𝙏𝙧𝙖𝙜𝙞𝙘𝙤𝙢𝙚𝙙𝙮 II Tokyo Revengers [BORRADOR]

Meat

-Gracias a nuestro editor _Monmoretci por apoyar en la realización del capítulo!!

<3

Spoilers del manga.

— ¿Alguien nos delató?

— ¡Como si uno de nosotros fuera a hacerlo!, aunque algunos de ustedes sean una mierda, ¡¡nunca delataria a mi propia pandilla!!

Haruki Hayashida o conocido más bien como Pah, demostraba su inconformidad y enojo con mucha histeria. No confiaba en las mierdas que los otros tipos decían.

En sí, nadie debería.

—Idiota —comentó Koko con superioridad—: si nadie de aquí nos delató, entonces, ¿por qué tantas de nuestras propiedades fueron revisadas el mismo día?

Pah se sentía indignado y ofendido por el simple hecho de que le dijo idiota, alzando la voz y queriendo comenzar una estúpida riña.

—Voglio morire…

Susurraba varias veces el chico del tatuaje en la cara mientras deslizaba uno de sus delgados dedos alrededor de la copa de vino tinto.

Tenía un rostro cansado, aburrido. Hanagaki pensó que este tipo de peleas eran muy comunes aquí, por lo que no debería de preocuparse.

Todos junto con Takemicchi se levantaron de sus lugares y se inclinaron respectivamente para dar la bienvenida al jefe.

— ¡Chicos, suficiente de formalidades ostentosas!

Kisaki tenía un semblante bastante diferente al de hace doce años, demasiado calmado y tranquilo.

Algo que a Maeda le provocaba una gran repugnancia, se veía claramente en su mirada que el tipo no le agradaba.

—Hoku, ¿Puedes venir conmigo? —ordenó el jefe amablemente, el mencionado dio un fuerte suspiro y aceptó, así mismo, se dirigió a los otros dos chicos—: Takemicchi, Chifuyu, ¿podría tener un poco de su tiempo?

— ¿Huh? Seguro —respondió nervioso.

Los cuatro hombres de traje se dirigían a la salida en un fastidioso silencio, Takemicchi quería preguntar a dónde iban pero fue interrumpido por la corta conversación entre Hoku y Kisaki.

— ¿Y bien? —preguntó el jefe de manera pacífica—: ¿cómo están las chicas?

«¿Eh? ¿Chicas? ¡¿Hoku tiene hijas?!» pensó Hanagaki asombrado.

—Annika y Marita están bien, pero eso no te debe de importar —respondió en japonés con un tono serio, incluso grosero.

Ante la incómoda situación Takemicchi decidió preguntar.