Capítulo 18: El Otro Yo

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Todos subieron a la cubierta de observación y apoyados en la barandilla echaron un último vistazo.


Kong se disculpó por segunda vez: "Lo siento, P' Dee. Esta parte de nuestras vacaciones fue una sorpresa para P'Arthit. Tengo cosas planeadas para esta noche...umm, mañana, y me temo que tenemos que volver a la isla."


Dee sonrió y tocó su hombro. "Por supuesto, Nong."


Con un solo brazo levantado, Dee señaló, el zumbido silencioso de los motores se encendió, y L4L comenzó a moverse.


Las islas cubiertas de árboles eran sólo sombras oscuras contra un cielo aún más oscuro. El agua era negra excepto por la superficie iluminada alrededor de los otros barcos aún anclados a la distancia.


Dee saludó a sus amigos al otro lado de la bahía, y dos trompetas se despidieron.


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Arthit y Sopa eran como "novias." Se acurrucaron juntos en el paseo marítimo justo en frente de la cafetería. Estaban hablando en voz baja.


Ya habían dicho gracias y adiós a Dee y estaban esperando mientras Tomo y Kit entregaban los tanques a Chute. Arthit tomó uno de ellos y acunó el cilindro de metal en sus brazos como un bebé.


Kong tenía la pesada bolsa de Arthit sobre su hombro. Ya había empezado a caminar y se dio cuenta de que todos los demás estaban esperando a Chute.


Cuando Chute tenía sus cosas arregladas, Kong comenzó a caminar de nuevo, sólo para encontrar que los otros tres estaban ahora charlando. Kong se detuvo y esperó, pero esta vez no regresó. Kong golpeó su dedo del pie en el malecón de madera. 


Sopa susurró al oído de Arthit: "¿Tienes la sensación de que tu marido tiene prisa, Sunny boy?" (el apodo de Sopa para Arthit.)


Arthit no necesitaba responderle. Intentó fingir que no tenía idea de lo que estaba hablando. Sopa fue agregada a la larga lista de personas que amaban ver el rubor de Arthit.


Sopa le quitó el tanque a Arthit. "Sigan adelante. Chute y yo vamos al café a tomar una copa."


Los hombros de Chute se inclinaron. "¿Qué? Esta es la primera vez que escucho... Cariño, estoy cansado. Podemos tomar una copa en casa." Chute tenía un gemido lamentable en su discurso.


Sopa señaló con la cabeza a Arthit. "Pueden irse. Necesito hablar con mi marido."


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Arthit y Kongpob: Vida de Casados (Libro 2 de 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora