Cuando Saotome se quedó solo empezó a pensar que quizás todo lo que había escuchado solo eran mentiras, escuchando su voz decirle que solo era el quien se mentía, después de eso cerro la habitación y se volvió a dormir, esperando no tener nuevamente pesadillas. A las 2 am llegaba el dueño a su casa, para encerrarse en su habitación y dormirse por fin. La pelirroja volvió a tener pesadillas a las 6 de la mañana que lo hicieron correr a bañarse, notando por fin todas las marcas que estaban en su cuerpo, aun negándose todo a sí mismo, dos días después seguía en aquel lugar, saliendo lo mínimo de aquella habitación, encerrándose, para que el joven no entrase, le importaba muy poco si aquel chico desconocido, le hablaba del otro lado, diciéndole que ya se iría para que estuviese libre en aquel apartamento, que solía limpiar, una vez el joven desparecía, como pago por el simple hecho que se quedaba ahí. El jueves en la mañana se dio cuenta de que ya no sangraba, a pesar de sentirse de la mierda, porque no dormía bien, por las cosas que soñaba, se sintió emocionado y feliz, con la esperanza de que al bañarse con agua caliente sería de nuevo él, sin embargo al ingresar al baño confiando que sería el, su alegría desapareció, al ver que no cambiaba, sintiéndose mal, teniendo un ataque, salió desesperado con una toalla rodeando su cadera para marcarle a la doctora, quien ya le había dicho sobre aquella posibilidad, Saotome pensaba que Katsumi, de nuevo se había ido; para el dueño del departamento cada vez era más difícil todo aquello, se sentía muy preocupado por la pelirroja, pero lo más preocupante, era el hecho de que su aroma se intensificaba, y estaba impregnado en toda la casa, por lo mismo trataba de pasar el menor tiempo ahí, Saotome, estaba desesperado al escuchar solo como sonaba del otro lado la línea y nadie respondía, cuando por fin escucho del otro lado la voz de la mujer, hablo.
-¡Doctora no he cambiado! -exclamo sintiendo las lágrimas y el temor crecer.
-Respira Ranma, tranquilízate, estaré ahí lo más pronto posible -hablo Primayine.
-Lo intentare -hablo con la voz quebrada, derramando lágrimas.
-Ranma, ¿Katsumi está en el departamento? -pregunto la doctora un poco preocupada.
-No lo sé -fue todo lo que dijo, aquello no lo sabía con certeza, trataba de interactuar lo menos posible con él, a pesar de que aquel joven había sido tan amable con ella.
-Escúchame, ahorita quiero que cuelgues y te encierres en tu habitación, no abras esa puerta hasta que yo llegue, Katsumi me envió unas llaves para poder entrar, solo cuando escuches mi voz me abres, ¡hazlo ya! -exclamo preocupada por la joven.
-¿Por qué? -pregunto contrariada, escuchando como se abría una puerta.
-Ranma... -gruño una voz al ver unos pechos expuestos, un vientre delgado tonificado, cabello suelto escurriendo agua y unas caderas pronunciadas, tiro lo que sostenía, aquel ruido lo escucho también la mujer del otro extremo.
-¡Corre y enciérrate Ranma! -grito la mujer, escuchando como tiraba el teléfono. La pelirroja sintió un miedo indescriptible al ver aquel hombre.
-Enciérrate -logro hablar Katsumi, peleando consigo mismo, sin embargo, la oji azul se tropezó, cayendo desnuda, la toalla que cubría su intimidad se había liberado, aquello enloqueció más al joven al visualizar su cuerpo con marcas, se acercó como un depredador hasta ella. Ranma tembló al ver aquellas pupilas dilatadas y unos colmillos asomándose.
-Aléjate -expreso Saotome temblando cubriendo con la toalla su cuerpo desnudo.
-¿Quién te toco? -pregunto roncamente. -¿Quién te dejo esas marcas Ranma? -pregunto cerrando sus ojos, oliendo que aún era virgen, que era pura, sin darse cuenta se había acercado oliéndola, hasta que llego a su pelvis; la oji azul tembló con miedo, el cual fue desapareciendo al sentir su nariz frotando sobre pelvis. -Hueles delicioso Ranma -hablo ronco, olvidando las preguntas que hiciera.
-Pa..., para... -tartamudeo, sintiendo su intimidad extraña, aquello lo olio Katsumi, sintiendo su mimbro más duro, no debía perder el control.
-Enciérrate en tu cuarto, no creo poder resistir las ganas que siento al querer probarte, saborear tu excitación y el deseo que emana tu cuerpo -hablo ronco, cerrando sus ojos, la pelirroja, bajo la mirada, observando una erección en su pantalón y como se miraba mojado.
-¿Por qué dices eso? -pregunto sintiendo escalofríos en su cuerpo, tenía miedo pero se sentía extraño.
-Puedo olerlo Ranma, tu cuerpo soltando ese aroma embriagador por el simple hecho de que ya termino tu ciclo, y solo puedo sentirlo porque pronto será luna llena, enciérrate, porque no quiero hacerte algo a la fuerza -hablo sin querer abrir los ojos, sus puños los tenía apretados con fuerza, sintiendo la excitación del cuerpo contrario. La contraparte femenina de Ranma, solo miraba aquella erección notoria, sintiendo curiosidad, con el chico sin poder ser el aun y sabiendo que tenía algo de control, porque estaban en desacuerdo constantemente, se retiró la toalla, gateando hasta el hombre, a quien empujo hacia atrás, subiéndose encima de aquel cuerpo, Katsumi abrió sus ojos sorprendido, al sentir como se humedecía su entrepierna.
-Aaahhh..., aaahhh... -jadeo Saotome, frotando su intimidad con aquel trozo de carne caliente, que podía sentir debajo de sus pliegues, Katsumi, gruñía, notando que esa no era Ranma, y antes de que hiciera algo de lo que se arrepentiría la chica, la cargo de sus glúteos con cuidado para encerrarla en su habitación, sin embargo sintió como se enroscaban aquellas piernas. -Más..., aaahhh... -gimió Saotome al sentir como ahora le recargaban en la pared acelerando aquellas embestidas.
-Dios, quiero entrar en ti -gimió una voz diferente.
-Hazlo antes de que ellos se den cuenta -jadeo la voz femenina, sintiendo las embestidas más rápidas, la contraparte de Katsumi haría que ella se corriera, y luego la haría suya, sin embargo cuando sintió como mojo su miembro, el chico volvió en sí, corriéndose en su pantalón, al darse cuenta que algo había pasado, ya que no recordaba como había terminado de aquella forma, viendo como el cuerpo de la chica, caía lapso, antes de que nuevo se excitará, entro a la recamara de la joven, la coloco en la cama y salió cerrando con llave aquel cuarto, levanto lo que se le había tirado antes de que pasará todo eso, dejo el teléfono en su lugar y se encamino a encerrarse en su habitación por dentro, notando como de nuevo, tenía una dolorosa erección al sentir el aroma de ella en aquel cuarto, precisamente, en sus pantalones, tenía que irse de ahí ya, antes de que se descontrolara más de la cuenta y volviese a perder la noción, inmediatamente se desnudó, al quitarse los pantalones, pudo sentir el aroma de la pelirroja nuevamente, por lo que termino inhalando aquella embriagadora esencia, empezando a masturbarse.
-Grr..., aaahhh... -jadeaba como un animal, oliendo el lugar que había mojado aquella chica, hasta que se liberó, después de hacer aquello, al terminar de bañarse, enjuago su ropa, no quería volverse a masturbar, no cuando sabía que perdería el raciocinio si no tenía cuidado.
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Es Posible Esto
FanfictionAh unos meses del intento por juntar a las familias Tendo y Saotome para casar a Ranma con Akane, y ahora con un año y medio de tener la maldición en su cuerpo, está por fin logra su cometido cambiar el organismo de Ranma más de lo que de por si ya...