Caballero de la Muerte

48 4 5
                                    

-Vieja, ¿en serio?, solo me llevas dos años- Zallha siempre había odiado decir eso de las personas, a pesar de que los elfos han perdido su inmortalidad, la palabra vieja no se conocía en su totalidad, era ignorada.

-Veas como lo veas, estoy hecha mierda. ¿Puedo pedirte un favor, es chiquito?- Nerha se caracterizaba por vivir a base del esfuerzo y trabajo de los demás.

-Solo dime que quieres antes de que cambie de opinión.

-Necesito que me prestes algunas monedas de oro, es que...

-Perdiste otra de tus apuestas, ¿es eso?- no la dejo terminar de hablar.

-Vamos, me basta con 5 o 6 monedas.

-La última vez fueron 5 de oro y 29 de plata, ¿Qué crees? ¿Qué me gano la vida robándoselo a la gente?

-Ehmm, respecto a eso...

-Si ya se que hago para conseguir dinero y lo que acabo de decir no tiene sentido. Además, ¿paga un día con tu propio dinero? ¿Qué te pesa?

-Me pesa gastarlo, es eso.

-O sea que, es mejor vivir del esfuerzo de los demás.

-Técnicamente, si.

-Eres insoportable- metió la mano en su bolsa y saco 7 monedas de oro- Toma, pierdete y deja de apostar, no siempre tengo tanto dinero.

-Yo diría que si, pero conociéndote bien, yo se...

-Cállate y ve a pagar.

-Ok, ya me voy.

-Entre todas ustedes un día me van a provocar la muerte, al menos espero que no sea tan mala.

Los demás no se atrevieron a comentar nada. En el estado en que se encontraba Zallha era capaz de destrozarle el cuello a alguien. Llegaron a Astranaar mediante la ruta de vuelo de Canción del Bosque y se quedaron a descansar. Nerha había ido también, tenía que pagar sus deudas para evitar que Zallha la despedazara con las dagas. La noche empezaba a caer y comenzaba el Festival de Solsticio de Verano, pero esta vez estaban demasiado cansados para asistir. A Nerha le tocó cocinar, la ira de Zallha no era algo que se calmaba fácilmente, y no deseaba volver a morir de nuevo.

Después de comer fueron directo a dormir, estaban tan cansados que ya no respondían a ningún estímulo. Solo quedaron despiertas Nerha y Kallha, por diferentes razones, Kallha sacaba a Neylhen a cazar o a jugar a esa hora, además así también mejoraba su cacería y rastreo y Nerha al estar muerta, no era necesario que durmiera.

Kallha regreso entrando la medianoche con carne de oso para Neylhen y venado para ella, necesitaba comer antes de ir a dormir, y bañarse también pues había sudado mucho cazando. Preparó una fogata y colocó los pedazos de carne en palos medianos alejados del fuego. Siempre le cocinaba la carne a Neylhen, se había hecho un hábito por su habilidad de cocina. Nerha tampoco necesitaba comer pero esa vez quiso probar la carne, por lo que le pidió un poco a Kallha. Comieron y Kallha se dispuso a bañarse mientras Nerha se acostaba en la hierba mirando caer las hojas. Astranaar posee a su alrededor un lago de aguas claras y poco profunda, perfecta para el baño, aunque a Neylhen no le agradaba la idea de meterse al agua.

-Oye Nerha, ¿Por qué odias tanto a Arthas?

-Mira Kallha, ese hijo de puta nos mando a morir de nuevo, el sabía que íbamos a perder el asalto y aún así nos envió, si no fuera por la compasión de Tirion estaríamos todos muertos.

-Eso ya lo se, pero... ¿porque guardar rencor?

-Suenas igual que Min'da. A ver como te digo esto- puso su mano en la barbilla y se quedo pensando un rato- Arthas prefirió chuparsela a Tirion que jugar con nosotros, te vale así.

Wateredge (World of Warcraft: Wrath of the Lich King)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora