f o r t y t w o🌟

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JungKook se terminó la botella de agua y resopló al no poder calmarse.
La idea de que le gustara SonJung lo tenía al borde del pánico y no sabía que hacer con el tumulto de pensamientos que lo asaltaban y ese sentimiento martillándole el pecho. Quiso creer que su conclusión no había sido más que consecuencia de los tragos que se había tomado, pero la realidad era que a medida que pasaban los minutos su mente no hacía más que convencerse de que, efectivamente y sin regreso, él ya no veía a SonJung como en un inicio.
En el principio no era más que su asistente, esa chica que lo hacía enfadar con tanta facilidad y que no le hubiese importado dejar ir en cualquier momento. SonJung le era indiferente y no le había prestado mucha atención, suponiendo que sería como las muchas otras que habían sido sus asistentes y que se iban tras pocos días por no poder soportarlo.
Pero no, para sorpresa de JungKook, ella había sido la única que se había atrevido a gritarle en la cara la horrible persona que era y que incluso renunció sin algún tipo de remordimiento. Quizá había sido desde ese momento en el que había quedado impactado por las capacidades y actitudes tan singulares de la chica y había sido esa la razón por la que se había negado a contratar a alguien más, guardando secretamente ese deseo y esperanza de que volviera a trabajar con él, cosa que le había salido de maravilla al cumplírsele gracias a JiMin.

No entendía en que momento habían cambiado las cosas, aún pensándolo detenidamente no lograba encontrar un instante exacto, pero de un día a otro se encontraba a sí mismo sintiéndose orgulloso de la chica e incluso a gusto con su compañía. Tampoco quería admitirlo, pero hace mucho tiempo que disfrutaba hacer enojar a SonJung por el simple hecho de que se le hacía muy linda con esa mirada de querer asesinarlo y enterrarlo diez metros bajo tierra.
En algún punto, se dió cuenta que la mujer que trabajaba día a día junto a él era una chica preciosa, no solo exteriormente, sino en toda su personalidad. Esperaba cada mañana verla en el escritorio afuera de su oficina y recibir esa cálida sonrisa que siempre le ofrecía sin importar qué.
Pero, quizá el punto culminante y que había sido el causante de su caos actual, había sido ese fin de semana en el que había aceptado salir con ella.
Esos dos días habían sido como una puerta a un mundo desconocido, brillante y emocionante que le permitió estar un paso más cerca para conocer verdaderamente a Lee SonJung. Le habían servido para encontrar sus emociones perdidas y darse cuenta de que habían muchas cosas que extrañaba y que amaba, como compartir un buen momento y charla con una buena compañía.
Toda SonJung de pronto de había vuelto tan brillante ante sus ojos y fue como chocar con la realidad que había estado ignorando durante mucho tiempo. Sin previo aviso y casi inconscientemente, pareció flecharse con la chica y recién se daba cuenta de que le gustaba, quizá mucho más de lo que quisiera.

Dió un pequeño salto en su lugar al escuchar su teléfono sonar. Lo tomó y rodó los ojos, prefiriendo ignorar la llamada. En su estado actual no quería hablar con SeokJin, realmente con nadie. Creía estar volviéndose loco y no tenía cabeza para nada más.
Para su desgracia, su amigo parecía no querer darse por vencido con las llamadas y siguió insistentemente otras veces más.
Cansado del molesto sonido, JungKook no tuvo más opción que responder.

-¿Sí?

-¡Mi cumpleañero finalmente respondes!-escuchó de inmediato la voz alegre de SeokJin. -¿Dónde te habías metido? Te estuve marcando todo el día y nunca respondiste, estaba preocupado.

-Ah, salí y no le presté atención al celular. Lo siento.

-¿Saliste? ¿Tú?-Jin se oía totalmente sorprendido. -¿A dónde? Si me dijiste que te la pasarías durmiendo todo el día, aprovechando que no tenías trabajo.

JungKook resopló, sabiendo que el insistente Kim empezaría a preguntar sin parar.

-No es importante, Jin. ¿Pasa algo?

¿υn caғé, мr. jeon? [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora