¿υn caғé, мr. jeon? [editando]

s i x t y🌟

JungKook se quedó congelado en su lugar, apenas pudiendo respirar. No podía entender que sucedía o porqué la chica que tanto ansiaba ver estaba justo frente a él.
Observó la cara de desconcierto que ella presentaba así que supuso que, tal como él, ella tampoco tenía idea de lo que sucedía.

Sintió su teléfono vibrar con un mensaje y desvió, aún confundido, la mirada al objeto en la mesa para leer.
Frunció el ceño.

Esta es tu oportunidad, no lo arruines. Se sincero.

—No puede ser cierto—susurró, entendiendo de donde venía toda la extraña situación.

Suspiró y volvió sus ojos a SonJung que continuaba sin poder reaccionar parada frente a él.

—Yo....bueno...señorita Lee, no entiendo que pasa, pero creo que deberíamos hablar. Sería agradable.

Quiso golpearse por lo tonto que había sonado aquello, pero se sintió agradecido en cuanto la castaña al fin reaccionó y asintió un poco para luego tomar asiento en la silla frente a él, después de recoger su teléfono que aún estaba tirado en el piso.

—No pensé verlo aquí ni mucho menos en estas circunstancias, Mr. Jeon—habló ella con sinceridad.

—Tampoco yo—concordó él. —Parece que alguien nos engañó—quiso reír.

SonJung intentó sonreír, pero su sonrisa solo reflejaba incomodidad.

—Ha pasado un tiempo, es bueno verla—sonrió.

—Igual, señor—le devolvió la sonrisa.

JungKook sintió su corazón agitarse. Había olvidado cuanto le gustaba aquella sonrisa tan dulce y sincera.

—Debería dejar de decirme señor y todas esas cosas; me hacen recordar lo mala persona que fui y además, después de todo, ya no soy más su jefe—sonrió con tristeza. —Llámeme JungKook.

SonJung parpadeó aturdida.

—¿Debería? Sería extraño.

JungKook rió. Ella era tan tierna.

—No es difícil—rodó los ojos.

—De acuerdo, JungKook—habló apenada.

El chico sonrió satisfecho, demasiado complacido por lo bien que se escuchaba su nombre desde esos labios.
Notó la tensión de la chica, quien continuaba demasiado incómoda con la conversación, así que se le ocurrió hacer algo antes de decirle algo más.

—Deberíamos hacer el pedido ahora. Si estamos aquí ambos deberíamos tomar algo, ¿no? Creo que podríamos conversar un rato.

La chica asintió un poco y se apresuró a tomar el menú que estaba en la mesa en un intento por evitar la mirada de JungKook.
Él sonrió, permitiéndose por algunos segundos apreciar su rostro con un poco más de detenimiento. No sabía si era cierto o era solo consecuencia de lo mucho que la había extrañado, pero para él lucía increíblemente mucho más hermosa que antes.
Su corazón latía con fuerza, sintiendo como si finalmente pudiera respirar con ella a su lado.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando el mesero se acercó a su mesa.

—¿Qué desean ordenar?

—Para mí un café helado está bien—habló ella.

—¿Y usted, señor?—el chico volteó a ver a JungKook.

—Lo de siempre, JooHeon, ya sabes.

El pelinegro asintió.

—Estará listo en un momento.