[Sálvame] Capítulo 26

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Dos semanas. Dos semanas y ya no aguanto más.
¿Porqué no puedo tener buena suerte? ¿Porque cuando por fin después de ocho años soy feliz no puedo seguir siéndolo? ¿He hecho algo malo para merecerme esto?
Es insoportable. Tener que ir cada dia a ver a Rubén al hospital y ver que no se despierta. Hablar con los médicos y que te digan que es poco posible que llegue a despertarse, que te digan que posiblemente hagan que muera directamente porque creen imposible que llegue a despertar algún día. Pero lo peor de todo es ir, ver su cara, esa cara tan adorable que tiene cuando duerme, ver que duerme. Eso es lo peor. Verle dormir y saber que puede no despertarse. Estas dos semanas puede que hayan sido las peores de mi vida.
Estube pensando en volver a caer en la auto lesión, estube pensando en dejarme caer por un simple puente, pero pensé que si al final despertaba y yo no estaba aquí, el lo pasaría mal.
Y en la auto lesión no puedo volver a caer, porque ya me costó mucho salir.

Son las cinco de la tarde y he quedado con Lucas en un bar para tomar unos helados y hablar. No me ha dicho de que quiere hablar, ni se sus intenciones, sólo se que quiere hablar de algo muy importante para el.
Empiezo a caminar hasta el bar y cuando llego me siento en una silla para esperarle.

Tarda unos seis minutos hasta que llega. Dios. Va guapisimo. Lleva unos pantalones vaqueros muy ajustados, una camiseta blanca y unos zapatos blancos también. Lleva el pelo suelto, es decir, sin gomina. El sol realza sus preciosos ojos azules cielo. Me estoy quedando embobada y no puedo dejar de mirarle.
-¿Nerea?- me dice mientras se sienta en frente mía.
No me había dado cuenta hasta ahora de que ha venido con dos niñas pequeñas, no sé quienes son pero una supongo que es su hermana, ya que son iguales. Esa niña pequeña es preciosa, de mayor será igual de guapa que su hermano. Tiene un pelo larguísimo y castaño y los ojos azules como Lucas. La otra no sé que será suyo, y dudo que sea su hermana ya que es rubia a más no poder y tiene los ojos más claros que he visto nunca.
-Si, hola.- le digo y le sonrío.
-Esta es Marina, mi hermana- señala a la niña castaña.- y esta es Max, su mejor amiga. ¿Que te parece si pedimos los helados y las llevamos a la playa para que jueguen y tu y yo podamos hablar?
-Vale.

Nos acercamos a la cola, no hay mucha, tan solo dos personas delante nuestra y unas seis detrás. Yo me pido un helado de chocolate y el de fresa. Las dos niñas no se piden nada, supongo que para poder jugar tranquilas. Empezamos a caminar hacia la playa. No está muy lejos así que tardamos poco en llegar.
-Os podéis bañar si queréis, pero no vayáis muy lejos, ¿vale?- les dice Lucas y las dos niñas se van corriendo hacia el agua.
-¿De qué querías hablar?
-Verás Nerea...-empieza a decir, y ya me puedo imaginar que es.-yo... Yo sé que tu por mí no sientes nada, que tu quieres a Rubén, pero quería decirte que yo estoy perdidamente enamorado de ti. Me has hecho sentir mucho en nuy poco tiempo y eso me ha llenado tanto que me he llegado a enamorar de ti. Siento tener que decírtelo, porque me apuesto lo que quieras a que preferías que no te lo dijera, pero yo no podía esconderlo más, porque te quiero Nerea, ¿me oyes? Te quiero. Y no quiero que mis sentimientos hacia ti cambien nuestra relación de amistad.

Me quedo sin palabras. No es que no quiera que me lo diga, pero es que ahora todo se me hará muy raro con el. Todo esto es muy raro para mi, la situación es rara ya que nunca nadie me había dicho nada de esto y claro, ahora yo no sé como reaccionar ante esta situación.

-¿No me vas a decir nada?- me dice, y noto su tristeza en sus ojos, noto que... Oh no, va a llorar.-Veo que no.- se seca una lágrima que le había salido y se levanta, pero yo le detengo. Le doy la mano y le digo;
-Lucas, no llores, no soy la chica apropiada para ti, tienes que olvidarte de mi, lo unico que te puedo aportar yo es una depresión constante. Así que creo, que si no quieres tener una novia... una algo-me corrigo-problemática, mejor, olvidate de mi.
-Pero Nerea...
-Esuchame- le interrumpo- Tú, Lucas, eres el chico más maravilloso que he conocido nunca, estoy segurísima de que podrás encontrar a alguien mucho mejor que yo, y que no te amargue la vida con sus miles de problemas.
-Nerea, escuchame tu a mi, a mi me da igual todo lo que tengas, yo estoy perdidamente enamorado de ti, y cuando digo de ti me refiero a todos tus defectos, a todos tus problemas y a todo lo que se me pueda venir encima. ¿Vale?
-Lucas, olvidate de mi, podemos seguir siendo amigos, pero olvidate de mi. No soy buena para tí.
-Lo siento, pero no puedo seguir siendo tu amigo, lo siento pero si sigo siéndolo mis sentimientos aumentarán hacía ti y lo pasaré mal. Así que esto es un adiós Nerea. Ya lo tengo todo hablado con mi madre, nos mudamos.
-¿A otra casa?
-No- empieza a llorar- será difícil, pero a otro país, lejos de aquí, por eso te he llamado hoy, para decirtelo.
-No, por favor, no- me da un abrazo fuerte interrumpiéndome y luego me da un beso leve en los labios.
-Te quiero. ¡Marina vámonos!

Veo como se van, esto no me puede estar pasando. Es que ya no tengo a nadie joder. Me lo están quitando todo.
De repente me suena el móvil, es el doctor que está a cargo de Rubén. El pánico recorre mis venas. Dios mio.
-¿Si?- digo.
-¿Nerea?
-Si.
-Verás Rubén ha estado mejorando estos últimos días, puede que consigamos que despierte con un poco de suerte. Cuando quieras puedes pasar a verle y te informaremos con todo detalle de sus mejoras.
-De acuerdo, muchas gracias.
-No hay de que.

Cuelgo y vuelvo caminando hasta la casa donde estaba viviendo.
Esto empeora y mejora por momentos.

Sálvame  (#wattys2016)(#WYNA2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora