Hace un par de días estaba viendo una predica donde se hablaba de perseverar en Cristo, y ahí recibí una gran revelación.
El pastor explico una corta anécdota que me cambió la forma de pensar y mi forma de que es lo que le doy al Padre.Erróneamente crecemos creyendo que debemos tener un límite para ofrecer amor, amistad, misericordia, etcétera, cuando llegamos a Cristo queremos aplicar eso mismo con Él y ofrecerle solo lo que nosotros queríamos y es un grave error y falta. Piensa en imagina por un momento que sería de nosotros si Cristo Jesús hubiera limitado su amor como lo hacemos nosotros, ¿Lo puedes imaginar? Si, exactamente como lo imaginas no seríamos Salvos y no podríamos tener una relación con el Padre.
Pues en su nuestro Dios nos dice en "Jesús contestó: —“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”.
Mateo 22:37"
Si nosotros vamos a amar, querer, perdonar, ser fiel será con todo nuestro corazón, alma y mente no podemos darle a nuestro Dios cosas a medias eso solo lo hacen la gente que no sabe quién es su Dios. Cuando el pastor explico esto contó la historia de los animales:
Una gallina, una vaca y un cerdo querían agradecerle a su granjero todo lo que le había hecho por ellos y prepararon cosas la gallina le dió huevos, la vaca le dió leche y el cerdo dió la carne. Si vemos la gallina y la vaca le dieron al granjero algo que ellas siempre dan, pero el cerdo le dió todo lo que tenía porque para darle la carne tenía que morir, pero era más grande su amor y agradecimiento que era capaz de hacerlo, nosotros tenemos que morir para que Jesús viva en nosotros esa es la clave de darlo todo.Te invito a reflexionar sobre que es lo que le estamos dando al Señor, si estamos dando mitades o todo lo que tenemos.
Espero y sea de bendición 🙏🏻.
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Jesús, Eres El Camino
SpiritüelCreo que Jesús es la solución, para todos los problemas del mundo, la mayoría de los humanos negamos que necesitamos a Dios para poder seguir en este mundo, las personas te dicen tu solo/a puedes cuando la verdad es que ¡No, No Puedes!, Dios es tan...