f i f t e e n🌟

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El reloj marcaba la una de la mañana con veinte minutos y la tenue luz proveniente del celular se reflejaba debajo de las sábanas.

Son Jung no podía creer que no existiera algún tipo de información respecto a la supuesta relación de JungKook con la dichosa modelo.
Si hubieran tenido algo, ¿no tendrían que haber artículos de periódicos, notas en revistas o algo parecido?
Toda la noche y parte de la madrugada se la había pasado escribiendo mil y una palabras en el buscador; todo con el objetivo de saber a ciencia cierta la relación de la que todos hablaban, pero no había nada.
Lo único que encontró eran los artículos de ese mismo día, en donde se anunciaba el inesperado regreso de Kang DaeHee.
No existía ni un solo rastro del supuesto pasado que habían tenido y eso en parte la aliviaba pero también le preocupaba.
¿Por qué todo era tan confuso?

Se dió por vencida en cuanto sus ojos pesaban demasiado como para mantenerlos abiertos. Dejó su celular a un lado y se dispuso a dormir, pero la inquietud sobre JungKook aún persistía.








La mañana llegó más rápido de lo que hubiese querido y entonces se arrepintió de haberse quedado despierta hasta tarde buscando estupideces.
Soltó un suspiro y sin más remedio se levantó para ir a trabajar.

Luego de su monótona rutina y un viaje normal en taxi, llegó hasta la empresa.
El ambiente se sentía extraño, murmullos se escuchaban y todos parecían demasiado tensos.
Se sentía como tonta sin entender nada.

Llegó hasta el sexto piso y se sorprendió al escuchar unas voces claras resonar por el pasillo.
La voz de SeokJin y JungKook no era precisamente baja y era inevitable escuchar.

Quiso ser educada y no prestar atención a conversaciones ajenas, llegó hasta su escritorio y se dispuso a hacer su trabajo, no obstante, una conversación bastante interesante estaba surgiendo entre los dos chicos y ella no pudo ni quiso evitar escucharla.




—¿Entonces? ¿Qué diablos vino a hacer?—era la voz de SeokJin.

—Sabes como es—esta vez era JungKook. —Quiere que volvamos.

—¿Y tú qué piensas, Jeon? ¿Quieres eso?

Un tono molesto era evidente en SeokJin y tras esa pregunta hubo un largo silencio.

—Es algo difícil—al fin habló JungKook. —Es DaeHee y ella...ella sigue causando esas tontas emociones en mí.

Son Jung no entendía muy bien la conversación, pero por alguna razón se sintió dolida.
¿Qué le pasaba?
Sacudió su cabeza y optó por enfocarse en trabajar. No tenía porqué escuchar las conversaciones de JungKook.

Algunos minutos después, SeokJin salió de la oficina. Su rostro mostró sorpresa en cuanto vió a la chica.

—Señorita Lee, ¿en qué momento llegó? No la escuchamos.

—Ah, sí...yo no quería interrumpir—sonrió nerviosa.

—Bien, ha sido bueno verla. Tenga un buen día.

Hizo una leve reverencia y ella lo imitó. Después SeokJin abandonó el lugar.
La confusión era muy grande, pero sabía que no tenía que entrometerse.

Continuó con sus labores hasta que la puerta de la oficina volvió a abrirse. JungKook salió y la vió con un rostro serio.


—Señorita, necesito que haga algo por mí.

—Claro, señor Jeon. ¿Qué necesita?—preguntó con una sonrisa amable.

—Necesito un traje para un evento esta noche—se acercó al escritorio de la chica—es algo importante y debe ser exactamente el que quiero.

La chica asintió algo nerviosa por la repentina cercanía de su jefe. Tenía una de sus manos en el respaldo de la silla de Son Jung mientras con su otra mano tecleaba en la computadora. Estaba, técnicamente, acorralada.
El aroma del perfume de JungKook inundaba sus fosas nasales y se regañó mentalmente por disfrutar de eso.

—Esta tienda—habló señalando la pantalla de la computadora. —Siempre compro allí así que ya saben lo que me gusta. Necesito que vaya a buscarlo por mí—concluyó volteando a verla.

—S...sí, entiendo.

El castaño esbozó una leve sonrisa y se alejó.

—Perfecto. Vaya entonces.

Dando una media vuelta volvió a su oficina mientras la chica buscaba inútilmente de seguir aspirando tan delicioso aroma que había captado unos segundos atrás.








Después de haber anotado la dirección de la tienda, salió rumbo a buscar el dichoso traje de JungKook.
Estaba algo lejos, pero no tenía opción.


Creyó que todo sería sencillo, pero en absoluto lo fue. Un accidente que había paralizado el tráfico, desviaciones, lluvia y por último terminar confundiendo las direcciones hicieron de la búsqueda del traje una larga travesía para Son Jung.

Sonrió ampliamente cuando dió con la tienda y cuando estaba por entrar, una llamada entrante la hizo detenerse.
Palideció al ver el nombre de su jefe en la pantalla.





—¿Sí? ¿Mr. Jeon?—trató de hablar casual.

¡¿Dónde rayos está?! ¡Han pasado tres horas desde que se fue!—gritó alterado provocando que Son Jung alejara levemente el celular de su oído.

—Señor es que las cosas se complicaron y...

¡No me venga con sus excusas! ¡¿Por qué no puede hacer nada bien?!

Son Jung estaba por responder cuando él cortó la llamada.
Ella ahogó un grito y soltó un suspiro de frustración.

—¡Debiste dejarme explicarte las cosas, idiota!—gritó al teléfono con la pantalla apagada.


Dios, enserio necesitaba paciencia.











🙃🌝💌

Hello~
Aquí les dejo este capítulo, espero les guste porque a mí no jsjs.
Es algo curioso que ya vayamos por el capítulo 15 y estos aún no estén juntos. En la mayoría de mis historias a estas alturas ya vamos para la recta final del fic pero con ¿Un café, Mr. Jeon? creo que hay todavía algo de material para alargarla un poquito. Ya veremos donde terminamos🤭
Gracias por sus lecturas, los amo💜













¿υn caғé, мr. jeon? [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora