Sálvame (#wattys2016)(#WYNA2016)

[Sálvame] Capítulo 9

Narra Rubén:

No he parado de pensar en Nerea desde que la he dejado en su casa, hace unas seis horas. Es una chica magnífica, que me completa. Es una chica que se esconde en su pasado, está escondida en un mar de pasado, recuerdos, lágrimas, sufrimiento y dolor. Debe de haberlo pasado muy mal. Yo ya me conozco toda su historia, me sé todo su pasado.

Me quedo dormido pensando en sus preciosos ojos verdes, en su precioso pelo castaño, en su preciosa sonrisa. Es perfecta. Sueño con una niña preocupada, pequeña y sola. Es ella, estaba muy sola en su pasado. No tenía a nadie. Era una adolescente indefensa, que necesitaba a alguien y no tenía a nadie. Me despierto sudando. Me levanto a por un vaso de agua y veo tres llamadas perdidas. Són de Elsa, la hermana de Nerea. La llamo enseguida y a los tres tonos me lo coje.

-¿Que pasa?- le pregunto alarmado.
-Ven corriendo a mi casa. ¡Necesito tu ayuda urgentemente!
Cuelgo y cogo el coche, salgo rápidamente hacia su casa. No sé que está pasando pero me imagino de lo peor. Posiblemente Nerea esté encerrada en su habitación, intentando quitarse la vida o algo parecido. O tal vez sea que necesiten mi ayuda, por algun problema que les haya causado su madre.
Nuestras familias se conocen desde hace muchísimo tiempo pero, Nerea no se acuerda de mí porque sufre un transtorno que le hace daño al cerebro. Le hace olvidarse de cosas que no le importan, y a los dos meses ya no sabe nada de lo ocurrido.
Llego a su casa y entro sin tocar. Veo a su hermana y a su madre tocando a la puerta del baño, aporreando la puerta como unas locas.
-¡¿Que pasa?!- grito, no sé si me han oído ya que siguen aporreando la puerta.
-¡Nerea sal de ahí!- le grita su hermana. Me acerco a la puerta y aparto a Elsa y a su madre.
-¿Nerea?
-¿Rubén?- me contesta.
-Sal de ahí, vamos a hablar.
Sale del baño poco a poco, mirando que su madre y su herman no estén. Deduzco que no están ya que sale con tranquilidad. Veo que tiene un ojo morado, y parece que tiene las costillas rotas. La llevo hasta el jardín y nos sentamos en una mesa.
-¿Que ha pasado?- le pregunto. Ella suspira y me cuenta.
-He llegado a mi casa, cuando he abierto la puerta mi hermana se ha abalanzado sobre mí y me ha tirado al suelo. Mi madre ha aparecido, estaba colocada; como siempre, y me ha tirado del pelo, me ha pegado en el ojo y me lo ha dejado así- señala su ojo- luego mi hermana ha empezado a pegarme patadas y me ha roto las costillas. Y bueno yo me he encerrado en el baño y he empezado a gritarles.
-Lo siento.

No sé qué decirle, estoy confuso. Su hermana no le hacía esto, sólo era su madre. No entiendo que ha pasado. Le curo el ojo y intento curarle las costillas. Me siento obligado a protegerla, la quiero. Quiero a ésta chica, me gusta. Sí, me gusta. Es perfecta, tímida y atenta. La cojo por la cintura y empiezo a besarla, ella se aferra a mí. Yo también le gusto. De pronto suena la puerta de la entrada.
-¡Son ellas! Sácame de aquí por favor.
Cojo a Nerea a caballito, ya que no puede caminar, y me la llevo a escondidas hasta el coche. Salimos de ahí corriendo, sin que su hermana y su madre se den cuenta.