ITO (Taekook)

17

—Aún siento el olor al alcohol en mi cuerpo... ¿Estás seguro que eso se evapora? Porque te juro que estoy que me arranco la nariz si no paro de sentir ese aroma.

—Dale las gracias a Jimin. Él sabe que todas las mantas se tienen que dejar en cesto sin importar si quedaron manchadas o no.

—Es despistado la mayor parte del tiempo, no creo que le haya preguntado a alguien si estaba limpia o no. Además viendo el estado en el que estabas pensó que lo mejor era ayudarte rápidamente.

—... tienes razón. Voy a hablar con él después para que no se sienta mal, o en su defecto se enoje y comience a gritarme.

—Bueno... oye ¿Seguro que estás bien? Igual deberías ir a descansar ahora que puedes.

—Si te soy sincero, me siento muy bien. Incluso siento como si flotara, lo que es raro porque siempre estoy con una pesadez rara en mis hombros— contestó Jungkook apretado su hombro derecho con suavidad.

—¿Seguro?

—¿Por qué lo dices?

—... por nada— contestó el menor yendo hacia las escaleras—. Iré a ducharme, si necesitas algo que sea después de media hora.

—Está bien— respondió Jungkook quitándose las prendas de la parte superior de su cuerpo para ir a dejarlas al cuarto de lavado.

Para su suerte Yeontan apareció justo después de que se cambiara de ropa y dejara todo en la lavadora. Tuvo que colocarse lo primero que encontró entre la ropa sucia para no estar solo con la interior  por casa, así que tomó una camiseta blanca, o bueno algo blanca y un pantalón color crema que seguramente eran de Taehyung, porque ya era costumbre que dejara su ropa sin lavar y esparcida por esa habitación esperado a que por arte de magia un hada apareciera y la lavara.

—No te me acerques perrito, papá tiene que bañarse aún o te puedes enfermar— decía mientras trataba de ignorar lo mejor posible a su mascota mientras buscaba el detergente—. Mejor ve donde tu tío Taehyung, él está arriba y debe estar a punto de salir del baño.

Y como si Yeontan entendiera el lenguaje humano se fue del lugar y subió hasta el segundo piso para detenerse en la entrada del baño. Pero como vio que no había nadie volvió hasta donde estaba Jungkook, que ahora se encontraba en la cocina preparándose un café.

—¿Qué pasó?¿No estaba?— Yeontan gruñó mientras ladraba como si estuviera enojado—. Oye no ladres así, no te hice nada.

Jungkook fue ignorado por su perro y siguió ladrando.

—Yeontan, no le ladres a tu padre. Haz algo para que te entienda, así no llegaremos a ningún lado— y nuevamente fue ignorado y el pequeño perro siguió ladrandole.

Lo hizo hasta el punto que se cansó y se fue subiendo las escaleras dejando a Jungkook confundido mirando lo extraño que actuaba su perro.

Poco después se sorprendió al ver cómo Yeontan llegaba con una camiseta suya y se la dejaba en los pies volviendo a ladrarle con enojo.