Capítulo III

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—Black, ¿dónde estás?

—aquí estoy—dijo desde el comedor. Estaba sentado esperándolo.

—Hola.

—hola, ¿cómo te fue?

—agh...ya sabes, igual que siempre.

¿está contento? Que raro... ¿Tenías bastante trabajo?—se levanta para servirle la comida.

—sí, pero estoy bien—dijo con una sonrisa.

ok...esto está bastante extraño... ¿por eso...llegaste tarde?

—¿por qué tantas preguntas?

—Soy tu esposo...debo saber...

—no, en realidad no fue por eso. Fue porque debía ir por unos repuestos para una de las maquinarias, los dejé en el garaje.

—ya veo... toma—deja el plato de comida en la mesa frente a él.

Para Black fue bastante raro que cuando le dijo lo de las preguntas no lo hizo gritando o enojado.

—Te noto feliz...¿pasó algo?

—No.

mmh...¿qué estará escondiendo?

Broly lo miró bien unos segundos. Dándose cuenta de algo.

—¿Estabas llorando?

—¿qué...?

—¿Que si estabas llorando?—levantó un poco la voz para que lo oyera.

—No, claro que no. ¿Por qué lo haría?

—No me mientas...

—No es nada... solo comamos.

El mayor no tenía deseos de amargar su noche con las quejas del menor. Así que decidió dejarlo así. Por su parte Black solo mordió su labio para no volver a llorar mientras mantenía la mirada a su plato.

Ese nudo volvió a formarse en su garganta y no dejaba que pasara su comida.

Broly terminó y se recargó en la silla con uno de sus brazos detrás de su cabeza. La otra daba leves palmaditas a su estómago.

Black lo miró de reojo pero al ver una pequeña manchita en su cuello lo miró detenidamente.

—¿eso es...un chupetón? No es cierto...no, no es cierto... Él no...

No podía creerlo. ¿De verdad...lo estaba engañando tan descaradamente?

¿Por eso estaba feliz? ¿Por eso no le había gritado como siempre?

El menor solo se preguntaba, ¿por qué?

en serio...fui un mal esposo para él...que está buscando a alguien más.

Esa cena fue un mal trago para el joven Son. Pero siguió aguantando hasta que su esposo se fue de la mesa como siempre, sin levantar su plato.

Dejando roto a Black, quién no se movió.

—Idiota...idiota, idiota... si no me quieres ya déjame y dime la verdad...

¿Era tan difícil solo dejar que sea feliz?

—Vegeta tenía razón...Goku también. Todos tenían razón sobre él...

—¡Black, ven aquí!

Suspira y limpia sus ojos—ya voy...

Levantó lo que pudo de la mesa para luego ir a su habitación. Por alguna razón no sentía miedo, su mirada estaba perdida.

Abrió la puerta con seguridad y vio a su esposo parado frente a él.

—¿Qué hiciste con tu anillo?

—¿De qué?

—¿Por qué está rota la piedra? ¿Sabes cuánto me costó?

—Yo no hice nada. Lo encontré hoy así.

—Sí, como no, se va a romper solo.

—está roto, tal y como muestro matrimonio...—susurró.

—¿Qué dices?

—¡Como lo oyes! ¡Este matrimonio está hecho pedazos, tú lo hiciste pedazos, lo pulverizaste! ¡¿Crees que soy estúpido?! ¡¿qué no me iba a dar cuenta de que tienes ese chupón en el cuello?! ¡Imbécil!

—¿Sabes de quién es la culpa? ¡es tuya! ¡Tú no me complaces! ¡Haces que quiera buscar placer en alguien más! ¡si tan solo fueras más...!

—¡Si tú tan solo fueras la mitad de lo que fue Zamasu para mí! ¡Si tan solo me hubieras querido como lo hice yo! ¡Que hubieras arriesgado el amor de tu padre por quien no lo merecía quizás, y solo quizás, entenderías como me siento!

—¡No me compares con ese imbécil—le dio un golpe a mano abierta haciendo que Black volteara la cara y cayera al suelo—¡¿Sabes qué es lo que está mal en esto?! ¡¡TÚ!! ¡Lo que arruina todo eres tú!—lo toma fuertemente del rostro y lo levanta.

—Suéltame...me estás lastimando...—trató de quitar su mano y apartarlo pero era imposible, era mucho más grande que él—por favor...Suéltame...—Es lanzado hacia el tocador que había, rompiéndose, su cabeza golpeó el vidrio y este se rompió—¡¡Gyaah!!—algunos pedazos cayeron rasgando la piel de sus brazos, piernas y rostro.

—No quieras volver a pasarte de listo. Y sí... no eres el único con el que he compartido la cama. ¿Te digo algo? Ellos lo hacen mejor que tú... todo en ellos es hermoso, a comparación de ti. Sus cuerpos, como logran excitarte con solo tocarte.

—ya para...deja de decir eso... si tanto te gustan ellos, ¿por qué no te vas y me dejas tranquilo?

—¿Y hacerme mala fama? Estás loco, pequeño idiota. Además...es satisfactorio oír como me ruegas para que no te haga daño. Oh, como lo disfruto. Que tengas buenas noches, cielo—se encaminó hacia la salida—y otra cosa...vuelves a mencionar a ese estúpido de tu ex novio, te mato...

—Hazlo de una vez...y acaba con esto...

—oh, claro que no, mejor quédate ahí y desangrate un poco. Que te sirva de lección para que no vuelvas a faltarme al respeto así de nuevo.

Al terminar de decir eso salió de la habitación, dejando a Black herido en el suelo. Sus mechones cubrían sus ojos, los cuales limpiaba con sus manos.

Las lágrimas se mezclaban con la sangre, haciendo que el líquido carmín las tiñera.

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