ITO (Taekook)

18

—Jimin, ¿sabes que le pasa a Jungkook?

—¿Por qué debería saber?

—Llegó y se volvió a esconder, ayer también lo hizo, y ni siquiera me mira cuando pasa por mi lado— alegó Taehyung haciéndose bolita en el sillón mientras abría un envase de papas fritas.

—Dejalo sólo, debe tener problemas de miocardio.

—¿Qué?

—¿Qué?

—¿Qué mierda es eso?— preguntó el rizado frunciendo el ceño. Jimin desde la otra línea no paraba de reír por la forma tan chistosa que le resultó escuchar a su amigo—. Oye no te rías y dime.

—No te voy a enseñar anatomía ahora, solo haceme caso y dime que entendiste.

—Ok... ¿Entonces sabes o no que le pasa?

—No te voy a decir que le pasa— contestó Jimin agarrando a Mandarina quien le estaba mordiendo los pies—, no si él está cerca. Me pidió que no lo hiciera y como amigo fiel tengo que saber guardar secretos.

—Te recuerdo que yo soy más tu amigo fiel...

—Tae, fuimos más que eso— comentó riendo—. Pero es un secreto, él solo te lo dirá después, así que espera.

—No me recuerdes eso.

—Perdón. Pero ya sabes, no te diré nada, así que espera.

—Ok... pe-

—¡Aah!— un grito proveniente del segundo piso hizo que el rizado dejara de ponerle atención unos segundos a su amigo para saber de donde es que había venido.

—Espera, Jimin... parece que algo le pasó a Jungkook.

Taehyung segundos después no dudó en levantarse a toda prisa para saber la razón por la cual Jungkook había gritado.

—¿Tae?— Jimin por su parte se sintió descolocado al no entender el por qué Taehyung había dejado de hablar y comenzó a insistir para que le contestara.

—¿Dime.

—¿Qué fue ese grito?¿Están bien?

—No sé, ahora estoy subiendo para saber que tiene— respondió Taehyung abriendo la puerta de la habitación.

Al mirar hacia dentro se llevó la sorpresa de que Jungkook estaba cologado desde la punta de su camiseta en la puerta de su armario. Por suerte podía mantener los pies en el suelo, pero no podía salir de ninguna manera de esa posición.

—¿Qué te pasó?— fue lo único que pudo decir Taehyung mientras evitaba reír por lo divertido que se veía.

—Ríete si quieres...— y gracias a eso, Taehyung se echó a reír mientras se acercaba a Jungkook para ayudarlo—estaba cambiando el foco porque la luz era muy fuerte, pero me resbalé y mi espalda chocó con la puerta.