Capítulo Veintiséis

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De los papeles privados del Padre Harrison Wells, Cura Párroco, Iglesia St. Pious , calle 7 129 E , Minneapolis, Minnesota.

¡Demasiado tarde! Sospecho que por eso fuimos tan lentos en reaccionar. No parecía real que no hubiéramos llegado a tiempo para salvar la situación. Los niños especialmente, no tienen experiencia real en el fracaso. La caballería siempre llega a tiempo, por lo menos en las películas.

Roy había seguido a Kara por toda la ciudad, niño tonto, todos le habíamos advertido de que no estuviese esperanzas - y algo del club lo alertó. Posiblemente todos esos vampiros esperando fuera, que se fueron corriendo sin ninguna razón aparente. A lo mejor sintieron que algo cambiaba en el aire. Ahora no tiene importancia. Lo importante fue que Roy nos llamó cuando se acercó al Scratch. No pasó mucho tiempo antes de que llegáramos, en término de kilómetros. En término de tiempo, claro está, fue demasiado tarde. Cuando la mujer que había estado tirando de nuestras cuerdas mató a Kara, fue como si toda la luz desapareciera de la sala. Exactamente así. Nos quedamos tan impresionados, que nadie se movió. Y Kara estaba inmóvil, muy inmóvil. Parecía ridículo que aquellos ojos azules nunca más pudieran volver a lanzar fuego, que sus rojos labios nunca más pudieran volver a decir idiota o tonto o pendejo. Entonces Lena Luthor, una criatura tan formidable y aterradora como ninguna que me haya encontrado en mis largos días, simplemente se hizo pedazos. Habría sido conmovedor si no hubiese estado tan terriblemente, terriblemente triste. La tomo en sus brazos y se hundió en el suelo. Su abrigo onduló alrededor de ellas a medida que cayeron. Susurró su nombre, muchas veces, y acarició su cara con dedos temblorosos, bloqueándonos la visión. Nuestra anterior benefactora, Gemma, intento explicarse. Ella podía oler la muerte en el aire - la de ella, así como la de la Reina. Estábamos todos de pie, enjuiciándola silenciosamente, pero debió adivinar que esto no duraría. Que pronto entraríamos en acción. La habíamos pillado, sus verdaderos colores se habían revelado en el peor momento posible, y lo sabía como nosotros lo sabíamos.

Fue por el motivo más habitual y repetido: explicó que había codiciado a Lena, que, por la ley de los vampiros, le pertenecía a Kara. Así que Gemma había creado a los Blade Warriors para deshacerse de Kara. ¿Estaba chiflada?, me pregunté conmocionado, ¿O simplemente se había vuelto loca? ¿Tantos años disfrutando de los humanos, habían corrompido su conciencia hasta tal punto, que contratar a unos niños para matar a su gente le había parecido un buen plan? No lo sabía. Y por el momento, francamente, no me importaba. Pero ella podía haber estado hablándole a una roca. A pesar de sus súplicas por llamar su atención, Lena Luthor se limitaba a mecer a Kara en sus brazos y no alzaba la vista ni la hablaba. Nia, sin embargo, no se quedó bloqueada. Estaba tan enojada y conmocionada como cualquiera de nosotros, pero no quedó congelada por la situación. Durante mucho tiempo he estado fascinado, por lo distinta que es la imagen exterior de los vampiros, a sus verdaderas personalidades. Nia siempre me había parecido una encantadora chica de algún club femenino de estudiantes. Esta noche no. Se puso a cargo de la situación, y en pocos minutos, una cruel y furiosa pelea se produjo a nuestro alrededor. Sujeté a Winn y a Imra detrás de mí - estaban demasiado aturdidos para luchar - y sostuve mi cruz, pero no debí tomarme la molestia. Pude ver como varios seguidores de Gemma escapaban por la parte de atrás, evitando completamente la pelea. Listos ellos. Porque cuando la Srta. Luthor recuperara sus sentidos, éste no seria un buen día para estar del lado de Gemma. Siendo humano, por supuesto, no pude vislumbrar la mayor parte de la pelea. Físicamente era imposible. Había destellos de plata o un borroso puño, luego la cabeza de un vampiro que giraba sobre el suelo, o un cuerpo que volaba por el aire. Y los niños, como siempre, se comportaron bien. Al final, sólo quedó Gemma, y Roy, que tenia lágrimas en los ojos, agarró su cuchillo y se dirigió hacía ella. Nos ignoró, ignoró todo. Lo balanceó hacía atrás, y le oí decir, "¡Ésto es por Kara, perra!" sólo para ser detenido en mitad del movimiento por una brusca Nia,

