Capítulo 8 - Luna Oculta

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Capítulo 8 – Luna Oculta

Historia de: @Kramdrof

Traducido por: JCM

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Arthit pidió en la oficina de registro de Ubolratana el lugar para acampar más tranquilo. La primera vez que escuchó a alguien más fue cuando estaba preparando el desayuno en la segunda mañana de estar allí. Mientras estaba afuera, escuchó a algunos niños haciendo ruido.


Kong sonrió mirando por la ventana abierta que estaba justo sobre la cabecera de la cama. Arthit estaba revolviendo algo en una sartén. Kong pensó que Arthit era la única persona en el mundo que podía hacer que los huevos se vieran deslumbrantes. "Ese pequeño diablo vuelve a usar mis bóxers."


"Eso se ve delicioso, P'. Estaré listo en un segundo." Kong estaba mirando la parte superior de la raja del trasero expuesto de Arthit.


Sin saber lo que Kong estaba mirando, Arthit dijo mientras cocinaba. "Claro, tomate tu tiempo. No estará listo por algunos minutos."


Arthit vio como Kong lo estaba mirando. "¡Kongpob!"


Tenían el lugar acogedor que habían elegido, sólo para ellos dos. Podían ver, pero no oír a los demas (cientos de ellos) cuando subieron al muelle de rocas. Los turistas estaban a cientos de metros playa abajo, donde la orilla era poco profunda y perfecta para que los niños nadaran.


Kong salió y besó la parte posterior del cuello de Arthit, soplandole la piel. "P'Arthit, tomaste demasiado sol ayer." Tocando la piel ardiente con la punta de los dedos. "No me gusta ver esto, P'. Fueron esas sillas, fue divertido, pero flotamos por mucho tiempo."


Arthit tocó la parte posterior de su cuello. "Usé mucha protección, no pensé que estuviera bajo el sol directo tanto."


Kong puso sus brazos alrededor de Arthit y lo abrazó. "No más sol para ti. Al menos no hasta que este enrojecimiento desaparezca."


Arthit se dio la vuelta para ver que se había hecho una colita justo por encima de su frente. Alcanzó y movió la pequeña colita de caballo. "¿Me estás copiando?"


Se rió porque había hecho lo mismo cuando se levantó, aire acondicionado o no. Hacía calor.


Kong estaba mirando a Arthit.


"¿Por qué me miras así?"


"Por Dios P'. Me haces esa pregunta tantas veces." Los ojos de Kong miraron hacia abajo de Arthit y se detuvieron en la fina ropa interior de algodón.


Arthit se sonrojó aun mas bajo su quemadura, golpeando el hombro de Kong. "Eso es porque lo haces todo el tiempo. Ahora entra y saca el café. La comida está lista."


Kongpob saludó: "¡Sí, señor!"


Arthit y Kongpob: Vida de Casados (Libro 2 de 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora