Amor de verano en Noosa Shire [#1]

La excursión

Samuel

—¿Oye qué planes tenéis para hoy?— Dijo Mar mirándome a mí y a mi hermano.

Qué ojazos...

—Pues iremos hasta el Lago Hiller... —Le contestó con una sonrisa Mateo a Mar.

—¿Ese no és el lago rosa?

—Exacto, haremos canoa en el lago, la organización ya lo ha dejado todo preparado...

—Que guay...

—Pues ahora coged lo imprescindible y nos vamos hacia el bus.

Nos fuimos todos a nuestras habitaciones para coger lo imprescindible,

unos cinco minutos después subimos al autocar. Tenía muchas ganas de hacer canoa en ese lago, había escuchado tantas maravillas sobre él y por fin iba a poder verlo y hacer canoa, era un friki fan del mar.

Estábamos muy contentos de ir al lago rosa, el conductor nos recibió con una sonrisa encantadora, me senté delante al lado de mi hermano, Mar se fue detrás junto a Isabella, llevaba con ella su guitarra.

Mar era una caja llena de sorpresas, lo que hacía que me picase la curiosidad por conocerla más.

—¿Tía quieres que toque algo y cantas mientras?

—Si, claro genial

—¿" Come with me" te parece bien?

—¡Si!

Empezó con los acordes, la verdad que nunca hubiera imaginado que iba a tocar tan bien la guitarra, Isabella con su voz le acompañó, joder, vaya talento tenían ambas, todos hicimos silencio para escucharlas, no pude resistirme a grabarlas, era algo mágico, el ambiente estaba tan bien, que me hubiese pasado horas escuchándolas.

Cuando acabó el último acorde, todos aplaudimos, después pusimos música, y mi hermano y yo incluidos cantamos todas las canciones que ponían, nos pasamos así las dos horas del camino.

Una vez llegamos al lago, no tardé nada en hacerle una foto. "Que brutal" pensé al ver que el agua estaba cristalina, se veían a los peces nadar desde donde el autocar nos había dejado, tenía las expectativas muy altas y aún así consiguió superarlas, seguí a Mateo, ya que yo no tenía ni puta idea de nada, básicamente porque al ser él, el mayor, dirección le había dado toda la programación a él y no a mí.

Así que llegamos al sitio donde teníamos las canoas, dejamos las bolsas allí y fuimos a la orilla.

—Bueno, chicos qué hacemos aquí os preguntaréis, pues pasaremos todo el día aquí y cuando atardezca volveremos al campamento, así que podéis empezar a hacer parejas para subiros a las canoas.

Me quedé mirando el precioso lago, hasta que noté que pasaba algo, y en efecto, Mar parecía un pez sin cabeza buscando pareja, así que como no, me acerqué a ella.

—Espera te ayudo...

Coloqué suavemente mis manos en su cadera y la ayudé a subir a la canoa.

—Ale vámonos

Le sonreí.

Esa chica tenía algo. En mi vida, pero en mi vida, me había mostrado tan natural y transparente con una chica que apenas conocía, pero con ella me salía solo. No sé si por la confianza que transmitía o yo qué sé que tenía, pero era increíble.

Nos pasamos todo el rato de la canoa riendo, nos caímos unas tres veces, no paraba de hacerle reír contándole chistes, anécdotas mientras remábamos, la verdad que pensaba que se nos daría peor, pero no oye.

Todos comimos un bocata en la canoa mientras disfrutábamos de las vistas, poco a poco atardecía.

La veía feliz, no paraba de hacerle fotos a todo, incluso me hizo una a mí, después del mal rato y mala noche que debió pasar por lo sucedido en la comida, me alegré tanto de verla sonreír.

—Venga chicos, vamos a volver ya al campamento, remar todos hasta la orilla...

Llegamos a la orilla y le tendí la mano para bajarse.

Cogimos nuestras cosas del bungalow donde las habíamos dejado y agotados, volvimos todos al autocar.

—No vamos a poner al Kayne West este...

"Mejor que no lo pongan, Taylor forever" Pensé mientras sonreía mentalmente.

Escuchar discutirlos por el cantante que poner resultaba más gracioso de lo que me había pensado nunca.

—¿Qué preferís a The Vamps?

—Harry Styles mejor

—Oye dame el móvil y pongo yo la

canción... —Dijo Mat

Puso la canción de "D3ad Ins1d3" un temazo que para el verano quedaba genial, aunque todos nos quedamos dormidos a una hora de llegar, yo por lo menos de tanto remar tenía los brazos que ni los sentía y creo que Mar también porque estaba dormida con los brazos acurrucados.

Cuando llegamos, dejamos las cosas en los bungalows y fuimos fuera a preparar la cena, esta vez Mateo y yo confiamos en ellos para que nos ayudasen.

Entre todos hicimos pizzas, no sé ni cómo salió bien porque prepararlo fue todo un caos, empecemos porque Mateo no sabía ni dónde estaba cada cosa, así que le tuve que ayudar, y menos mal que al hacer la comida con Mar había investigado un poco donde estaban las cosas porque si no... Hubiésemos estado mil años haciendo la cena.

Luego Isabella se pegó un resbalón, que poco se hizo para lo que podría haber sido, ya que a mi querido Daniel se le había caído harina por todo el suelo, con la cual habíamos hecho la pasta,

Mar, como no, casi se corta un dedo cortando la mozzarella... Pero bueno nadie salió gravemente herido.

Aunque casi nos costase la vida a algunos esa cena, hacía mucho tiempo que no me reía como me reí esa noche.