Electric Love || Kamijirou

Capítulo 5.

Jirou.

Y sin pensarlo, me encontraba al principio de una cita con Kaminari Denki. Aquel idiota que intentaba ligar con cualquier chica que conocía era mi acompañante ¿Era difícil de digerir? Por supuesto que lo era.

Es decir, era mi amigo y por supuesto que le quería, pero seguía siendo ese pervertido que se juntaba con Mineta para hablar de cuan grandes son los pechos de las chicas que veían, me resultaba complicado entender que estaba en una cita con ese tipo.

— ¿Todo bien, Jirou? — el chico notó que estaba sumida en mis pensamientos.

— ¿Eh? Si, discúlpame, estaba pensando en la escuela — me excusé.

— Jirou, por favor, usemos este tiempo juntos y fuera de la academia para divertirnos ¿Si? — me miró con una gran sonrisa, sus ojos color dorado poseían un brillo enternecedor.

Aún no entendía ¿Cómo este chico podía tener un brillo tan alto todo el tiempo? Siempre sonreía. Por más adversa que fuera la situación, siempre hallaba el modo de seguir sonriendo. Quizá era una conducta que adquirió del antiguo héroe número uno.

— ¿A dónde iremos? — pregunté, habíamos salido de la U.A y caminábamos sin rumbo alguno, o al menos eso creía yo.

— Estamos yendo a uno de los mejores sitios que conozco.

— Apuesto a que venden hamburguesas — Kaminari paró en seco.

— ¿No te gustan?

— No, no — su expresión de desencanto salió al aire — Las adoro — suspiró aliviado, casi le arruinaba el plan.

— Menos mal, iremos a un restaurante temático, tiene karaoke ¿Te parece bien? Aunque si no te gusta la idea podemos ir a cualquier otro sitio que tú quieras — abrió la boca y habló rápidamente mientras seguimos caminando, cuando estaba en una situación que lo ponía nervioso, el chico parloteaba como nunca.

— Tranquilo, está bien — contesté entre risas, era divertido verlo en ese estado.

— ¡Genial! Porque ya llegamos

¿Tan rápido?

El sitio estaba repleto de luces. La temática parecía ser de los años cincuenta, las paredes estaban tapizadas de álbumes, fotografías y discos de la época, también había algunos instrumentos colgados. Por supuesto, también había un escenario donde supuse se hacía el karaoke.

— Vaya.

— ¿Te gusta? — me cuestionó con inquietud.

— Me encanta.

No mentía, el sitio era muy hermoso, podías sentir que estabas en aquella época. Kaminari y yo tomamos una mesa, estas eran coches donde podíamos sentarnos como si fuera un vehículo de verdad, con la diferencia de que había una mesa en medio para poner la comida. Una chica se acercó a nosotros para levantar nuestro pedido, era linda, así que esperé que Kaminari hiciera una de las suyas.

— ¡Hola! ¿Desean ordenar ahora? — preguntó con una sonrisa.

— ¿Quieres ordenar o esperamos un poco? — Para mi asombro, Kaminari me veía a mí.

— Ahora, por favor.

La chica nos entregó un menú, en él había distintas comidas y bebidas con sus respectivos precios. Había hamburguesas, pizzas, perritos calientes, etc. Algunas mezclaban cosas, como por ejemplo el perrito caliente pizza que juntaba ambas comidas.

— Por mi parte, me gustaría una hamburguesa con patatas a la francesa y una malteada de chocolate ¿Jirou? — de nueva cuenta, centró su atención en mí.