Capítulo 15

521 54 8
                                    


 

Alessandra

 
 

—Pasajeros del vuelo BA2490 favor dirigirse al área de embarque.

Me incorporo sujetando el abrigo. Pasaporte y billete en mano. Defino mis pasos hacia la zona indicada cuando el teléfono me vibra en el bolsillo.

Lo saco rápido y descuelgo.

—¿Mami? —la voz de Eleonora.

—Hola cielo —hablo apurada—. ¿Cómo estás? Te echo mucho de menos. ¿Tienes ganas de ver a mami?

—Quiero que vengas por mí —suena seria—. La abuela Rose no me deja hacer todo lo que quiero, es muy mandona y no me trata como una reina, papi dice que todos deben tratarme como una.

—Lo sé, cielo la abuela Rose está un poco mayor, ¿puedes hacer eso por mami? ¿Puedes ser un poco obediente, hasta que vaya por ti?

—¡¡No, quiero!! ¡¡¡Ahhh!!! —pega un grito que me ensordece.

—Escucha —detengo mis pasos—. Iré por ti, de acuerdo, cálmate.

Deja de gritar.

—¿Cuándo vienes, mami, por qué tardas? ¡No te veo entrando por la puerta!

—¡Por Dios, Eleonora!, acabas de pedirme que vaya por ti es imposible que ya este ahí, debes esperar cielo.

Ella sabe que lo que me pide es imposible.

—Mamma —susurra mas bajo—. El abuelo Connor se tiró un pedo en el comedor.

Escucho una risita traviesa.

Camino con rapidez.

—Dice que las habichuelas de la abuela lo ponen pedorro —se ríe.

—Cielo esas cosas no se cuentan ¿Vale?

—¿Por qué?

—Bueno, por que son cosas entre familia —explico deteniéndome en la puerta de embarque.

—Aquí me a burro mamma.

—Lo sé mi amor, mira en unas horas estaré ahí, ¿de acuerdo?

No responde y sé que debe estar frunciendo el ceño, o haciendo cara de descontento.

—Tengo que dejarte cielo te lo compensaré, lo prometo, besitos mi vida.

—Vale, adiós —me cuelga.

Cuelgo y termino entrando a la zona que me corresponde. Saco mi pasaporte dispuesta a mostrarlo, pero el teléfono me vuelve a vibrar, lo descuelgo rápido sin mirar siquiera quien es: deduzco que mi madre o Eleonora.

—¿Qué haces en el aeropuerto, por qué Eleonora está en las afueras de la ciudad y qué coño hace Anastasia en Latinoamérica?

En palidezco al reconocer la voz de Jayden, estoy entre la emoción de saber que está bien y la angustia de no tener una respuesta contundente a su pregunta. Y… ¡¡Anastasia en Latinoamérica!!

—Señora ¿podría pasarme el documento? —murmura la mujer que tengo frente a mí, me señala la cola que estoy formando deteniendo el flujo de personas.

—Disculpe —susurro apartándome de la entrada. «Voy a perder el avión».

Jayden no habla y da por hecho que no tengo una respuesta a su pregunta.

—Este —me rasco la nariz—. Estaba preocupado por ti, he perdido un poco el control de la situación, Eleonora está con mis padres y Anastasia quiso hacerme creer que se iría con Franco a ver la aurora boreal, al parecer me mintió.

Desenfreno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora