𝙏𝙧𝙖𝙜𝙞𝙘𝙤𝙢𝙚𝙙𝙮 II Tokyo Revengers [BORRADOR]

Cry Baby

―Lo siento Draken, sé que era mi trabajo cuidarte, perdón ―dijo el chico del sukajan rojo mientras hacía una reverencia a su amigo, quien estaba en cama. Estaba totalmente avergonzado, por distraerse dejó solo a Takemicchi y Draken casi pierde la vida. Se sentía peor que una mierda.

Por su pinche culpa, alguien iba a morir. No podré superarlo hasta encontrar tu perdón y el de Dios.

De un día a otro se volvió un fiel devoto. Ahora tiene que persignarse cada que hace algo malo o dice alguna grosería.

―Maldición Jesús eres el mejor, "se persigna" ―. Pobre Dios sabría que se cansaría del pobre chico que no dudo en dejarlo en el infierno desde hace un mes.

―No te preocupes, al final todo salió bien. Pero quiero saber, ¿Qué carajos estabas haciendo? Que no te vi en ninguna parte ―preguntó Draken mientras Hoku lo ayudaba a sentarse y acomodar la almohada.

No quería decirle que fue culpa del hijo de puta de su hermano "se persigna".

Pero no había de otra, Draken sabía de la existencia de ese tipo. Hoku se lo comentó en una de esas noches en las que se perdía mientras imaginaba que paseaba por Yokohama, algo distorsionado.

Draken se impresionó cuando supo de su familiar, no creía que la sangre de alguien tan simple podría llegar hasta Italia. Marco, Marco se llamaba. Ni siquiera sabía que su mamá se apellidaba Le Greta, pero no le interesaba de todos modos. Le contó a detalle su inesperado reencuentro.

― ¿Entonces ese idiota volvió? Te deseo suerte, espero y no termines infestado de Cannabis como la otra vez ―el muy descarado se empezó a burlar, no era para nada gracioso, Hoku casi vomita sus intestinos esa noche―: Aunque, deberías de alegrarte, no todos los días viene alguien de otro país, tal vez y te traiga cosas.

«Un putazo solamente» frunció el ceño, "se persigna otra vez".

Hanagaki entró al cuarto para parar su conversación, gracias Hanagaki, prometo no tirarle los perros a tu novia.

―¡¡¡Draken kun!!! ¡Vine a verte! ―el rubio portaba un conjunto horrible. Ridículo por decir lo menos, Hoku se quedó sin habla ante semejante estilo.

Olvida lo de tu novia.

― ¿No te estás dejando llevar un poco? ―Y es que era verdad. El pobre chico al que nadie le hacía caso ahora está siendo notado, ¿es exagerado no? ―: No te dejes llevar solo porque te están mimando, imbécil, y quítate esa ropa.

Draken se encargó de bajarle los humos al pobre Takemicchi. ― ¡¿Es la primera vez que alguien me respeta okey?!!, ¡¡Creo que está bien que lo disfrute por un tiempo!! ― gritó.

―No grites una mierda tan triste ―dijo Hoku con un poco de compasión. "se persigna por tercera vez".

Draken le estaba dando una bolsa a Takemicchi cuando el teléfono de Hoku sonó, era su hermano, debía de irse. Se despidió de Draken.

―Nos vemos luego Takemicchi, y perdón por no haber ayudado, lo recompensaré de un modo u otro. Y felicidades por el tokkoufuku, suerte ―dijo mientras hacía una reverencia, se marchó sin decir nada más.

Cuando llegó al departamento se encontró con su madre y ese tipo sentados en la sala, le estaban esperando. Entró en el lugar, de fondo se escuchaba algo de agradable Blues que provenía de la radio.

―Tu padre y yo nos vamos a divorciar.

Después de esas palabras siguió un incómodo silencio, por unos minutos solo se escuchaba el horrible Blues y los ladridos del perro en los brazos de su hermano. No sabía qué decir, pero quería que ese maldito perro se callara.