Narra Nerea:
El viaje hasta su casa transcurre en silencio. No entiendo como mi hermana ha podido hacer eso. No sé ni por que ha pasado. Simplemente he llegado a mi casa y se han abalanzado sobre mí. Llegamos a su casa y me quedo asombrada de lo grande que es. Hay un camino de piedras hasta la gran puerta de cristal. Entramos en la casa y lo primero que veo es un gran salón: Con paredes blancas, un sofá de piel y una televisión enorme. Subimos unas escaleras enormes de madera hasta una habitación. La habitación es grande, tiene una cama de matrimonio enorme y una ventana de cristal que ocupa toda la pared.
-Puedes dormir aquí si quieres, yo estaré en la habitación de al lado- me dice. Coge una camiseta suya y me la tira- ponte esto para dormir, no quiero que duermas incómoda.
-Gracias, eres muy amable.- se acerca a mí y me da un beso, un beso corto.
-Buenas noches Nerea.
-Buenas noches Rubén.
Sale de su habitación y me deja sola.
Me quito mi camiseta y me quedo en braguitas y sujetador, busco su camiseta pero no la encuentro y de pronto entra Rubén en la habitación. Pego un salto y me quedo paralizada. Él está sin camiseta y lleva unos pantalones de chándal grises.
-Yo... Yo... Venía a por- se queda embobado mirándome, y yo igual- Es decir... Venía a por una... Una camiseta.
Sigo paralizada pero, él ya ha recuperado el aliento. Se acerca a mí y me mira de arriba a abajo. Me coge de la cintura y me besa, lenta y apasionadamente. Me tira a la cama, sin dejar de besarme, y se coloca medio encima mio. Seguimos besándonos y él desliza sus dedos por dentro de mis braguitas. No sé que pretende hacer y me pongo muy nerviosa, él lo nota y para.
-¿No te gusta?- me dice, preocupado.
-No... No es eso. Es que no estoy preparada para esto. Nunca me he sentido así- se aparta de mí y se coloca sobre un hombro para mirarme- nunca me he sentido así de feliz, así de agusto, así de protegida. Me siento bien por primera vez en mi vida, pero no estoy preparada para esto.
-Vale... No pasa nada, puedo esperar.
Me besa y se va de la habitación.
Me siento tan bien, me siento completa. Es como si Rubén fuera un escudo, el escudo que me protege, que me protege de todo y todos. De repente me vienen a la mente los millones de golpes, insultos y cualquier cosa que voy a tener que soportar mañana. No quiero ir a la escuela y, por si fuera poco, tendré que volver a mi casa. Tendré que ver a mi "familia" y seguramente me pegarán, otra vez. Y al final Rubén se cansará de mi, se cansará de venir a salvarme, se cansará de protegerme. Y yo ya no puedo dejarle a él. Me he enamorado, mucho.
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Sálvame (#wattys2016)(#WYNA2016)
Dla nastolatków"Nunca desconfíes del destino" ____________________________________ All rights deserved © todos los derechos reservados ©