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Jungkook se quedó conmigo en lo que seguí comprando algunas cosas más, ya empezaba a acostumbrarme el tenerlo encima si nos cruzábamos queriendo ayudarme y guiarme, hasta que lo detuve.
—Jungkook puedo hacerlo sola.
—Quiero ayudarte, soy tu alfa y debo hacerlo es mi deber.— al decir aquello miré a otro lado esquivandolo pero haciéndome la interesada en alguna fruta. Pues su manera de decir que era mí alfa, me había puesto nerviosa.— Dámelo, te acompañaré hasta tu casa si es necesario, no quiero que te canses tanto.
—Eres terco.— lo miré y este sonrió arruando su nariz de manera adorable.— Solo no te acostumbres a esto, me gusta mi libertad y soy demasiado fuerte.— le pegué en el hombro.
—No dudo de eso, lo veo.— siguió atrás mío por un largo rato llevando más bolsas en una sola mano. No sentía miedo de él ahora, no podía huir siempre por el temor a que su lobo despertara, aunque oculté mi aroma para ayudarlo.
Sabía que Jungkook tenía que medicarse, tristemente para no perder el control.
—Bueno, vamos a casa.. dijiste que me acompañarías.-— el pelinegro asintió. Caminamos juntos a una distancia entre ambos, varias personas de la manada nos miraban queriendo decifrar que sucedía con nosotros o tal vez admirando a Jungkook ya que sería nuestro próximo alfa y verlo como uno de ellos caminando por las calles, llevando bolsas de una omega en su mano y para rematar, conmigo.
Quizás es algo sorprendente de ver, solamente digo.
En medio del camino ya cuando no había nadie en la calle que dirigía a mi casa, próximos a llegar, sentí la mano de Jungkook tomar la mía sin molestarle la bolsa que llevaba colgada en mi muñeca. Miré nuestras manos entrelazadas y luego a él, miraba al frente tratando de esconder su sonrisa.—Jungkook.
—¿Sí?— preguntó desinteresado o bueno, fingiendo desinterés.
—¿Que haces?
—Caminar. A tu casa, contigo, ¿Por qué?—miró y me reí.
—Sí, sí. Eres muy gracioso Jungkook.— sonrió pero no soltó mi mano y no quería que lo hiciera pero sabía que mis padres estaban en la casa y todavía no estaban listos para vernos juntos después de lo sucedido, creían que Jungkook no sería capaz de no hacerme nada al estar solos.
Y era algo absurdo porque sé que Jungkook no es como se muestra cuando pasa ese suceso que nos asusta a todos, detrás de eso es un chico bueno, amable y jamás haría daño a nadie. Mis padres tendrán que entender aquello.—Mm, Jungkook mis padres están en casa, si nos ven llegando así lo más probable es que se infarten. Ellos piensan que tú igual...
—No te haré nada Yoori.
—Lo sé, sé cuando eres tú, sin embargo... Por ahora..— no terminé de hablar cuando la puerta de mi casa se abrió revelando a mi padre, seguro nos sintió desde lejos. Se mostraba algo asustado, vió nuestras manos juntos la cuál me apuré a soltar.— Papá..
