Square Mile, Londres; Reino Unido.
— ¿En qué momento regresaste? — un zangoloteo me levanto de donde estaba durmiendo, carajo con estas mujeres, entreabrí mis ojos tratando de ubicarme donde me había dejado durmiendo, alcancé a ver una mesita de centro; me había dejado en la sala — No me fije, pero llegué... llegamos en la madrugada — la luz del amanecer comenzó a entrar por la ventana iluminando mi cabello, qué pinche sueño, bostecé y se levantó de la mesa donde se había sentado — Eres increible, Peter — se fue a paso decidido, seguía molesta. Me acomode en el sillón, Marcelo estaba durmiendo en el piso con las manos bajo la nuca, gire mi vista hacia donde se había ido — Ya te puedes despertar traidor — me guiño un ojo — Ven, vamos por algo que comer — se levantó para quedar sentado en el piso — Algo me hace creer que no quiere que te le acerques — desvió la mirada hacia mi — No lo creas, es lo que sucede — me levante y trone mi espalda — Puedes decirme el chueco — negó en una risa y se encamino a la puerta.
Caminamos por un pasillo iluminado por mamparas de aire hospitalario y paredes pintadas de color menta — Me recuerda aquella vez que fuimos a donar sangre en La Raza — negó divertido mientras se reía — ¿Qué? Es la verdad — no dijo nada y llamó al elevador — El motivo de mi risa es que aún no superas que te haya llevado al IMSS a donar sangre — se abrió ante nosotro — ¿Por cierto, dónde estamos? — nos adentramos y comenzó a sonar la música de Ariana Grande — En un mezzanine de KongWie Corp — ¿Qué? — Tu... — negó — Fue un intercambio entre Fuentes de María Industriales y Greco & Bianchi, Landon — comencé a ponerme mis Airpods — Demasiado dinero escuche pasar, ¿En serio lo hiciste?¿Qué diste a cambio? — sonrió de lado, odio cuando solo sonrie a una de mis preguntas, lo hace ver como si fuera obvio y tal vez lo sea pero es la mañana y no lo capto a la primera. Las puertas se abrieron y una tienda de ropa KongWie Corp se reveló, okay ya vi porque lo cambio.
— ¿Iremos a un Starbucks? — negó — Mi joven amigo, te llevaré a otro lugar más genial en donde te recordará el sabor a casa — lo mire mientras me abrazaba con su diestra atrayendome a él — ¿Al tuyo o al mio? — sonrió más — Ambos — negué divertido, yo soy de Chiapas y el de Nápoles así que quiero ver como me recuerda a casa — En buen pedo, quiero que me calles el hocico por incrédulo — sonrió feliz — Será un placer — cruzamos la tienda de ropa mientras los chicos saludaban alegres a Marcelo — Vaya, eres popular — negó y salimos por fin de la tienda, metió sus manos a su pantalón crema y el sol resplandeció en su cabello perfecto — Odio que te veas mejor que yo — negó y una rafaga de aire nos despeinó a ambos, por instinto revise mis bolsillos — Los dejaste en la... perdón, los deje en la mesa — Entre Semillas de Café, leí en la vidriera, tenía un aspecto demasiado ochentero, con aquella tipografía canter que solía percibir en el Zócalo.
Al entrar un par de gabinetes nos recibieron, eran de color verde manzana que hacían juego con las mesas amaderadas tipo picnic incluso había repisas con teteras de cobre que hacían darle un aspecto hogareño — Ve el piso — era de fondo negro pero "bordado" de varios colores, le regrese la mirada, infle mi pecho orgulloso y caminamos a la barra para ordenar — Bienvenidos a Entre Semillas de Café — nos sonrió cálido — Será una bego de pavo con un expresso cortado y ... — — Va ser un capuccino de amaretto y un croissant de pavo ah y para comer aquí — asintió, nos entrego el ticket y partió para la cocina.
— Ahora sí, ¿Cómo lo haces? — nos sentamos en uno de los gabinetes, me veía con expectación y la verdad que me divertía porque ni siquiera yo sabía — Supongo que ayuda el que no me tome las cosas que me dicen a personal aunque sí me permito la sinceridad no tengo ni idea de cómo lo logró — negó en una risa — Eres increíble Peter, de verdad; yo en tu lugar ya las hubiera mandado al carajo — — Te creo — sonreí en el momento que mi celular vibro —Adicto deja el celular ya de una buena vez — desbloquee la pantalla con mi índice — Es de Gabo, pregunta que cuando regresó para vernos — la luz de la pantalla iluminó mi rostro igual que mi sonrisa — Me gusta verte feliz — alcé mi rostro — A mi tambien — trajeron nuestros alimentos y el barista le guiño el ojo a Marcelo, sonreí divertido mientras se sonrojaba — ¿Un vampiro sonrojado? — entrecerró los ojos — No me vas a controlar y lo sabes, mejor come ¿quieres? —
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All We Know
FantasyEn donde Arnold y Dante buscarán al asesino de los padres de Arnold y Peter baja al infierno para rescatar a Gabriel antes de que el infierno lo consuma.