Dra. Primayine

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Ranma al quedarse solo volvió a llorar, metió su maleta en aquel cuarto e ingreso al baño, con la esperanza que al mojarse con agua caliente regresara a ser él, pero eso de nuevo no paso; frustrado a pesar de estar como chica, decidió ponerse de nuevo su ropa masculina, dejándose solo una pantaleta de chica con una toalla para no mancharse, después de aquello decidió cocinar algo, necesitaba alimentos que le hicieran sentir mejor anímicamente, después de comer, estaba por irse a encerrar a su habitación, hasta que un teléfono sonó, se acercó escuchando al joven del otro lado que le preguntaba cómo estaba, respondió solamente con monosílabos, al colgar, se encamino de nuevo hacia donde estaría durmiendo, pero ahora fue la puerta la que escucho que tocaban, al recordar lo que le dijera aquel señor, abrió encontrando a una mujer, una señora quizás más grande que su padre, por las canas de su cabello, llevaba un maletín, entrecerró sus ojos consternado.

-Hola buenas tardes -comento amable la señora, notando como le esquivaba aquella jovencita, podía sentir la hostilidad.

-Buenas tardes -respondió Saotome.

-¿Me permites pasar para que podamos conversar? -pregunto sonriendo.

-De acuerdo -fue todo lo que contesto la pelirroja, apartándose para permitir el acceso a aquella mujer, quien se quedó parada en el sillón, esperando a que le permitiera sentarse. -Puede sentarse -dijo haciendo lo mismo él.

-Gracias, mi nombre es Primayine, ¿Cuál es el tuyo? -pregunto cordialmente.

-... -no sabía que nombre dar, pero si aquella persona la había mandado aquel muchacho, igual ya sabía su nombre, aun indeciso dio su nombre real. -Ranma -fue todo lo que respondió.

-Es un nombre muy bonito, tiene muchos significados -comento sin querer imponer alguno.

-Si, mi madre lo eligió -fue todo lo que respondió sonriendo, volviendo a su actitud defensiva.

-No quiero incomodarte, así que te pido escuches por favor y luego de eso hasta que termine de hablar podrás darme tu opinión, yo la respetare, ¿te parece Ranma? -pregunto, escuchando un sí. -Katsumi me hablo, él no me dijo absolutamente el porqué, pero yo soy una psicóloga jubilada -comento viendo a la chica molesta lista para gritar, pero cerro la boca. -Cómo te digo él no me dijo nada, solo me pidió que viniera a hablar con alguien, pero independiente de eso, me dijo que trajera mi maletín médico, ya que antes de especializarme como psicóloga fui médico general, así que realmente no sé porque estoy aquí, independientemente de eso, yo haré lo que tú me pidas, si quieres que te revise, porque tienes heridas, golpes, hematomas o algo te curare si así lo deseas, pero si tus heridas no solo son físicas, sino que también te hayan afectado, puedes hablar conmigo y comentarme todo, yo no diré nada, esto será solo entre tú y yo en ambos modos -comento viendo lagrimas correr en aquel rostro.

-Yo estoy bien -comento sin querer ver a la mujer.

-Ranma, puedo ver claramente que no lo estas, desde que entre me he dado cuenta y Katsumi, al parecer igual se dio cuenta de algo, por eso me pidió venir, como te dije yo no te obligare ah algo que tu no desees, pero te dejare mi tarjeta para que tu seas quien me busque cuando lo desees, de acuerdo -dijo escuchando un sí, para entregarle la misma, notando las muñecas de la joven. -En cuanto a lo otro, ¿me dejas revisar tus heridas por favor? -pegunto, viendo incomodidad. -Solo así puedo ver si hay posibilidad de que desaparezcan antes, pero si no quieres, entonces no insistiré Ranma -concluyo amable, para empezar a levantarse y retirarse de ahí.

-Está bien -comento la oji azul temblando.

-Bien vayamos a la habitación y ahí podrás desnudarte, solo necesito que te quedes en ropa interior por favor -comento cerrando la puerta a donde la había conducido la pelirroja, quien temblando se desnudó enfrente de la mujer, la Doctora abrió los ojos al ver ciertas marcas, visualizando que habían sido a la fuerza unas más que otras, pensó una idea de lo que le había podido suceder, pero lo mejor era no decir nada. -Muy bien Ranma, de todo tu cuerpo que es lo que te duele más -dijo.

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