Capítulo Cuatro

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- ¿Entonces, alguien ha estado corriendo de un lado a otro matando vampiros?

- Sí. Seguramente más de uno. Sospechamos de un equipo de choque.

-"Nosotras" ¿Son Lena y tu?

- Sí. - Bebí el resto del té y me levanté para preparar una taza más. El baño centelleaba como recién salido de un anuncio publicitario de limpiador de inodoros; Nia podía restregar como un demonio. ¿Fregaría el demonio?, me pregunté ociosamente. Nota para mi misma: Averígualo.

- Mira, Nia, sin intención de ofender, no estoy segura de que esto sea necesariamente una mala cosa.

- No lo tomo como una ofensa, - dijo con sequedad.

- Simplemente no creo que sea trabajo mío proteger a los vampiros de la ciudad, eso es todo. Mierda, he estado protegiendo a la ciudad de ellos. ¿Qué es lo que les pasa a las sanguijuelas con patas, que tienen que lastimar a sus comidas? ¿Huh? - Ella clavó los ojos en su taza y no contestó. - Lo que intento decirte es que, justo el otro día, me ocupaba de mis propios asuntos, cuándo tuve que separar a una sanguijuela de su almuerzo. No sólo fue muy grosero con su comida, sino que volcó un taxi de la ciudad y asustó como la mierda al conductor, simplemente por puro gusto. Solo porque podía.

A pesar de eso, Nia no dijo nada. Sabía que sus donantes estaban cien por cien deseosos, pero era todavía embarazoso ser asociado con los tipos malos. Rompí el silencio.

- Entonces, apuesto a que esta brigada de choque o lo que sea, cree que tiene todo el derecho a tratar a los vampiros como a la carne de vaca. ¿Verdad? Verdad. ¿Y tengo que involucrarme? ¿Por qué diablos?

Nia guardó silencio durante un largo rato, luego finalmente dijo,

- Es tan joven.

- Oh, claro, lánzame otra vez eso a la cara.

Pero ella tenía un buen punto. Cuatro meses atrás, había sido una don nadie viva. Ahora era una monarca muerta. Pero todavía recordaba como era respirar, comer, y caminar bajo el sol. ¿Me habría preocupado entonces si alguien mataba a los vampiros? No. Para ser absolutamente honesta, la mayoría de los vampiros eran unos pendejos. No podía recordar a cuántas personas había salvado de ser masticadas, simplemente porque los vampiros se sentían víctimas. Es como si una vez que resucitaban de entre los muertos, pasaran el resto del tiempo desquitándose por ser asesinados.

- Imagino que se siente... desgarrada, - dijo Nia.

- Más bien fastidiada y muy enojada.

- Pero a pesar de todo, alguien mata a su gente. - No dije nada. Tristemente, Nia no se había dado por aludida. En cambio, continuó, - Necesitamos detenerlo inmediatamente. - Me senté frente a ella con la taza de té recién hecho.

- Oh, hombre, - suspiré. - Mira, déjame pensar en eso, ¿De acuerdo? Acabo de conseguir un nuevo trabajo, mi amiga esta enferma, mi padre esta asustado de mí, mi coche necesita un cambio de aceite, probablemente tenemos termitas, Imra esta cazando una casa a mis espaldas, y es casi fin de semana. Estoy muy ocupada en este momento.

- ¿Tiene trabajo?

- Uh-hum. - Traté de verme modesta. No todo el mundo podría conseguir el trabajo de su vida. - Vendiendo zapatos en Macy's. - Otra larga pausa.

- ¿Va a trabajar en un centro comercial? - Nia no pareció tan aduladora o abrumada como había esperado. Extraño.

- No un centro comercial, el Mall, y sí, así es que mi plato esta bastante lleno ahora mismo. Además, tengo que trabajar mañana. En Macy's. En el Mall. ¿Podríamos continuar con esto más tarde? - Ella golpeó sus dedos sobre la mesa y se me quedo mirando.

- Supongo que podría reunir toda la información que tenemos y traérsela más tarde para que la mire.

- Oh, verdaderamente resumida. Escríbeme un memorándum.

- Un Memorándum.

- ¡Vaya! - Clavé los ojos en mi muñeca. Olvidé ponerme el reloj otra vez, maldición. - ¡Oh, mira la hora! Esto ha sido genial, pero tengo que irme.

- Es tan sutil como un ladrillo en la frente. Volveré.

- Esto es genial. Un Terminator no muerto, simplemente lo que necesito en mi vida. Dale a Lena una bonita patada en el trasero de mí parte. - Ella inspiró.

- No hay necesidad de ser ruda.

Por supuesto, ella era una muerta equivocada. En lo que concernía a Lena, si había necesidad.

Vampira & DesempleadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora