Star Mccall, es lo único que recuerda cuando despierta dentro de una caja.
Una adolescente que llega a un lugar donde las mujeres no existen, y donde tendrá que aprender a vivir rodeada de hombres con las hormonas disparatadas.
Conocerá a personas q...
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LOS FUERTES RAYOS DEL SOL DESPERTARON ALOS chicos, que con pereza se fueron levantando para un nuevo y agotador día de caminata por el interminable desierto.
— ¿Pero qué...? — Titubeó Minho. Los demás lo miraron y luego a donde él señalaba, fruncieron el ceño al ver eso.
Thomas estaba de lado abrazando a Star y ella estaba en su pecho, eso era normal, lo raro era que Malia estaba en la espalda de el castaño abrazandolo con una pierna sobre su cadera, Jackson estaba en las piernas de Star con su chaqueta en la cara, Liam estaba acostado boca abajo con su brazo sobre el abdomen del último chico, Theo estaba en la misma posición que Liam con su mano en la espalda baja de este, Kira estaba acostada en las piernas de los tres, con su cabeza en las piernas de Jackson y sus piernas terminando sobre las de Theo, Isaac estaba acurrucado al lado de Star con su bufanda cubriendo sus ojos y por último Lori, ella tenía su cabeza en el pecho de Isaac con su cabello sobre su rostro y con sus piernas cruzadas en la arena.
Todos estaban amontonados unos sobre otros, completamente dormidos, parecía que el ni el sol y mucho menos el calor los molestaba.
— ¿Por qué están dormidos de esa forma? — Preguntó Chuck.
— No lo sé, pero tenemos que despertarlos. — Aclaró Newt. — Solo no hay que ser bruscos o...
— ¡Oigan ya a levantarse! ¡Arriba perros pulgosos! — Les gritó Minho.
Gran error. Pues los lobos, y la Coyote se levantaron asustados y no demoraron en rugir transformados listos para atacar. Kira no se quedó atrás y desenfundó su katana con sus ojos brillando. Minho chilló cuando todos ellos se le abalanzaron para atacarlo.
— ¡Chicos! ¡Chicos! ¡Ya paren! — Los detuvo Thomas poniéndose en frente del asiático. — Solo es el idiota de Minho. — El chico detrás lo miró ofendido.
— Chino estúpido. — Gruñó Star caminando a tomar sus cosas juntos a los demás, quienes refunfuñaban y maldecían. — Pudimos haberte matado.
— Si, créeme que lo noté. — Dijo con sarcasmo. Ellos volvieron a gruñirle.
— No uses el sarcasmo, no ahora. — Dice Liam tratando de quitarse la arena que se le pegó por culpa de la baba. Theo al ver eso se acerca y con su manga de la chaqueta lo limpia. — Gracias — Dijo con voz baja tomando sus cosas. Theo le sonríe y hace lo mismo.
Siguieron caminando un largo rato cuando escuchan unos gruñidos no muy lejos de ellos. Cranks.
Los sobrenaturales bufaron y sacaron sus garras, le hicieron una seña a los demás colocando su dedo índice en sus labios para que no hicieran ruido.