02 - Soy Gun Napat

162 40 1
                                    


—¿Te encuentras bien?— el tono preocupado del chico sobre la cama solo hizo que Mark se molestara más.

—¿Que si estoy bien? ¿Quién mierda eres para-?— Mark se calló de golpe al ver los ojos del chico asomándose sobre el borde de la cama, de un marrón cálido.

Los mismos ojitos que lo habían mirado antes de irse a duchar.

De repente se sintió totalmente apaciguado, como si esa mirada lo hubiera tranquilizado con algún tipo de magia.

—Eres el cachorro.— la afirmación sonó casi un susurro desde los labios de Mark.

Vio el collar alrededor del cuello del chico, se levantó adolorido para ver el torso desnudo del rubio, con la parte inferior cubierta por las sábanas.

Se detuvo, intentando desviar la vista lo más posible de aquel abdomen marcado.

—¿No tienes ropa?

El chico rubio pareció buscar señales de alguna prenda en su cuerpo, hasta alzó las sábanas para mirar su parte inferior.

—Nop.— sonrió de manera inocente a Mark, quien se preguntó si no le estaba tomando el pelo.

Mark fue hacia su armario para sacar otro par de calzoncillos, sin encontrar otra remera que el chico pueda usar, tomó un suéter grande de color negro y le alcanzó ambas prendas.

—¿Quién eres?— le preguntó Mark mientras veía al rubio colocarse su ropa interior bajo las sábanas.

—Sabía que eras un colgado, pero no me esperaba tanto.— dijo, antes de colocarse el suéter, ese comentario hizo que Mark frunciera el ceño.

—Responde la pregunta.— dijo sin ganas.

—Soy Gun Napat.

Mark se quedó en silencio, procesando que Napat estaba en su cama.

—¿El Omega cambiaformas?— Gun habló al ver que Mark no reaccionaba.

—Sé quién es Gun Napat.— dijo de forma tosca —Lo que no sé es por qué estás en mi casa.

Gun lo miró con ojos penosos, pero por más que la mirada hizo efecto en el corazón de Mark, no cambió su expresión dura; hasta que el chico suspiró y habló sin ganas:

—Me escapé de mis guardias, y por lo tanto de mi familia y te seguí hasta encontrarte.

No había sido precisamente así, y ambos lo sabían, pero simplificando las cosas, era verdad.

—¿Me seguiste?— Mark alzó una ceja.

Gun solo asintió.

—Disculpa, pero lo que yo recuerdo es encontrar un cachorro luego de correr como un kilómetro.— Mark suspiró con cansancio, de solo decirlo ya se agotaba.

Gun frunció los labios en un gesto adorable.

—Pues... Si es un poco más complicado que eso.— miró a Mark, con expresión de que no quería hablar —Es una larga historia...

—La noche es larga, Gun.

El rubio apoyó su mejilla en su puño, Mark notó los redondeados mofletes del chico.

—Como sabes, soy el Omega más deseado del montón, por eso de ser el primer cambiaformas luego de muchas, muchas décadas.

»Mis padres, entre otras personas de poder, creen que eso está en mis genes, y quieren juntarme con un alfa de linaje puro para que haya más niños lobito corriendo por estas tierras.— Gun movió su mano para simular un animal corriendo.

DELTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora