f i f t y f i v e🌟

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—¡Huele a muerto aquí!

JungKook cerró con más fuerza sus ojos al escuchar la voz de SeokJin irrumpir con tanta facilidad en su tranquilo cuarto.
No tenía ánimos para nada, ni siquiera para escuchar las cosas que su amigo decía, así que simplemente se enrolló mucho más en sus sábanas.

A pesar de que no hubo respuesta, aún podía escuchar los pasos de SeokJin en la habitación; moviendo las cortinas y levantando cosas.
Pensó en ignorarlo y fingir estar dormido, mas todos sus planes se vinieron abajo al sentir el colchón a su lado hundirse. Maldijo mentalmente.

—De acuerdo, ¿qué está pasando, Jeon JungKook?

El chico volvió a quedarse callado. Se sentía esperanzado en que SeokJin lo dejaría en paz, pero en los planes del mayor no estaba esa posibilidad.
Las manos de SeokJin de inmediato fueron hacia el montón de sábanas que lo cubrían y a pesar de las luchas del pelinegro por mantenerse oculto, Jin logró quitarlas de su rostro.
Abrió la boca con sorpresa.

—¿Cuánto has llorado?

JungKook hizo un puchero y se llevó las manos al rostro, sintiéndose expuesto y vulnerable ante los ojos del abogado.
En su estado actual se sentía avergonzado incluso con SeokJin, a quien más confianza le tenía.
Sabía que sus ojos iban a delatarlo; aún le ardían y los sentía hinchados. La noche anterior parecía haber llorado mucho más de lo que alguna vez lo hizo.

—¿Qué estás haciendo aquí?—se atrevió a hablar finalmente JungKook, ignorando la pregunta y atención de Jin. —¿Cómo entraste en mi casa?

Jin rodó los ojos.

—Por si no lo recuerdas, tú mismo me diste la clave de la puerta y dijiste que lo usara cuando quisiera. Soy educado así que no lo había usado antes, pero hoy al no obtener respuesta a mis llamadas y toques a la puerta no tuve otra opción—se encogió de hombros. —Yo debería preguntarte que haces aquí. ¿Por qué no fuiste a trabajar?

—Ser el CEO de la empresa me da la ventaja de poder tener un día de descanso cuando quiera, ¿no? No pasará nada con un día que falte.

—¿Y tus responsabilidades?

—JiMin se encargará.

—Antes no dejabas a JiMin a cargo ni por cinco minutos y en estos meses le has dado más oportunidades que en los últimos años.

JungKook se encogió de hombros sin darle importancia y volvió a acurrucarse entre las sábanas. SeokJin suspiró y tomó de los hombros al chico para enderezarlo y verlo apropiadamente.
Sus ojos grandes y brillantes ahora solo reflejaban una profunda tristeza y sintió su corazón ser fuertemente golpeado al ver al chico en tal estado. Suspiró y acarició los cabellos negros del chico que lo vió con extrañeza ante el gesto.

—¿Qué tanto pasó anoche, Kook?

El menor cerró sus ojos con fuerza, luchando por no volver a llorar, no enfrente de SeokJin.
Las imágenes de la noche anterior llegaban a su cabeza y solo lo hacían sentir peor.

—La dejé ir, Jin—susurró con la vista perdida en algún punto. —Fui un cobarde y acepté su renuncia.

Las caricias del castaño se detuvieron y fijó sus ojos en JungKook.

—De acuerdo—asintió apenas—siéntate y vamos a hablar adecuadamente.

JungKook frunció el ceño un tanto confundido pero obedeció y se sentó en la cama sin decir nada.

—¿Por qué?—cuestionó el abogado con los ojos fijos en su rostro.

El pelinegro dejó escapar un suspiro.

¿υn caғé, мr. jeon? [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora