III

128 15 10
                                    

Maratón 3/3

- Ya sé que es raro, pero no es para tanto - dijo Dante mientras perseguía a su amiga por la casa.

Cuando Blair salió de la habitación con una venda en la cabeza Mia... En resumidas cuentas, flipó - ¿Que no es para tanto? - respondió ella mientras señalaba a la pelirroja que estaba cenando tranquilamente en el salón mientras veía la televisión. Como si todo aquello no fuera con ella - ¿Quién es esa niña? -

Dante pasó una mano por su pelo mientras veía a la pequeña - Ya te lo he dicho, es mi prima Blair -

- ¿Y desde cuándo tienes una prima Blair? - volvió a preguntar Mia - ¿Cuántos días hace que está aquí? ¿Y por qué lleva una venda en la cabeza? -

- Mia, guapa. Relájate un poco, ¿vale? - le pidió mientras la cogía de las manos. Para su suerte en estos últimos meses se había vuelto un mentiroso muy bueno. Había falseado una identidad, unos estudios y hasta un carnet de identidad. Seguro que podía inventarse que tenía una prima - Mira, no te lo había dicho porque mi relación con mi familia no es muy buena -

- Esa es la única verdad que has dicho en tu vida - comentó el diablo.

- Blair iba con sus padres cuando tuvieron el accidente y por suerte ella salió casi ilesa. Sus padres siguen hospitalizados y a ella le han dado el alta. Así que o me la quedaba yo o la mandaban a un centro de acogida de menores hasta que sus padres se recuperasen. Por eso se queda conmigo.

Después de todo aquel rollo Mia se le quedó mirando para después mirar a la niña - No os parecéis.... ¿Seguro que es tu prima? -

- Es familia política.

Tras unos segundos de pura agonía Mia asintió - Vale.... Digamos que te creo. ¿Qué vas a hacer con ella? - le preguntó - Tienes cosas que hacer, ir a a trabajar y eso. ¿Quién la cuidará? -

- Yo me encargo de eso, no te preocupes - respondió él - Solo por favor, déjame un poco de ropa. No creo que sea legal que vaya por ahí con mis sudaderas -

Mia suspiró agotada - Mañana por la mañana te la traigo - respondió. En cuanto dijo eso Dante se lanzó a por ella y le dio un fuerte abrazo que la levantó del suelo - Vale, vale. Bájame - le pidió ella mientras se reía.

- Dioses, gracias Helena no sé qué haría sin ti.

- ¿Helena...?

Dante ni siquiera lo pensó. Aquel nombre escapó de sus labios como si fuese lo más normal del mundo, como si estuviese programado para ello - Perdona... Quería decir Mia, me he liado... Llevó todo el día sin parar y estoy reventado... - le explicó él aunque no pudo evitar que en su tono hubiese un deje de tristeza.

Mia asintió aunque esta vez sí que no parecía muy convencida. Entonces, un incómodo silencio se estableció entre ellos dos. Mia no era estúpida, sabía que aquello no había sido un error. Y el tono de Dante no hacía más que acentuar sus sospechas - Sí... Deberías ir a descansar un rato - la chica sacó el teléfono - Todavía puedo quedarme un rato para vigilar a Blair en lo que tú duermes -

La vista del chico fue de Mia a Blair en un segundo. La pequeña ya había acabado de cenar y estaba en la cocina, saqueando su frigorífico. Salió de esta cargando una botella de Fanta de limón cuando se dio cuenta de que Dante la estaban mirando, así que les saludó con la mano - No te preocupes. No hace falta - le respondió a Mia - De todas formas ella también tiene que descansar -

Mia esbozó una suave sonrisa - Mírate, pareces todo un padre - dijo mientras le daba un golpecitos en la espalda - De acuerdo. Parece que lo tienes todo bajo control - Mia recogió sus cosas y se encaminó hacia la puerta - Tienes mi teléfono, si necesitas algo llámame -

ARES #4 // DIOSES DEL OLIMPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora