Ya queda poco

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Mar

Salí la última de la habitación, mis compañeros me aplaudieron una vez que salí -estuve cinco o diez minutos más que los demás- me sonrojé y nos dirigimos a comer, era una lenta, bueno, lenta, no, simplemente me tomaba más tiempo que los demás para hacer mis cosas.

Fuimos al restaurante que hacía esquina, intenté sentarme lo más lejos de Samuel, y por suerte o por desgracia lo conseguí, me senté con Dani y Mateo.

Notaba a Mat un poco raro desde que pasó lo de Samuel, pero prefería no darle importancia, o ¿si debía hacerlo?

Pedimos Chiko Grill para compartir, son unos rollitos buenísimos, típicos de aquí, seguimos pidiendo más comida, bueno, la que entraba en las entradas de lo que Mateo tenía planeado, me quedé llena y creo que los demás también.

Como nos gustaba lo que nos encantaba, ósea comer vaya.

Dimos una vuelta por la zona para bajar la comida, Samuel y yo nos mirábamos de vez en cuando, sentía que me tenía que decir algo, pero no me decía nada, y eso prefería, porque si me decía algo a lo mejor se me escapaba algún que otro insulto.

Subimos a las habitaciones para coger lo imprescindible, aunque esta vez fui la primera en salir, y vaya que casualidad de la vida, Samuel también.

"Mierda..." Pensé.

Se acercó a mí para intentar decirme algo, cuando empezaron a salir todos, se alejó de mí...

Suspiré.

Salimos fuera y me acerqué a Mateo, estaba con Olivia...

—Mateo...

—Olivia nos disculpas...

—Si, si claro...

—Creo que Samuel me quiere decir algo, hoy se ha acercado, pero cuando habéis salido todos, se ha alejado...

—Puede ser entonces, ¿no crees?

—¿Tú sabes algo?

Me miró y cuando me iba a contestar vimos unos pequeños buses descapotables que nos esperaban.

—Luego hablamos cariño... —Me dijo en voz baja—Venga chicos, mitad en un coche y mitad en el otro.

Mateo sabe cosas

Y eso hicimos, Samuel subió después mía en uno de los buses, pero lo que de verdad me extraño es que Olivia no fuese con Mateo, en cambio, se sentó a mi lado.

—Tía, ¿te pasa algo?

—Que me va a pasar Olivia... Lo estás preguntando por qué estoy mucho rato con Mateo,

¿no?

Ni me miró a la cara, pero de verdad a quien

coño se le ocurría esas cosas en esos momentos.

—Es por lo de Samuel, hija mía, porque va a ser, no tengo intenciones con él, Olivia, por el amor de Dios, es como un hermano mayor para mí y si piensas así, háztelo mirar...

—Oye lo siento...

—Déjalo, pero joder, me duele que me preguntes eso...

—Tía de verdad...

—Olivia déjame en serio, no estoy de humor...

—Perdona...

Me sonrió y se cambió de sitio, apoyé la cabeza en la ventanilla mientras me daba el viento en la cara, eso era lo único que necesitaba estos días, relajarme y no pensar en nada.

Vaya día y eso que no ha terminado Dios mío

Amor de verano en Noosa Shire [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora