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Tras curar a los heridos y despedir a los que habían fallecido se había convocado una reunión de emergencia del consejo de sabios ungulados. Cuando hubo acabado Dante reunió a los líderes de cada cabaña. Tenía noticias importantes que contarles. Cuando los campistas llegaron se encontraron con Dante sentado en las escaleras de la Casa Grande, tenía la cabeza gacha con la mirada perdida en el suelo. Helena estaba a unos pocos metros, observándole con preocupación.

- Dante, colega... - dijo Beckendorf mientras de acercaba con cuidado. El hijo de Hefesto apoyó su mano sobre el hombro de su amigo - ¿Va todo bien? -

Este alzó la cabeza y contempló uno a uno a todos sus compañeros mientras se frotaba los nudillos, los cuales estaban manchados de sangre seca - Sí... Pero hay algo que tenéis que saber - dijo. Miró a Helena, como si estuviese sopesando sus próximas palabras - Os he mentido... A todos -

- Dante - dijo Annabeth mientras daba un paso al frente.

Sin embargo, él la interrumpió levantando una mano - Lo que os voy a decir se tiene que quedar entre nosotros... No quiero que todos me miren diferente -

El chico entró a la Casa Grande y el resto le siguieron. Llegaron al salón donde él se dejó caer en el sofá. Quirón salió de su despacho y le miró con seriedad. Dante comprendió lo que quería en un segundo. ¿Cuánto vas a contar? Él solo asintió, como diciéndole que estuviese tranquilo. No hablaría de más.

- Veamos... ¿Por dónde empiezo? - murmuró mientras miraba el techo.

- ¿Dónde has estado este último año? - preguntó Helena. Todos se la quedaron mirando, sorprendidos por lo directa que había sido.

Dante rio por lo bajo - Esa es una buena pregunta... - miró a la chica y le dedicó una sonrisa - Estaba en San Francisco -

- ¿Y qué hacías allí? - preguntó ahora Annabeth.

- Volví a mi casa... Donde viví cuando era pequeño

- Has recuperado la memoria - dijo Michael Yew.

Dante cerró los ojos durante unos segundos - Sí... Prácticamente toda... - asintió - Aún hay algunas lagunas, pero bueno... Recuerdo la gran mayoría -

Helena se sentó a su lado, mirándole fijamente - ¿Por qué no me dijiste nada? ¿Cuándo la recuperaste? -

El hijo de Marte le sostuvo la mirada durante unos segundos. Después su mirada fue a Percy y Annabeth - Cuando luchamos con Atlas... Cuando sostuve el cielo - inconscientemente se frotó los mechones de pelo gris que caían por su frente.

- ¿Y por qué no nos lo contaste? ¿Por qué te lo guardaste? - volvió a preguntar Helena.

El hijo de Marte apoyó sus brazos sobre sus rodillas y hundió los hombros mientras agachaba la mirada - Porque no quería que pensaseis que estaba loco... - musitó en voz baja. Miró a Helena de reojo - Fue justo cuando empecé a verle a él -

- ¿A Fóbetor? - preguntó la chica a lo que él asintió.

- ¿Fóbetor? ¿Quién es Fóbetor? - preguntó Clarisse.

- Fóbetor es un oniro - respondió Silena mientras miraba al semidiós con una mezcla de miedo y preocupación - Hijo de Hipnos, hermano de Morfeo y portador de pesadillas -

Dante asintió ligeramente - He tenido a ese hijo de puta metido en el coco durante un año entero... - musitó mientras se daba golpecitos en la cabeza con los nudillos.

- ¿Y dónde está? - preguntó Percy mientras miraba a su alrededor.

- Muerto - respondió Helena - Lo mató hace un par de horas... Trabajaba para Cronos. Y se reveló contra Dante y nos atacó después de... Después de enterrar a Michael -

ARES #4 // DIOSES DEL OLIMPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora