Feliz Cumpleaños

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Disclaimer: (se me olvida luego xd) Salvo por los ocs, y la historia de este fic; todo le petenece a Dreamworks y a DiosaCressida Cowell uwu

Advertencia: Puede contener lenguaje ofensivo, situaciones y comportamientos para personas sensibles (aunque es leve), se recomienda discreción.

El lugar olía demasiado herbal para su gusto. El vapor se condensaba en las paredes de la habitación, así como en el techo, formando gotitas próximas a caer, una a una...

Abrazó con sus piernas el pecho desnudo, haciendo que el agua hiciera ruido en la silenciosa habitación. Pronto, el agua se enfriaría y ella podría salir, pero hasta entonces, no tenía otra opción más que seguir esperando; suspiró aburrida, mirando a su alrededor, en una esquina se encontraba su capa, así como sus cosas. Su bolsa de cuero café se movía ligeramente de abajo hacia arriba, indicando que Stormfly dormía... o que por lo menos se quedaba quieta; la cabaña estaba en buenas condiciones, a pesar del estado de la mayoría, suspiró, había detalles en la madera de las paredes y del techo, muchos, runas, dibujos..., incluso frases. Nombres, un solo apellido. En la casa debía habitar una familia, y debía ser grande, o incluso, de buena posición. No recordaba si los vikingos tenían un sistema jerárquico o era más como en el aquelarre.

Siguió dándole vueltas al asunto, analizando los tallados en la madera. Le gustaban, por la dedicación con la que se habían hecho, así como la seguridad en los trazos; escudriño con la mirada la habitación, encontrando algunas cosas de su tía Mørke, la túnica que llevaba hace rato y su cepillo para el cabello, las velas no se lo permitían tanto, pero podría jurar que la misma Tryllestav se encontraba entre las cosas.

Lo ignoró y siguió observando las formas en la madera. Se preguntó cómo era la vida de los que vivían allí antes, tal vez las cosas eran tranquilas, tal vez no. También se preguntó si ellos comían carne de dragón como en el aquelarre; supuso que no, puesto que las bestias defendían la isla (por lo menos ese Furia Nocturna de hacía rato parecía tener un interés bastante fuerte en eso), además, por lo poco que había observado, la isla estaba rodeada de estructuras extrañas, había pasado por una especie de comedero lleno de pescados. En lo alto de algunas casas había todavía en pie enormes estructuras con cubetas repletas de agua, probablemente para extinguir incendios; recordaba haber visto algo así cuando entro a la habitación del inventor de Berk, pero no tenía la certeza...

¿Y si el inventor de Berk no era nada más ni nada menos que el gobernante, jefe o líder de la isla?

Era una posibilidad bastante probable, ¿quién si no inventaría esas cosas y luego las mandaría a construir?, pero, en todo caso, ¿quién era el muchacho del dibujo? ¿Y la chica? Ambos eran muy jóvenes para ser los líderes, ¿Y si ese dibujo era viejo? El papel podía ser engañoso... o no.

Astrid tembló de frio, no se había percatado que todo rastro de calor se había esfumado de la tina donde se encontraba. Se levantó, en busca de algo con que secarse y de paso con que secarse; vio una manta cerca de las cosas de su tía, así que haciéndose de tripas corazón, salió de la tina para caminar hacia ella, mojando el suelo a su paso, la luz de las velas hacían que su piel se viera dorada pero en la madera su sombra se miraba de un nítido color negro.

Tiritando alcanzó la manta, pero hizo resbalar las demás cosas. La muchacha soltó una exclamación y se cubrió con la manta, para luego agacharse a por las cosas; tomó con un brazo la túnica y con otro, otra cosa de forma alargada suave pero firme. Las dejó sobre un barril cercano y decidió terminar de secarse.

Alto, ¿cosa suave y firme? No había visto nada más, a no ser...

Con el corazón a punto de dejar de funcionar, de volvió hacia las cosas. No debía de tocarla, si lo hacía, lo más seguro era que...

La Bruja y el Dragón: En busca de la TryllestavDonde viven las historias. Descúbrelo ahora