f i f t y t h r e e🌟

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—¿Renunciar? ¿Por qué?

Los ojos de JungKook lo delataban haciendo evidente su alarma más que la sorpresa.
SonJung suspiró, sintiéndose culpable y el nudo en su garganta no le hacía fácil hablar.

—Señor...yo...yo realmente le agradezco la oportunidad que me ha dado durante todos estos meses, sobre todo por volver a aceptarme tras aquella vez en la que me comporté terriblemente con usted—sonrió apenada. —Para mí ha sido una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida entrar a Starlight, pero, como todo en la vida, nada puede ser para siempre. Considero que mi tiempo aquí ha sido suficiente y es momento de dejarlo. Por favor no piense que es por asunto suyo; yo realmente lo admiro mucho y estoy feliz trabajando con usted, pero soy yo misma quien quiere tomar otros caminos. Espero pueda entender mis razones.

JungKook ni siquiera parpadeaba, al parecer la noticia lo había dejado totalmente conmocionado.
Tomó la carta en sus manos y le dió una rápida leída para luego volver a mirar a la castaña.

—¿Asuntos personales? ¿Esa es la razón? Es lo que dice aquí—habló con seriedad.

—Sí, como le dije, soy yo misma quien quiere dejar este empleo e intentar alguna otra cosa.

JungKook asintió, totalmente ausente.

—Bien, yo...yo voy a pensar en lo que haré y hablaremos luego.

SonJung frunció el ceño en confusión. ¿Qué debía pensar?
Asintió.

—Sí, señor.

Le dio una reverencia al pelinegro y se apresuró a salir de la oficina, aún sintiendo la opresión en su corazón que le había causado decirle a JungKook.
Quería llorar y ser sincera; decirle que era porqué lo amaba tanto que quería irse, pero no podía hacerlo. Se obligó a respirar e intentar calmarse pues la mañana aún permanecía y tenía trabajo que hacer.

La tarde pasó demasiado lento para ambos, SonJung demasiado enfocada en hacer cualquier cosa que no le permitiera ser consciente de sus pensamientos y sentimientos y JungKook encerrado en su oficina dándole vueltas y vueltas a las palabras de la chica.
No lo sabían, pero los dos estaban a punto de enloquecer.

La hora de salida llegó y SonJung estaba indecisa en lo que debía hacer. Estaba preocupada por JungKook que no había salido de ahí para nada y quería preguntarle si estaba bien, sin embargo, se sentía mal y tras la conversación no quería continuar viendo a JungKook porque seguramente empezaría a llorar.
Tras un pequeño debate mental, decidió que era preferible irse y no interrumpir a JungKook en lo que sea que estuviera haciendo, así que empezó a juntar sus cosas dispuesta a irse, mas se sobresaltó al escuchar la puerta de la oficina finalmente abrirse.
JungKook salió y observó con detenimiento las manos de SonJung que se mantenían en su abrigo y bolso.

—¿Se va ya?—preguntó, su vista fija aún en los movimientos inexistentes de las manos de SonJung.

—Ah, sí—murmuró ella apenada. —¿Necesita algo? Lo siento, debí preguntarle.

JungKook alzó la vista para verla a los ojos y negó.

—No, está bien. Solo...lo de la renuncia, está bien, la acepto. Después de todo es algo que ya decidió, ¿no?

SonJung apenas pudo asentir.

—Sí, así es, sin embargo, pienso quedarme hasta que usted encuentre un reemplazo y pueda dejar todo bajo control.

—No, no es necesario. A partir de mañana ya no es necesario que venga, señorita Lee.

Las palabras del chico le cayeron como un balde de agua fría. Creía que aún tenía unos días para estar al lado de JungKook, pero irse así de repente solo había terminado de pisotear todas sus ilusiones.

—Pero, señor–

—No se preocupe, está todo bien.

Ella parpadeó sintiendo el aire repentinamente demasiado pesado. Significaba que su tiempo se había terminado y, probablemente, ese instante era el último junto al chico que hacía latir desesperadamente su corazón.

—SonJung.

Salió de sus pensamientos y se tragó las lágrimas al escuchar al chico llamarla. Alzó la vista y le sonrió apenas.

—¿Sí, señor?

—Antes de que se vaya...¿Podría acompañarme a cenar?

Los ojos de SonJung se abrieron con desconcierto y sorpresa.

—¿Qué?

—Es decir, a modo de despedida. Creo que es lo menos que puedo hacer por usted tras todo lo que ha hecho usted por mí.

Ella sintió las lágrimas de nuevo en sus ojos. Soltó el aire que estaba reteniendo y sonrió, observando con anhelo los ojos brillantes del chico.

—Sí, por supuesto, Mr. Jeon.

Y si el amor dolía, en definitiva las despedidas lo hacían mucho más.
SonJung no sabía como iba a poder resistirlo.




🌼🧡🌼

Dejen sus comentarios, reclamos o lágrimas aquí.
Amores ya saben que lxs amo mucho y estoy agradecida por todo su apoyo a esta historia.
Cuídense, nos leemos luego💛




¿υn caғé, мr. jeon? [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora