Salimos del vagón hacía la plataforma y de ahí tomaríamos un Uber a la pastelería, miré a donde había estado sentado. Nos imaginaba a mi y Marcelo sentados mientras nos reímos de cosas sin sentido, realmente me era irreal que en esta situación y como me encuentro fantasee con algo feliz y con alguien que claramente no lo quiere ─ Te deja en una posición privilegiada, Peter ─ miré por el rabillo del ojo a Dante mientras subíamos las escaleras para salir del andén y entrar a la estación ─ Explicate, por favor ─ frunció sus labios, pensando tal vez ─ Tienes la oportunidad de iniciar y tomar el rumbo que quieras pero antes debes saber que es lo que quiere Peter para él ─ inhale y mi celular empezó a vibrar, lo saqué "Marcelo" colgué ─ Imagino que no tienes celular o algo donde anotar ─ negó mientras sacaba un iPhone 5 de su mochila, sonreí de lado ─ No creo que puedas hacer mucho con él y no te burles ─ ─ No me rió del teléfono, sonrió de nostalgia, ese fue mi primer celular ─ anote el número de Gabriel. Tome mi celular y aventé mi celular por la ventana a un tren que creo que va a Bruselas o Munich, no sé. Diviertanse buscandome.
Subimos las escaleras y corrimos a la salida más pronta ─ Disculpe ─ un consierge nos volteo a ver ─ Un taxi a Pátesserie Des Reves por favor ─ asintió mientras descolgaba su teléfono ─ ¿Sabes francés? ─ ─ Si, ¿tu no sabes? ─ me miró ─ Salaud ─ sonreí ─ No te enojes, lo decían en buen plan ─ le entregue el dinero al buen hombre de ojos grises y creo que ese era todo mi efectivo. Caray. Salió de su isla y nos encaminó al taxi ─ ¿Y a dónde vas supuestamente? ─ lo miré de reojo y sonreí ─ Yo también quiera esa respuesta pero no la tengo ─ nos abrió la puerta ─ Merci ─ nos acomodamos dentro del taxi y partimos.
─ ¿Sabes que pudimos irnos en metro y bajarnos en Terne? ─ negué, ahora que lo recuerdo él estaba aquí cuando, carajo desde mucho antes ─ ¿Cuál es tu primer recuerdo Dante? ─ me miró con ironía ─ ¿Quieres saber mi edad? ─ fruncí mis labios en una sonrisa ─ Quiero darme una idea de cuanto has vivido ─ sonrió ─ Nunca hubo un diluvio como tal, solo grandes lluvias por cuarenta días ─ ─ ¡Nique ta mere! ─ me tapo la boca con su mano mientras reía ─ Aquí no es igual que en México, aquí no lo puedes ocupar para bromear, es más como una declaratoria de guerra ─ asentí mientras veía por el rabillo al taxista que nos miraba extrañado.
─ Tengo una idea ─ lo miré rasgando un poco mis ojos ─ Me bajo una cuadra antes para no ser un mal tercio y así puedas hacer tus cosas ─ sonreí de lado ─ ¿Y cómo le harás para contactarme? ─ alzó una ceja ─ Tengo un departamento aquí ─ inhale ─ De una vez te digo que soy medio claustrofóbico, así que si no es un lugar muy cerrado por mi está bien ─ asintió, se giró a ver al taxista para pedirle que lo dejara al inicio de la cuadra, se orillo y bajo. Cerró la puerta y alzó su pulgar, asentí mientras arrancaba de nuevo para dejarme a la mitad de cuadra ─ Merci ─ le deje un par de euros de propina antes de bajar y camine a la pastelería y ahí estaba con su maleta, se giró a ver por la vidriera y me sonrió, camine a la entrada y entre ─ ¿Como estás? ─ sonreí mientras me acercaba a él ─ Bien, hay demasiadas cosas ricas por aquí y estoy que me chupo los dedos de la gula que me da ─ negué en una sonrisa ─ ¿Pedimos un Paris-Brest o unas Madeleine? ─ sonreí ─ Amo tu francés ─ negó mientras nos acercabamos a pedir o más bien echarle un ojo a lo que había.
─ ¿Quieres? ─ dijo alargando la e ─ Es que se ve muy rico todo, ¿Y si pedimos aquel surtido de pan que está de aquel lado en forma de ropero? Digo, vamos a estar un rato aquí ─ lo gire a ver ─ Vamos a pedirlo ─ y nos dimos cuenta de dos cosas importantes; la primera es que no era un surtido de pan únicamente, era una fabulosa colección de postres y panes cuya base era el suculento chocolate, y la segunda es que Gabriele es adorable hablando francés en el sentido más tierno. Le brillan los ojos cuando lo habla, no sé, tal vez es porque me gusta y yo le gusto. Quien sabe. Ambos pagamos la mitad y fue en ese momento que se dio la cosa más curiosa de la vida, al momento de ver al espejo que estaba detrás de la línea de caja logre visualizar unas alas a Gabriel, lo juro por mi vida que lo vi. En serio.
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All We Know
FantasyEn donde Arnold y Dante buscarán al asesino de los padres de Arnold y Peter baja al infierno para rescatar a Gabriel antes de que el infierno lo consuma.