Electric Love || Kamijirou

Capítulo 3.

Kaminari.

La película era como todas las demás de su mismo género, muchas armas, explosiones, etc. Por alguna razón, estas le fascinaban a Bakugo. Cuando terminó eran las dos de la mañana, por ende, debíamos ir a dormir.

— ¿Qué? ¡No, una más! — pidió Ashido.

— No, es hora de ir a dormir, si seguimos despiertos no vamos a despertar para ir a clase — respondió Kirishima.

— Y Kaminari odiaría llegar tarde — se burló la chica.

— Pelo puntiagudo tiene razón, yo me largo — Bakugo se levantó y se fue a su habitación.

— Supongo que ya nos vamos — me puse de pie, Kirishima me acompañó.

— ¡Oigan! ¿Y la basura que dejaron aquí?

— Te toca limpiar — le ordenó Mina.

— ¡¿Qué?! ¡A mí siempre me toca limpiar! — se quejó Sero.

— Usa tu cinta, verás cómo acabas rápido.

— ¡Pero...!

Kirishima y yo habíamos tomado el ascensor, por su lado, Ashido también lo hizo, dejando al chico solo con montones de palomitas en el suelo.

— Las películas de hoy estuvieron geniales — habló el pelirrojo.

— ¿Eh? Claro — recordé mi excusa — ¡Menos la de terror, claro! — estaba nervioso.

— ¿Kaminari? ¿Te pasa algo? — preguntó extrañado, Kirishima.

— ¡¿A mí?! ¡Nada, estoy bien!

— ¿Vale?

Para mi fortuna, llegamos al piso donde estaban nuestras habitaciones y fui directamente a la mía. Me sentía un poco mal por dejar a Kirishima hablando solo, pero si seguía hablando, probablemente se hubieran dado cuenta de mi engaño.

Mi habitación tenía un montón de cosas, un juego de lanza dardos, un montón de gorras que molaban un montón, era sin duda mi gran orgullo. Aún recuerdo cuando se la mostré a mis compañeros:

— Es como si hubiera puesto cualquier cosa que estuviera en sus manos — opinó Jirou.

— ¿Eh? ¿No es genial? — respondí con sorpresa, realmente me había esforzado.

Jirou siempre me molestaba con muchas cosas, pero aun así le quería, a fin de cuentas, era mi amiga.

Era un poco tarde y debía dormir, pero había un problema, no tenía sueño. Me senté en mi cama y tomé mi guitarra eléctrica. Desde el festival cultural toqué la guitarra con mucha más frecuencia que antes, no era muy bueno, sin embargo, desde entonces practiqué más que nunca. Muchas veces quería acercarme a Jirou para pedirle algún consejo, pero temía que me ignorara.

Sin conectarla, toqué suavemente algunas notas, a pesar de no hacer prácticamente ningún ruido, no iba a tocar como si fueran las 2 de la tarde. Empecé a tocar acordes simples, no tenía en mente ninguna canción así que estaba improvisando. Recordé la presentación de la clase, había sido espectacular. En los ensayos, Bakugo siempre improvisaba y se me dificultaba mucho seguirle el paso, Jirou siempre estaba ahí para mediar las cosas y poner orden, a fin de cuentas, ella era la experta en música.

Toqué los acordes de "Hero Too", la canción que interpretamos aquel día, no podía evitar pensar en Jirou cuando tocaba esa canción. Su voz era emocionante, en los ensayos se escuchaba genial, pero el día del festival había sonado mejor que nunca, tenía una pasión desbordante que nos contagiaba a todos con su espíritu musical.