Mar
"¿Le habrá pasado algo?" Pensé al ver que se estaba haciendo muy tarde y no venía, escuché un coche, crucé los dedos para que fuese él, y bingo.
Nada más llegué solo empezó a soltar por su boca cada frase, que eran iguales a puñaladas en el pecho, estaba paralizada, intentando asimilar lo que me estaba diciendo.
No quería volverlo a ver jamás, me acababa de romper completamente, no entendía nada, así de repente ese giro en él y su opinión sobre nosotros, ese nosotros que acaba de romper él solo, él solito lo acababa de romper todo con sus palabras repugnantes hacia mí,
nos había costado tiempo, dedicación y compromiso por ambas partes y en una milésima de segundo se había roto.
Solo tenía ganas de llorar, de rabia, de tristeza, mil emociones se apoderaron de mi cuerpo.
Ese "Entonces no las debo querer tanto como pensaba" fue lo que me acabó de romper por dentro.
Cogí aire e intenté tranquilizarme, me metí en la cama, y empecé a llorar, que sí, que llevábamos mes y medio en el campamento, pero la conexión que tuvimos desde el día uno no entendía de tiempo.
Vi cómo se encendía la luz de la habitación así que me puse la almohada en la cara,
con su cara de preocupación Isabella me la quitó, no me dijeron nada, solo me abrazaron.
—¿Mañana hablamos, vale? —Me dijo Sophie...
Asentí y volvimos a dormir, yo no podía, pasaron las horas y la luz del sol ocupaba parte de la habitación.
Me levanté la primera, aunque todavía no era la hora de que nos levantasen, yo no podía seguir en cama tumbada sin hacer nada, eso me hacía pensar más en él así que levantarme hizo que mi mente empezase a activarse y no pensar en él.
Me fui a la terraza y desayuné sola, me hice un café, me senté en el suelo y bebí mi café mientras los rayos del sol me iluminaban la cara,
necesitaba esa paz.
Era temprano, así que me fui a hacer surf, pero esta vez sola.
Sin él.
Raro, pero cogí unas buenas olas, como se notaba que levantarme pronto y no pensar en él, cuando salía del mar me pareció verlo, así que me fui, no quería saber nada de él, aunque me doliese, pero era lo mejor.
¿Qué narices le había pasado?
¿Por qué de un día para otro?
Volví para ducharme cuando Mateo estaba despertando a las chicas, con Olivia pegada a él, como siempre.
Giró la cabeza y me vio, vino medio corriendo hacia mí y me abrazó, le sonreí, así como pude,
me duché, y me olvidé de todo y de todos en esos 10 minutos que duró la ducha.
Salí y fue al primero que vi, con todo el dolor del mundo, ni le miré a los ojos, me puso su mano en mi hombro, lo que hizo que me quedara parada.
—Buenos días, rubita
Y tuvo los cojones tan grandes de decirme "rubita" lo miré y cortante le contesté:
—Vete a la mierda "gilipollas"
Le insulté mentalmente porqué aunque quisiese hacerlo y me hubiese hecho el dolor más grande del mundo, a una persona que había querido tanto como a él, no me salía insultarlo.
Se quedó paralizado, se le cambió la cara rápidamente.
—Perdona...
—Bu— buenos días, Samuel.
Y me fui con los demás, esta vez no me senté al lado de Daniel, no me dijo nada porque se me veía en la cara que no estaba bien, me senté al lado de Grace, la cual al verme me abrazó.
—Chicos hoy por la tarde iremos a un sitio muy guay para hacer piragüismo...
—Suena divertido... —Contesté, Mateo me sonrió.
Ayudé a quitar la mesa, y me fui con las chicas a las hamacas...
—¿Qué os ha pasado?
Le conté como fui al porche, como de costumbre, y bueno todo lo que pasó la noche pasada. Nunca me había sentido tan avergonzada al contar algo... Humillada y vergüenza eran los sentimientos que me invadían al recordarlo.
—Que heavy, que heavy... Es que me lo cargo...—Dijo Greace
—Y ahora... ¿Cómo estás? —Intervino Daniel
—Necesito tiempo, distraerme, sobre todo tiempo para recuperarme y aceptarlo todo...
—Y aquí estaremos para ayudarte
Me abrazaron muy fuerte...
—Gracias, os quiero... —Les dije con el corazón encogido tras su respuesta... Y aguantándome las ganas de llorar.
—Yo digo que algo le ha pasado... —Me dijo
Daniel
—O a lo mejor se ha dado cuenta de que ibais muy rápido, ¿no?
—No lo sé, pero fuese el que fuese el motivo, no le daba derecho a decirlo así como lo dijo, con esa frialdad en el cuerpo, que parecía no importarle una puta mierda y que todo lo vivido durante este mes y medio no hubiese existido.
—Tienes toda la razón del mundo Mar...
—Tía todo pasa por algo y todo vuelve, si ha pasado esto... Es porque tenía que pasar...
Esa frase se me iba a quedar grabada para siempre, y le agradecí que me dijese eso.
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Amor de verano en Noosa Shire [#1]
Roman d'amourMar es una chica de dieciséis años que desde que era un moco va yendo al mismo campamento de verano. En una de estas, antes de volver a ir, le comenta a su madre que hay uno nuevo... A ver si cuela, spoiler: a Mar le cuela. Nada más pasan los prime...