Hola. Esto puede llegar a ser incómodo xd
¡Pero espera! No saltes esta parte, este anuncio tiene cosas importantes.
¡Bienvenidos al primer long fic de Hiccstrid! Les seré honesta, no pensé en hacer esta historia, creí que el primer fic hiccstrid de más de 5 capítulos iba a ser un AU moderno, una comedia romántica de más de 20 capítulos, con algunos clichés y eso (tengo pensado uno xd) pero después vi "The Chilling Adventures of Sabrina" y me enamoré de muchas cosas (Ambrose y Harvey, por ejemplo 7u7), ¿qué más puedo decir? Mi mente loca atacó de nuevo xd
En este fanfic no tomo el Satanismo al pie de la letra. Básicamente estoy tomando algunas referencias, pero, repito en caso de que no haya quedado claro: NO TOMO EL SATANISMO AL PIE DE LA LETRA, en específico, ninguna religión xd
Datos extra: En esta historia Astrid tiene 17 años (suena de fondo "17 años" de los Ángeles Azules xd), y Hiccup 20. Las demás edades las iré aclarando conforme vaya avanzando la historia. Algunos capítulos tendrán palabras altisonantes, así como algunas escenas de violencia gráfica leve. De igual forma, yo les iré avisando.
No les quito más tiempo, ¡disfrútenlo!
¿Iban en la dirección correcta?
La mujer se tomó el vientre, su pequeño era bastante inquieto estos últimos días, como si estuviera listo para salir del cálido refugio de carne dentro, sin embargo, aún le faltaban unos dos meses para nacer. Aquello era más que extraño, pero la völva que ahora le acompañaba, Mørke, decía que aquello era normal. Varios bebés nacían con anticipación y, le había asegurado que aquellos eran los más grandes guerreros.
No temían ni siquiera a no estar listos. No le temían al mundo.
O por lo menos, eso era lo que ella decía. Y había que hacerle caso. No todas las mujeres son bendecidas con el don de escuchar la voz de Odín y asegurarse de que se cumpliera su voluntad. Eso, más aparte de los poderes mágicos que muchas poseían.
Mørke era una mujer de mediana edad, cabello negro que caía en una línea recta por su espalda. Ojos negros enormes que se tornaban rojizos cuando tenía una visión o formulaba un hechizo; el rostro era afilado, igual que todos sus rasgos. No le faltaba ningún diente, su bastón le llegaba por encima del hombro. A diferencia de muchas völvas, Mørke no cojeaba, de hecho, tenía la gracia de una muchacha quinceañera, así como el cuerpo de una valkiria. Nadie sabía cuántos años tenía a pesar de siempre parecer joven, ni siquiera su esposo lo sabía. Mørke había llegado hacía unos meses, justo cuando la mujer castaña descubrió que estaba embarazada de su primer hijo.
Justo ahora, la völva vestía una túnica negra, que le llegaba hasta las rodillas. Una falda negra que llegaba hasta sus tobillos desnudos y una capa de piel de oso para protegerse del frio, sin mencionar la gran cantidad de pulseras y amuletos que llevaba en el cuello. La mujer embarazada, en cambio, solo llevaba un vestido gris, que resaltaba su abultado vientre, mallas y nada más. La bruja le había indicado que, a donde iban, no se le permitía llevar zapatos o alguna capa o prenda abrigadora. La joven puso mala cara, así como también se frotaba los brazos cuando una ráfaga de aire la golpeaba, porque, vamos, en Berk hacía demasiado frio.
En especial en el bosque.
La mujer volvió a suspirar mientras trataba de no concentrarse en el dolor que le provocaban las diminutas piedras y ramas que se le incrustaban en sus pies hinchados. Pensó en su esposo, en lo ocupado que debía estar ahora, con eso de ser el jefe de la isla... O también, en lo preocupado que estaría si descubría que ella no estaba en casa como le había hecho creer. Se mordió los labios, sintiéndose culpable, posiblemente él le reñiría, le diría que no estaba para caminatas en el bosque debido a su estado...
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La Bruja y el Dragón: En busca de la Tryllestav
Художественная прозаDespués de la interrupción de su ritual, una bruja jura venganza hacía Berk. Ahora que ha vuelto, con más poder que antes, sumerge a Berk en la eterna oscuridad y la total miseria. Berk no tiene más esperanza que Astrid, una bruja, maldecida por su...