Capítulo 18

566 57 12
                                    


 

Jayden

Alessandra se para a mi lado con una voz extraña me pide que vayamos a una esquina disculpándose con sus allegados. No he dudado en incorporarme primero porque me siento estúpido en esta reunión y segundo porque si estoy aquí es por ella, realmente no sé en qué momento ella me envolvió tanto como para conseguir cada maldita cosa que se proponga, pero, lo consigue.

Apenas me explicó la llamada que recibió le he llamado al soldatto que custodia a Anastasia en su instituto para que aumente su seguridad, según él todo está en orden por allí. 

Alessandra volvió a la mesa y yo me alejé unos pasos mas asegurándome de que no me fueran a escuchar.

Lo primero que hice fue intervenir el teléfono para que no rastren, o puedan recolectar información del teléfono, y lo segundo marcar de vuelta al número que dejó Góluber para que lo contactaran. 

—Tardaste mas de lo esperado —alude una voz ronca con un fuerte acento ruso.

—Muy bajo llamar a mi mujer, Góluber —gruño enderezando los hombros.

—A mi me parece que no —sisea—. Debo felicitarte por lo bien que lleva el negocio tu esposa, es uno de los mejores bancos de Europa y a pesar de eso, no ha llamado la atención de las autoridades. Quiero felicitarte, la señora Glass es una experta.

Tenso los hombros y alzo el mentón rígido.

  
—¿Dime? —empiezo—. ¿Qué coño quieres? Ve al grano.

Lo puedo sentir moverse incluso el cambio de su respiración se percibe.

—No quiero empezar una guerra —murmura—. Estoy en territorio italiano; no me conviene, así que voy a ir al grano. Quiero a mi hija: Anastasia, tengo una foto de ella, sé que esta viva y que lleva tu apellido. Sin rencores Glass, tu me la entregas y yo me regreso a Rusia con mi heredera.

—Qué te hace pensar que las cosas serán así de fácil —refunfuño.

—Oh, no. Nunca pensé que serían fáciles, pero sí realista, veras, como padre pensé que entenderías lo que significa que te quiten a un hijo. Tienes una bambina muy hermosa e inteligente, ¿Eleonora se llama?, me asombró leer su expediente y ver el curriculum  que tiene a su corta edad. Tienes una genio en casa, espero no tener que ir por ella. Diría que también por tu mujer, pero para que sea justo, un heredero por otro. Pero no hay que llegar a nada de eso. Incluso me interesa hacer un trato, me interesa también hacer un gran pedido de explosivos y municiones, si algo sabe reconocer un buen rival es cuando su enemigo fabrica los mejores del mercado. Puedes tomarte esto como el comienzo de una alianza, Glass. Me entregas a mi hija, hacemos el trato y aquí no ha pasado nada.

Suelto una risa irónica que va mas allá de la soberbia. 

—Yo no hago tratos con el enemigo, Góluber —siseo indiferente.

—Glass —me interrumpe—. Tengo contactos en la DEA que pueden limpiar tu expediente todo lo que han recolectado de ti y tu familia desaparecerá, si algo cataloga al Don de la mafia roja es que tiene palabra y eso tu y yo lo sabemos. Puedo ayudarte a que limpies tu expediente quitarte a la poli de encima  ¿Qué te parece?

Por supuesto que me interesa proteger a mi familia, podría interrogar a Sofía y luego deshacerme de ella; entregarle a Anastasia a su padre y calmar las cosas. O, podría negarme y armar una guerra la cual no me conviene aun sigo en ascuas con mi padre y con la muerte de mi hermano “Su favorito” él debe estar ardiendo de impotencia loco por atacarme en cuanto baje la guardia por lo que no quiero armar una guerra con otro clan y llamar a la atención. 

Desenfreno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora