Eternos[Completa/borrador].

Capítulo 33.

The beach- the neighbourhood. (la primera escena del video es parte de la inspo para Asher, si veís el video y no conocéis la serie saltaros del 2:02 al 2:09, ya que es un gran spoiler).

Pov Asher

Después de hablar con Hannae me había sentido liberado, lo cierto es que me había quitado todas las cargas que era consciente que tenía, pero aún sentía que me faltaba algo. Que algo debía ocurrir. Yo no era de tener presentimientos como Hannae, ni siquiera conseguía distinguirlos o entenderlos, pero llevaba desde anoche con una extraña sensación, y estaba seguro de que no se debía a ningún problema físico.

Estaba alerta de algo, mi propia mente sabía que iba a pasar de un momento a otro, pero aunque no supiera que era no sentía que fuera a ser algo malo, sino que tenía la sensación de que me iba a ayudar a avanzar. No sabía que era, pero parecía que me iba a traer paz.

Hannae me estaba ayudando más que antes a que poco a poco me fuera acostumbrando a las pastillas y a una rutina mejor. Debía comer a unas horas más o menos normales, y no soltarme comidas, y debía dormir más estos primeros días hasta que no tuviera tanto cansancio acumulado y pudiera establecer una rutina que pudiera equilibrar algo mi vida. Al contrario de lo que podía parecer no me molestaba o me importaba que Hannae me ayudara o estuviera más pendiente, sabía reconocer cuando necesitaba ayuda.

Estaba "enfermo" o al menos lo había estado, bueno no me gustaba decirlo de esa forma, había tenido problemas y había aguantado mucho hasta encontrar una solución y no podía arreglarlo solo, además estaba cansado de luchar contra mis demonios en soledad. No era invencible, sabía que todo esto me había hecho daño a mí y a Hannae, y estaba harto de pretender que lo era.

Hannae se acababa de meter en la ducha, mientras yo doblaba mis camisetas y elegía que me iba a poner para salir un rato por la noche, pero pendiente de si llamaban a la puerta con las toallas como me había pedido recoger. Resultó que una se había manchado y hace rato Hannae había bajado a pedir una nueva, pero aún no habían llegado. Solo esperaba que se acabara congelando por tener que esperar.

Me vestí con un pantalón como de traje gris y una camisa suelta de manga corta con estampado de dragones, y la cual llevaba una parte metida por dentro y la otra por fuera. Después de que me peinara un poco con los dedos antes de ponerme los anillos y los collares, ya que con los anillos era imposible o muy complicado peinarme, fue que por fin llamaron a la puerta.

— Acaban de llamar, ahora te llevo las cosas. — le dije a Hannae subiendo la voz para que me oyera teniendo en cuenta el fuerte ruido de la ducha, esperaba que me hubiera oído, ya que no me había contestado.

Me acerqué a la puerta y la abrí sin ninguna preocupación aparente, pero sin entender por qué mi corazón había comenzado a acelerarse, me costaba socializar, pero recoger unas toallas no pensaba que fuera una tarea tan complicada y agobiante.

Cuando vi a la persona que estaba al otro lado de la puerta no fui capaz de hacer nada más que cerrar la puerta, quedándome mirando el tono marrón oscuro de esta sin saber qué hacer. Fue una reacción inmediata, al igual que la que tuvo mi corazón al comenzar a bombear de manera desbocada, produciéndome tal agobio que sentía que me estaba ahogando.

No era posible, a lo mejor era una imaginación mía o simplemente me había confundido.

Di un par de vueltas por la habitación valorando las opciones, había quedado como un maleducado, pero si era quien creía no me lo tendría en cuenta, entendería mi reacción. Estaba confundido y asustado. ¿Qué otra reacción podría tener? <<Podrías haber llorado por la emoción o haberte lanzado a sus brazos.&gt;&gt;

— ¿Qué pasa, Asher? — me preguntó Hannae cerrando la ducha y tapándose con la cortina de esta.

— No lo sé, ah tu toalla. — abrí de nuevo la puerta y extendí la mano para que me diera la toalla, no la miré, no aún. Dejé la puerta medio abierta y le entregué la toalla a Hannae, quién no dijo nada al ver mi gesto aunque se quedó algo extrañada, lo cual era normal.