El reino mágico de Dalaran: cumpleaños, resaca y dragones.

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Xallha se movió incómoda en la cama, había alguien mas durmiendo con ella, muchos mas. Abrió los ojos topándose con la claridad del día y el recordando el efecto secundario del alcohol: la resaca.

—Farys te he dicho un montón de veces que no ligues mis bebidas con alcohol, maldito oso de los cojones.

—Xallha yo no soy Farys.

—Tírate un rato conmigo. Me duele la cabeza — Xallha agarró a Myth por los hombros y se lo tiró encima obligando al elfo a apoyarse en sus manos sobre el colchón para no aplastar a la elfa.

—Mazgrel me duele la cabeza. ¿Por qué dejas que Farys ligue mis bebidas con alcohol?

—Xallha yo no soy Mazgrel.

—Hueles a hierbas, hueles rico — Xallha colocó ambas manos en la cara del elfo y comenzó a besarlo a lo que él también le siguió la corriente.

—Eso es porque me acabo de bañar. Deberías probarlo un día, te encantará.

Zallha movió parte de su cuerpo sobre la sábana caliente, Nellha dormía sin problema alguno, Killha y Kallha yacían tiradas en el suelo apoyadas en almohadas y tapadas con sabanas de seda y algodón con bordes cocidos con hilo de tela lunar. Le tomó un tiempo identificar que pasaba a su alrededor, le dolía tanto la cabeza y su hipersensibilidad a la luz le entorpecía los sentidos, Zallha odió el vino de los Quel'dorei a partir de ese día.

—Chico no te aproveches de mi hermana.

—Es ella quien se está aprovechando de mí, me tiene confundido con alguien llamado Mazgrel y Farys.

—Ah si, esos dos, los primeros compañeros de Xallha, solían ser cuatro pero uno abandonó. Eso me recuerda a Adarys y Andarys. Hecho de menos a esos dos hijos de puta. La próxima vez que los vea asaltaremos las carteras de toda Ventormenta.

—Alerys préstame otra — Killha giró en el lugar acurrucándose como un sable de la noche.

—Ni inventes Elarys, es mío no tuyo — Kallha se destapó parte del cuerpo mientras se retorcía buscando calor.

Los tartamudeos continuaron por un buen rato, Kallha movía la mano en el aire agarrando o intentando coger algo que no existía, por otra parte Nellha dormía como una piedra y sólo una palabra salió de su boca: Taer.

—Taer algún día volverá Nellha, sigue durmiendo, continúa. Deja pasar lista — Zallha se estiró arqueando la espalda, era más el movimiento de un gato que de una elfa — ahhrg, me arden los brazos, siento demasiado cansancio, ¿por qué?

—Cuando tu hermana me suelte, te diré.

—Si, claro — Zallha puso los ojos en blanco  — Si es que te suelta.

—En fin, Kallha esta aquí, Killha igual, yo también, Nerha y su dúo andan cerca, siento el frío de muerte no muy lejos, Kalaar y Taylan están en aquella esquina y por último ustedes dos — Zallha volteó la cara observando con una pizca de indignación en su rostro, el druida había pasado a morder y jugar con sus dientes en el cuello de Xallha y vaya que lo disfrutaba — será… ¿ustedes siguen con eso? Largo de aquí — con toda su fuerza en su pie derecho los empujó a ambos fuera de la cama en dirección al frío suelo de la habitación — diosssss, ustedes dos me enferman.

—Oye no tenías porque hacer eso.

—Xallha deja de comportarte como una asaltacunas, se que tienes debilidad por los menores pero por favor haz las cosas con discreción y tú, deja de aprovecharte de mi hermana.

—Vale, dejaré de hacerlo.

—Nunca le mientas a Zallha chico, a Zallha no le gusta la mentira y mucho menos promesas que no se cumplirán jamás. Si los dejara solo en este mismo instante mi hermana se convertirá en tu presa, no me molesta pero al menos espera a que tenga 20 años por favor, solo faltan 4 meses.

Wateredge (World of Warcraft: Wrath of the Lich King)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora