Star Mccall, es lo único que recuerda cuando despierta dentro de una caja.
Una adolescente que llega a un lugar donde las mujeres no existen, y donde tendrá que aprender a vivir rodeada de hombres con las hormonas disparatadas.
Conocerá a personas q...
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GALLY HABÍA MANDADO A TRAER A THOMAS –quien fingía seguir inconsciente– a Teresa, y a los demás, lo cuales tenían que ser escoltados con las manos atadas en la espalda y con lanzas apuntando hacia sus cabezas.
Ellos aún les temían.
Arrojaron a Thomas al suelo bruscamente a lo que algunos hicieron una mueca de dolor y Star les gruñó.
— Gally. — Lo llamó Winston. — No creo que este bien
— Tal vez Thomas tiene razón. — Habló Jeff. — Podría llevarnos a casa.
— Estamos en casa. — Los demás lo miraron como si estuviera loco al decir eso. — No quiero tener que tachar más nombres en ese muro
— ¿Y crees que resolverás algo desterrandonos? — Ironizó Teresa.
— No — Admitió. — Pero realmente no es un destierro, es una ofrenda. — Star se le quiso abalanzar pero uno de los constructores apuntó la lanza justo en sus ojos deteniendola.
— Quieta, no intentes nada — Amenazó pero por su aroma estaba aterrado.
— ¡¿En serio creés que dejaré que Thomas entre al laberinto después de lo que hizo?! — Le gritó a Teresa quien estaba siendo amarrada a un palo grande y grueso. — ¡Miren a su alrededor! — Les dijo a los demás. — ¡Miren el área! Es la única manera. — Esta vez miró a los sobrenaturales. — ¡Y más con ellos! ¡SON UNOS MONSTRUOS! ¡Todos vieron lo que hicieron! — La castaña miró a los demás y solo negó con la cabeza para que no prestaran atención a las palabras que Gally decía, tenían que seguir con el plan. — Cuando los penitentes obtengan lo que vinieron a buscar todo volverá a la normalidad.
— ¿Están oyendo lo que dice? — Interrumpió Teresa. — ¿Por qué todos se quedan ahí? ¡Ya enloqueció! — Gally le dijo que se callara pero ella siguió. — Si se quedan aquí los penitentes volverán. — Aseguró. — Van a volver y seguirán volviendo hasta que no quede nadie. — A pesar de que la chica no era de confiar Star tenía que admitir algo, tenía agallas.
— ¡Te puedes callar! — Gritó Gally — Átenlo bien. — Les ordenó a los chicos que estaban al lado de Thomas, pero al ver que estos no lo hacían volvió a gritar. — ¿Me escucharon? ¡Dije que lo ataran! — Esta vez los chicos obedecieron y Thomas golpeando en el estómago a uno y quitándole la lanza al otro fue la señal de todos ahí.
Teresa se encargó del que tenía en frente, Newt se deshizo del otro que iba hacia Thomas, Sarten cortó las sogas de Teresa, Minho apuntó a Gally con el machete para que no se moviera y Chuck se acercó con más lanzas, machetes, todo lo que necesitaban.
