Altruismo interesado

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Mientras que la joven pelirroja practicaba desde las 3 de la mañana ya que había despertado sobresaltado, para hacerlo por cuatro horas sin descanso, siendo ahora las 7 de la mañana, Ranma se dio un baño, dándose cuenta que aún seguía con aquel problema desagradable, al regresar se encerró en la casa de acampar volviendo a dormir, resintiendo el cansancio físico y mental, sin embargo a pesar de ser lunes y tener ahora 5 días aun con el sangrado, supo de inmediato que no iría de nuevo a clases, con temor decidió no seguir solo en medio de la nada, por primera vez en su vida temía por su cuerpo, por lo que había experimentado, así  que después de descansar, decidió guardar todo, sin darse cuenta que ahora le daba pavor estar solo acampando, inconscientemente se sentía seguro con compañía, no se imaginaba que ahora no tendría el valor de irse así si pasaba de nuevo el siguiente mes con el periodo, al menos los cólicos ya no eran tan dolorosos como un día antes, al terminar de guardar, empezó a caminar de regreso hacia la ciudad.

Katsumi, se preguntaba si la chica estaría bien, no la había encontrado al día siguiente en donde la había dejado, al parecer no le había dado su dirección real, cuando al tocar la puerta le abrió otra joven y le dijo que ahí no vivía nadie con el nombre que la diera la oji azul, aquello le intrigo, pero estaba seguro que ella debía vivir por aquella zona, a pesar de todo no se había topado con la pelirroja, ya era lunes, sabía que parecía un acosador, pero se sentía preocupado, así que después de haber dado una ronda por aquel lugar a las 3 de la tarde decidió regresar a su negocio, fue ahí cuando la vio, venía cargando una enorme mochila, se miraba cansada a pesar de que iba saltando por los tejados, y con disimulo la siguió en su auto, sorprendiéndose de que había llegado a un parque solitario, Saotome, estaba cubierto con ropa, deportiva, un traje que era de él y le quedaba grande, estaba muriendo de calor, pero no quería mostrar su cuerpo, que estaba lleno de moretones y marcas, no regresaría a la casa Tendo hasta que desaparecieran por completo de su piel, seria incómodo para el que le preguntaran como se las había hecho, y aquello era algo que aún no podría responder a pesar de saber la posibilidad implicada, hasta que por fin se detuvo en un lugar en donde luego solía estar el chico cerdo, bajo sus pertenencias para quitarse la chamarra, el calor lo estaba sofocando, haciendo que se sintiera mal, al ver sus muñecas, embargándolo de nuevo el llanto, temblando levemente, abrazándose con impotencia, sin notar que era observado; el joven rubio al ver a la joven de aquel modo, abrió sus ojos preocupado al notar aquellas marcas en su hombro y cuello, su llanto y el que se abrazará así misma, le hacía darse cuenta que su preocupación quizás no había sido en vano.

-Ranko -hablo con una voz preocupada, sabía que tocarla en su estado actual podría ser malo.

-¡Ya te dije que no soy Ranko idiota, soy Ranma, Ranma Saotome! -exploto girando su rostro con ira y lágrimas, abrió sus ojos al ver que no era Ryoga quien le había nombrado, la desesperación lo hizo tomar su mochila para irse de ahí, pero de repente su maleta fue sujetada.

-Espera Ranma -hablo aun preocupado el joven Katsumi. -No te miras bien, no sé qué te ha pasado, ni quiero hacerme ideas precipitadas por como luces y te miras, pero si te vas así, podría pasarte un accidente, tengo un pequeño departamento en donde podrías quedarte o bien puedo llevarte con la abuela Chiyoko -comento viendo temor y más lágrimas en la joven, quien limpiaba con su brazo aquel rastro, Ranma no sabía qué hacer. -Te prometo que sea lo que sea que te haya pasado te ayudare -dijo tratando de convencerla.

-... -las palabras no salían de su boca, pero de repente escucho un susurro. -(Acéptalo). -(El realmente no me conoce y no es buena idea estar en la casa Tendo, no hasta que los moretones desaparezcan) -pensó la oji azul, solo moviendo su cabeza afirmativamente.

-Suelta tu maleta, yo la llevare, mi auto esta allá afuera, solo dime si te llevo con la abuela -comento Katsumi.

-Departamento por favor -susurro la pelirroja, soltando su mochila, para colocarse de nuevo su chamarra, luego solo siguió al joven quien le abrió la puerta para que ingresará, Katsumi entro y puso el vehículo en marcha, dirigiéndose al mismo, el trayecto fue en completo silencio, Saotome iba ido. Después de casi una hora de viaje, el auto llego a su destino, era un edificio con varios departamentos, aquel lugar era de él, así que después de bajar la maleta y  abrirle la puerta a la chica, le pidió que le siguiera, sin escuchar la voz de la joven solo viendo su forma de actuar, que era retraída en comparación a la de antes, por fin entro al elevador hasta dirigirse al Penthouse, donde se detuvo el mismo y salió para entrar a su hogar, Katsumi, estaba pensando en ese momento que fue muy precipitado de su parte, el decir sobre aquel lugar, ya que él vivía ahí, esperaba que la pelirroja no se alarmara.

-¿Gustas algo de beber? -pregunto viendo a la oji azul aun parada quien solo dijo que no. -Puedes sentarte Ranma -hablo, viendo aquel movimiento, hizo lo mismo, lo suficientemente alejado de la joven. -Aquí es en donde yo vivo -soltó, viendo que la pelirroja alzaba su cara molesta. -No te traje con ninguna intención en particular, solo estoy preocupado, pero aquí hay otra habitación que no está ocupada, puedes quedarte en ella, te daré la llave para que la mantengas cerrada, cuenta con un baño independiente, yo no siempre suelo estar aquí, más que nada, a veces en las noches para dormir, así que Ranma puedes seguirme, te mostrare que habitación es y mientras puedes descansar, lo necesitas mucho, yo saldré, hay comida para que te puedas preparar algo o bien puedes pedir a domicilio, te dejare todo esto aquí -comento sacando dinero de su billetera, luego se levantó y busco en un cajón las llaves que había mencionado, la recamara estaba cerca y al llegar hasta el lugar, inserto la que era y esta se abrió. -Es aquí, entra cuando gustes, dejare tu maleta en la entrada -comento buscando lo dicho para colocarlo en aquella esquina. -Estas en tu casa Ranma, vendrá una amiga, quizás en una o dos horas, para que le abras por favor, yo regresare hasta más tarde -dijo preocupado por el silencio de aquella pelirroja jovial, hasta que escucho un de acuerdo, al final agrego algo más. -Si el teléfono suena, seré solo yo, contesta por favor para que me quede más tranquilo, nos vemos luego Ranma -dijo saliendo hacia la entrada para cerrar la puerta, subió al elevador y marco un número que tenía grabado, estuvo sonando hasta que alguien contesto. -Buenas tardes, disculpa que te moleste a pesar de estar retirada, pero estoy preocupado por una persona, ¿crees que podrías venir a platicar con ella? -dijo para luego seguir conversando, ya había bajado hasta su vehículo. -No, ella no me pidió ayuda, y yo sé que no se puede obligar a nadie, solo quiero que hables con ella y ya ella decidirá, ¿podrás? -pregunto ansioso. -Perfecto, muchas gracias, está en mi departamento, le dije que alguien llegaría, así que no te preocupes, te abrirá una vez llegues, muchas gracias Dra. Primayine y por favor lleve medicamentos, vi algunos hematomas en su cuerpo -comento preocupado pero un poco más aliviado, ya estaba dentro de su auto por fin, antes de arrancar hizo otra llamada, poniéndola en alta voz. -Buenas tardes Naon.

-Buenas tardes señor Katsumi -respondió una voz mayor. -¿A quién necesita investigar? -pregunto la persona del otro lado.

-Ranma Saotome, todo lo que puedas por favor, de ser posible quisiera la información en esta misma semana -dijo el joven.

-Le costara el triple, por la premura de todo, siempre trabajo en un mes, ¿debo suponer que es alguien muy poderoso que amenaza sus negocios o vida personal? -pregunto el hombre del otro.

-Eso no es algo que deba importarte, solo obtén toda la información que sepas de Ranma Saotome y de ser posible Ranko Hibiki, el precio no será un problema, solo dígame cuando tenga todo, para ir a buscar dicha información -dijo escuchando un sí, para luego colgar. -Necesito quede todo esto listo antes de que me tenga que ausentar -hablo para sí mismo, sabiendo que la siguiente semana aparecería la luna nueva, partió de ahí, hacia la empresa de su padre.

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