- Contente. - Se había movido con aquella misteriosa rápidez inhumana, y sostenía una espada contra nuestro común enemigo - de hecho, la espada de Thea - y levantaba un brazo para impedir que Roy se acercara más. Gemma había retrocedido hasta un rincón, y Nia, a pesar de su frágil aspecto, resultaba formidable. Thea la respaldaba, pero pareció enteramente innecesario. - Dejaremos que Lena decida su destino, - dijo Nia, y eso fue todo.

Aun Roy, que estaba acongojado, no pudo discutir esa orden. Noté que la mayor parte de los seguidores de Geemna se marcharon cuando llegó Lena Luthor. Tenía sentido, aunque fuera injusto y cruel para la estimada Kara. Porque si ella no había parecido especialmente real o noble - aunque lo era, si uno se tomaba la molestia de verla realmente - nunca había habido ninguna duda sobre el derecho de Lena para ocupar el trono. Y nadie había querido entrometerse con la vampiro más poderosa del planeta. Especialmente cuando acababa de perder a su consorte debido a la perversidad y la traición. Los últimos vampiros de Gemma se escaparon, y los dejamos ir. Habíamos sido tristemente excedidos en número, y éramos bastante conscientes de nuestra gran suerte. Mientras Nia mantenía a raya a Gemma, el resto de nosotros nos encorvamos alrededor de Kara. No había sangre y, como escribí antes, no nos pareció completamente real. Ella no parecía una mujer muerta. Las historias estaban mal. Las películas estaban mal. No era un montón de polvo, no era una momia marchita. Sus ojos estaban cerrados, aunque tenía esa arruga vertical en mitad de la frente que por lo general señalaba que estaba enojada. Parecía como si sus ojos se pudieran abrir de un momento a otro y pudiera exigir su té con crema y extra de azúcar. Después de un largo momento, Winn, siempre el médico práctico, preguntó lo que deberíamos hacer. Roy no le contesto, y Nia simplemente negó con la cabeza. Gemma trató de hablar, y se detuvo cuando la espada presiono en su garganta. Por lo que respecta al resto de nosotros, sabíamos que no había esperanzas. Los vampiros no regresaban después de ser estacados con madera. Era imposible - hasta esas formidables criaturas de la noche tenían que obedecer sus propias reglas. Pero ninguno de nosotros tenía el corazón para dejar que Imra y Winn se enteraran de ese hecho. Simplemente utilizamos ese tiempo para intentar recuperarnos del trauma. Había sido como son las muertes de todos los grandes dirigentes, repentina, demasiado rápida. Necesitaríamos tiempo para condolernos. Imra enderezó el flequillo de Kara, que estaba despeinado, y pude ver como caían sus lágrimas sobre la inmóvil cara de Kara.

- Oh, Mel, Kara ... esto no es justo. Nos dimos cuenta. ¡Si hubiéramos estado aquí un minuto antes... podíamos haberte salvado! ¡Deberíamos haberte salvado! No puedo hacer esto de nuevo, - lloró Imra. - Se suponía que no tendría que volver a pasar por esto contigo. ¡Tienes que dejar de morir delante de mí!

- Bueno, ni lo piensen - dijo Winn abruptamente. Puso la mano en la estaca que se proyectaba entre los senos de Kara. Roy alargó una mano para detenerlo, pero Winn negó con la cabeza tan fuerte, que sus lágrimas volaron. - No puedo aguantar verla así, chicos. Como un insecto clavado con tachuelas en un maldito tablero. No hay derecho, y no voy a permitirlo. - Y, con un tirón y un gruñido, jaló bruscamente de la estaca sacándola de su pecho.

De repente los ojos de Kara se abrieron, lo cual, por supuesto, alarmo a todo el mundo.

Vampira & DesempleadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora