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Después de tomarme los últimos cuidados como la temperatura y demás cosas, me dieron ropa para vestirme ya que solamente estaba en ropa interior. En todo trayecto Jungkook estuvo pegado a mí viendo que esté todo bien conmigo, los demás esperaron afuera hasta que salimos de ahí directo a la casa de los Jeon que no estaba lejos.
Al ver la poca luz del día porque parecía ser que la noche llegaba, caminé respirando el aire fresco de la naturaleza y ya no a los materiales de clínica, ese aura tan deprimente.
Jungkook me llevaba por la cintura preguntándome si estaba bien, quinientas veces más.
Cuando finalmente estuvimos todos en la sala sentados me atreví a preguntar.—Mm.. bueno, quiero..—mis palabras fueron frenadas por Jungkook a mi lado haciéndome girar mi cabeza para mirarlo.
—¿Tienes hambre? ¿Sed? lo que sea..
La verdad sentía algo de hambre, no recuerdo cuando comí algo. Estoy muy confundida.—Sí, tengo apetito.. además, necesito agua, toda mi boca y garganta está seca.—conté y él asintió de inmediato. Llamó a unas omegas trabajadoras de aquí y les ordenó cocinar y que otra trajera agua rápidamente, ambas chicas estaban demasiado nerviosas con él y por la manera en que les pidió las cosas, casi que parecían tener miedo.
No dije nada porque no era el momento de preguntarles por qué actuaban así con él o que pasó con ellas para que Jungkook les hable tan autoritario. Miré a mis padres y a la señora Jeon que estaban al tanto de nosotros dos.—¿Que pasó?—pregunté.— ¿Por qué están así al rededor mío?
Mi padre se inclinó un poco en su asiento entrelazando sus manos.—No sé cómo comenzar para no alterarte, pero, Yoori.—hizo un silencio antes de hablar y me ponía ansiosa.—¿Recuerdas ese día que aquellos hombres vinieron aquí?—un ligero recuerdo vino a mi mente, si bien lo recordaba, aún así había partes faltantes en mis recuerdos. Terminé por asentir para que hablara de nuevo.—Bueno, vinieron porque se enteraron de su unión antes de tiempo, enterándose del rompimiento del contrato y también de nuestra complicidad, más sabiendo que el padre de Jungkook era el líder.
Al nombrar al padre de mi pareja a mi lado caí en cuenta que él no estaba aquí.—¿Donde está el señor Jeon?
Jungkook tocó mi mano llamando mi atención.—Luego te explico eso, pero está en un viaje.
—Ese día que vinieron todo estaba descontrolandose y terminó contigo en una situación fea.—cuando el agua llegó, Jungkook sirvió por mí y me pasó el vaso. Tomé todo sintiéndome fresca.—Tuviste un golpe fuerte debido a ellos, además de que te colocaron un sedante fuerte en el brazo, el golpe y eso hicieron de ti una combinación muy mala. Caíste en coma completamente a las dos horas del conflicto cuando pudimos llevarte de urgencia a un médico.
—Fueron cuatro meses.. los que estuviste ahí, dormida.—finalizó mamá.
Quedé boca abierta. ¿Estuve todo ese tiempo en una camilla alejada de todos? ¿Jungkook estuvo sin mí por esos cuatro meses? Inmediatamente me vino un sentimiento de culpa por abandonarlo porque sé lo que pudo sentir al no verme reaccionar más cuando ahora, y desde hace cuatro meses atrás estábamos unidos de por vida. Miré a Jungkook rápidamente cruzando me con sus ojos negros, sintió mi culpa por dejarlo solo y solamente me sonrió con los labios aplanados negando levemente.
Mis ojos comenzaban a humedecerse.
Caí en cuenta. Recordaba su coronación como nuevo líder, y escuchando el tiempo que estuve ausente. Su día importante en el que se supone que yo tendría que haber estado con él acompañándolo y dando por sentado que yo era su nueva compañera de por vida, no estuve.—Tu nombramiento a líder pasó y no estuve para ti.—le dije en voz baja, triste. Él negó restando importancia con la misma sonrisa, peino un mechón de pelo detrás mi oreja y me miró a los ojos.
—Eso ya no importa. Lo que importa es que ahora estás bien, estás aquí conmigo, con nosotros. Eso es todo.—se acercó a dejar un beso en mi cabeza. Miré a mis padres antes de hablar de algo más.
—Yo... yo no pensé que quedaría embarazada tan pronto.—toqué por inercia el abultado vientre en mí.
—Bueno, ahora que tienes un pequeño cachorro en crecimiento. Debes cuidarte, mamá te ayudará en todo.—me sonrió ella.—Pero ahora no más hablar sobre esto, ya sabes lo que debías, ahora solamente quiero que comas porque no te has alimentado bien por tu estado y luego debes descansar, quedarás aquí esta noche.
Hice lo que me pidieron, terminé comiendo lo que cocinaron solo por mí. Sentía que había pasado años desde que no disfrutaba de comer una buena comida, igual me sentía un poco cohibida con la gente mirándome hacerlo pero me concentré en mí. Hablamos un poco más aunque ellos quería omitir los disgustos de aquel momento y lo que le siguió para ellos.
Mis padres me desearon buena noche y que mañana volverían para verme. Jungkook me guió hasta la habitación y me despedí agitando la mano a los presentes en la sala, aún se quedarían conversando un rato más. Caminamos por los pasillos y ví algo de diferencia entre ellos, definitivamente habían cambiado un poco, sí que pasó un tiempo..
Jungkook me dejó en la cama mientras se disculpaba por tener que ir al baño a arreglarse un poco la apariencia y sacarse aquella ropa, lo dejé que fuera sin problemas pero cuando escuché que cerró la puerta me levanté de la cama para caminar directo al espejo que tenía aquí. Me acerqué lentamente mirándome el rostro, notando que un poco de mejillas se habían ido, mi cabello estaba algo feo.
Debería ducharme.
Bajé mis ojos hasta mi estómago, la blusa que llevaba ahora era un poco suelta porque era seguro que algo ajustado como suelo usar a veces, no me entraría por aquella panza que ahí sobresale. Llevé mis manos a los bordes de la blusa levantándola un poco para admirarme mejor y a detalle lo nuevo de mi cuerpo ahora.
Estoy embarazada, hay un bebé creciendo ahí dentro, algo que hicimos Jungkook y yo juntos. Acaricié con la palma de mi mano todo alrededor, mi mirada pasaba del espejo, a verme a mi misma, creo.. que me tomará unos días seguir asimilando lo que estaba pasando.
Tan distraída en mí levanté la mirada al espejo al sentirlo atrás mío poniendo su mentón en mi hombro y sus manos en mi cintura. Comenzó a tocar mi abdomen con sumo cuidado y cariño, estábamos en silencio los dos viviendo este momento.—Tendremos un hijo o hija. Estamos unidos, juntos, en la espera de un bebé.. finalmente formamos una familia después de tantas torturas, conflictos, pruebas... el pensar que no lo lograría, pero aquí estamos.—bajé la blusa y me di vuelta para verlo cara a cara, no se despegó mucho de mí.
Lo miré detenidamente viendo su cabello largo, pasaba la altura de sus ojos hasta su pómulo. Los instintos de tocarle me ganaron, con una mano toqué su cabello apartandolo un poco más de su frente.—Tu cabello a crecido mucho, es la primera vez que te veo así. Me gusta.—le sonreí.
—¿Te gusta? dejé mi cabello así porque la verdad no me importaba ocuparme de mí todo este tiempo sin ti.—sus manos se deslizaron por mi cintura hasta encerrarme en sus brazos, entonces puse los míos en sus hombros.—Te he extrañado tanto..—dijo en tono bajo, como si decirlo en cualquier momento lo haría quebrarse.
—No digas más. Ya me siento culpable por saber que te dejé sufrir. No lo haré más porque ahora estoy aquí contigo, y lo estaré para siempre. Te amo, Jungkook.—me veía en medio del brillo de sus ojos, estaban felices.
Sin esperar, y ya solos. Jungkook acercó sus labios para besarme como hace tiempo no lo hacemos, abrazados en esta habitación, esta noche volvimos a sentirnos plenamente vivos el uno al otro y con muchas emociones dentro. Después de ducharme como tenía en mente nos acostamos abrazados sin intenciones de separarnos un centímetro más ni menos, hablamos, me contó todo lo que pasó mientras no estuve presente, nos besamos como dos adolescentes.
Y charlamos sobre el futuro con nuestro primer hijo, eligiendo infinidades de nombres para cuando sepamos que sexo sea.
