con mi amada Akane, pero porque me siento deprimido) -pensó.
-Ahh, te refieres a la chica marimacho, bueno no creo que realmente importe ella en estos momentos, ya que no se encuentra aquí como podrás observar, porque en mi opinión pareciera que quien te interesa es Saotome, pero mi duda es si estas así por el chico pelinegro o la despampanante pelirroja -hablo burlonamente.
El chico cerdo solo abrió los ojos, sonrojándose, aquellas palabras tenían un poco de sentido, pero en ese momento decidió no analizar lo que había escuchado, eh ignoro las palabras dichas.
-Así que no me equivoco, pero no te preocupes cerdo asesino, el afeminado y yo no somos nada, solo fue coincidencia, además como te dije hace poco, lo que le paso, le suceda o pueda padecer, no es de mi interés, agradece que te ayude con tu crimen, solo buscare mis pertenencias y seguiré mi camino -contesto socarronamente -(Mientes, ella es mía) -fue lo que escucho en su cabeza, suprimiendo los pensamientos que tenia su maldición, ignorando aquellas palabras que se habían colado de manera subconsciente, palabras que muy pocas veces manifestaba su maldición, empezó a caminar de regreso para cumplir las palabras que había comentado.
El joven Hibiki, se sintió aliviado al escuchar lo que había dicho el joven minotauro, ya después pensaría porque se sentía dichoso, solo decidió seguir al joven para no perderse.
En otro lugar, siendo más precisos con la chica pelirroja, quien apenas despertaba, su psique había bloqueado lo sucedido para suprimir el trauma que había sufrido, olvidando lo que había pasado hace poco con aquellos hombres. Así que se levanto tomando las prendas de ropa que usaría ese día, suponía que tanto Pantimedias como Ryoga, habían ido a entrenar, puesto que no los había olvidado, solo sabia que estaban por ahí, sin recordar cual era el motivo de sus presencias.
Camino con todo en sus manos, ajena a la condición que tenia su cuerpo, hasta llegar al lago, donde se sumergió y empezó a bañarse, viendo que aún salían rastros de sangre del dichoso periodo.
-Mmm, con esto ya son 3 días, pff, mejor me apuro ah asearme, si no, no llegare a tiempo para entrenar con ellos -hablo la joven Saotome, apresurándose -(No lo olvides, por favor, no te hace bien) -susurro su subconsciente, escuchando quedamente aquellas palabras -Que fue eso -hablo quedo Ranma, buscando alrededor por si había alguien, al ver que no era así, termino de bañarse y salió hacia la orilla para empezar a vestirse, se puso un conjunto de ropa interior color rojo, si no se equivocaba era un conjunto deportivo femenino, algo cómodo para sus pechos hasta cierto punto, el calzoncillo se lo puso, colocando la toalla femenina, para luego subirse la prenda, cuando termino, se puso un short negro, demasiado corto para su gusto, observo marcas raras en sus muslos al igual que en otras partes de su cuerpo pero todo se lo aquejo a mosquitos y que el mismo se había lastimado las muñecas practicando algún ejercicio, sin tomarle importancia al asunto, al final se puso una camiseta sin mangas blanca que era demasiado grande además de coqueta, pues dejaba expuesto su cuello, brazos, los costados de su vientre, y el cimiento de sus senos.
-Listo, estúpido entrenamiento, debo de tener mas cuidado; mugrosos mosquitos, tengo todo el cuerpo marcado, pfff -susurro agarrando su ropa sucia, luego la lavaría, necesitaba entrenar, y volverse más fuerte.
Pantimedias Taro y Ryoga Hibiki, llegaron a la casa de acampar, sin encontrar a la joven, ambos estaban algo preocupados, pero solo el chico cerdo, exteriorizaba sus sentimientos, el joven minotauro solo entro a la tienda empezando a guardar sus pertenencias, observando en el rincón la bata desgarrada, que tomo inconscientemente guardándola en su maleta, cuando salió vi que la chica pelirroja estaba llegando, sonriendo como si nada hubiese pasado, su cuerpo hirvió de sangre extasiado al ver que todas las marcas que tenia su cuerpo eran las que el le había hecho, solo había dos que el no había elaborado, la marca de los dedos en sus muslos, y las muñecas moradas, aquello lo molesto tanto, que no se dio cuenta que su sonrisa había desaparecido, Ryoga al menos no había empezado a buscarla como desesperado, porque probablemente se hubiese perdido, así que cuando la vio sonriendo con su cuerpo todo marcado, se preocupo, algo no estaba bien con la chica.
-Hey, chicos, ¿ya dejaron de entrenar? , rayos yo iba a ir a buscarlos, necesito volverme más fuerte -respondió mirando a ambos hombres.
-¿Ranma te sientes bien? -pregunto el chico cerdo.
-Claro, porque no me sentiría bien -respondió intrigado la pelirroja.
-Tu cuerpo, los moretones -dijo el ahijado de Happosai, esperando ver algo, que recordara que él había hecho aquellos chupetones a su cuerpo.
-Ah, solo son piquetes de mosquitos, y me lastime entrenando, pero ya desaparecerán -respondió intrigado por como lo miraban -¿Sucede algo? -pregunto al observar su silencio.
-Pues... -intento hablar el joven minotauro molesto porque no recordara lo que habían hecho.
-Nada, todo esta bien Ranma -respondió Ryoga, observando al chico Taro, dándose cuenta que la pelirroja estaba en shock y su cabeza había suprimido lo que le había pasado, no era buen momento recordarle lo que había vivido, apenas unas horas antes, cuando apenas estaba amaneciendo.
-¡Oh rayos, ya regreso, se me olvido algo! -respondió la pelirroja, corriendo de regreso al lago, había olvidado recoger la toalla que se había quitado, lo que menos necesitaba es que alguno de aquellos dos la encontrara, empezando a hacerle preguntas incomodas, que no estaba dispuesto a responder.
Cuando la pelirroja se fue, el joven minotauro, le reclamo al chico cerdo porque no le había dicho lo que había pasado unas horas atrás, éste solo respondió que Ranma había eliminado ese recuerdo por alguna razón, que no era nada bueno recordárselo de repente; el chico Pantimedias, solo se molesto más y decidió irse de ahí, no tenía que involucrarse en algo que en realidad no le concernía, además de que no valía la pena rememorarle nada de lo que casi habían hecho, probablemente estaba algo ebria y por eso no recordaba nada. Se hecho agua fría tomando una botella de las que llevaba y sujeto sus pertenencias, para irse volando del lugar; estando en su forma maldita, escucho como ésta se resistía a irse, pero con su fuerza de voluntad logro marcharse, Ryoga solo lo vio desaparecer como un punto que se iba difuminando en el cielo, sin embargo poco le importo que el joven Taro se hubiese marchado y decidió esperar a que la pelirroja regresara, pues sabia que si se iba a buscarla terminaría perdido, no tardo demasiado en verla correr contenta, le dolió demasiado, porque el sabia lo que había pasado y necesitaba ayudarla de algún modo.
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Es Posible Esto
FanfictionAh unos meses del intento por juntar a las familias Tendo y Saotome para casar a Ranma con Akane, y ahora con un año y medio de tener la maldición en su cuerpo, está por fin logra su cometido cambiar el organismo de Ranma más de lo que de por si ya...